El mercado del automóvil en China atraviesa un periodo de enorme agitación tras la nueva ofensiva de descuentos aplicada por BYD en una amplia gama de vehículos eléctricos e híbridos enchufables (PHEV). El fabricante, que ya jugaba un papel dominante en el segmento de los llamados ‘vehículos de nuevas energías’, ha decidido elevar la presión sobre sus rivales directos, apostando por una reducción de tarifas sin precedentes en 22 de sus modelos más populares.
La estrategia de BYD, que aspira a afianzar y expandir su cuota de mercado tanto en China como internacionalmente, ha desatado una auténtica guerra de precios que afecta, de lleno, a la industria. Los descuentos superan en algunos casos los 6.000 euros, situando modelos como el BYD Seagull (conocido en otros mercados como Dolphin Surf) a precios inferiores a los 7.000 euros, y el BYD Seal por debajo de los 13.000 euros. Todo ello tras la aplicación de incentivos gubernamentales, lo que hace aún más atractiva la oferta para los consumidores.
Perspectivas para BYD y para el sector…
El movimiento de BYD no sólo afecta a la industria local china. Al estar directamente enfrentada a Tesla en el segmento de eléctricos puros, sus decisiones pueden influir sobre la evolución de los precios en Europa, Estados Unidos y otros mercados en el futuro cercano. Actualmente, la tasa de penetración de coches eléctricos e híbridos enchufables en China ronda el 50%, mientras que en mercados occidentales como Estados Unidos y Alemania las cifras se sitúan aún lejos de ese umbral.
Mientras BYD se ha fijado el ambicioso objetivo de alcanzar los 5,5 millones de unidades vendidas este año, las cifras actuales muestran que, en los primeros cuatro meses, apenas se han vendido 1,38 millones de vehículos, lo que podría explicar la urgencia de medidas tan contundentes. Sin embargo, persisten las dudas sobre si estos descuentos logran realmente estimular la demanda a largo plazo o, en cambio, profundizarán los desafíos económicos y la competencia destructiva en el sector.
La industria del automóvil china se encuentra en una encrucijada: la batalla de precios puede suponer un aliciente momentáneo para los compradores y un golpe de efecto a la competencia, pero también aumenta el riesgo de inestabilidad y presiona las cuentas de resultados en toda la cadena de valor. El desenlace de esta apuesta por la agresividad comercial de BYD será clave para el futuro de la movilidad eléctrica tanto en China como a nivel global.
Repercusiones inmediatas en el sector
La reacción de los rivales no se ha hecho esperar. Firmas como Tesla, Geely, Chery o SAIC han anunciado sus promociones, rebajando el precio de sus vehículos eléctricos para no quedarse atrás. Estos movimientos han desencadenado una dinámica en la que la mayoría de los actores relevantes buscan ofrecer descuentos similares, generando, según expertos, una fiebre de ofertas que beneficia principalmente al comprador, pero que empieza a pasar factura a la rentabilidad de la industria.
Este contexto ha obligado que algunos concesionarios cierren debido a la presión ejercida por el inventario acumulado y la caída de los márgenes de beneficio. De hecho, informes de la Asociación China de Fabricantes de Automóviles reflejan cómo los beneficios han caído del 4,3% en 2024 al 3,9% en el primer trimestre de 2025, evidenciando la intensidad de la competencia.
Impacto en la bolsa y advertencias de analistas…
El anuncio de BYD tuvo un impacto inmediato en los mercados bursátiles. Las acciones de BYD descendieron hasta un 8% tras comunicarse los recortes de precios, mientras que otros fabricantes como Geely, Li Auto y Great Wall también experimentaron bajas significativas. Entidades financieras como Goldman Sachs y Morgan Stanley han advertido sobre la posible erosión de la rentabilidad a medio y largo plazo, mostrando escepticismo respecto a la viabilidad de mantener estas estrategias tan agresivas durante mucho tiempo.
Las autoridades tanto oficiales como el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información (MIIT) han emitido advertencias sobre los riesgos de “guerras de precios desordenadas”. Existe un temor a que la competencia excesiva pueda llevar a una sobreexplotación del mercado, generando inestabilidad e incluso forzando el cierre de más concesionarios ante la falta de beneficios.
Fuente – Automotive News
Imágenes | BYD