En estos días de cuarentena se están disparando los envíos de vídeos e imágenes por las redes sociales y aplicaciones de mensajería como Whatsapp. Es normal. Muchas personas no están yendo a trabajar, hay mucho aburrimiento y el móvil siempre es una forma de entretenerse. Si estás en uno (o varios) grupos con amantes del motor, seguro que te están llegando muchos vídeos de coches durante el confinamiento.
En mi caso, hace unas horas me ha llegado un vídeo que realmente me ha puesto los pelos de punta. Os lo dejo justo debajo de este párrafo. Tal vez ya lo hayáis visto, pero merece la pena analizarlo con algo de detenimiento y ver el estado en que termina el coche con las imágenes posteriores. El protagonista es un Suzuki Swift en una carretera polaca. No sabemos el estado de los ocupantes, ojalá que bien, pero el coche no invita a creer en ello.
Como se puede apreciar en el vídeo, el Suzuki Swift viene a alta velocidad por la calle de la izquierda. Antes de encontrarse con la rotonda realiza algún cambio de dirección leve, pero la velocidad es tan elevada que en unos instantes ya está golpeando a la rotonda. Si a esa elevada velocidad le sumamos la “rampa”, el resultado realmente da miedo. El coche sale totalmente catapultado.
Las imágenes, captadas por lo que parece ser una cámara de seguridad, son sobrecogedoras. Pese al choque contra la rotonda y la pérdida de velocidad, el Swift se eleva muchos metros respecto al suelo y “vuela” a gran velocidad. En las sombras del lado derecho de la imagen se puede apreciar que incluso golpea con la copa de un árbol, pero eso no lo detiene.
Estas fotografías, con el frontal y el lateral izquierdo totalmente destrozados, nos dejan claro que el impacto fue muy fuerte. Desconocemos las causas del siniestro y si el vehículo circulaba así de rápido por algún problema mecánico. Pero lo que nos deja claro este hecho es que la velocidad puede gustar mucho, pero también puede tener unas consecuencias muy graves.