La forma en que General Motors se deshizo de Saab fue la más sucia y rastrera de cuantas se podían imaginar en aquel momento. Es cierto que su departamento técnico estaba muy limitado y que su presupuesto lo era aún más, pero impedir a sus nuevos propietarios proseguir con el negocio, hubiera merecido un castigo legal ejemplar. Sea como fuere, es una situación que ya no tiene vuelta de hoja, y ahora no la dejan morir en paz.
Decimos esto, porque NEVS, su última matriz, pasó hace poco a depender de otra empresa, diluyendo aún más su empuje para resucitar a la marca sueca. Ahora, es China Evergrande Group quien decide qué hacer con el Saab 9-3 EV que había creado su ahora filial. Por ello, no es extraño que tras confirmar su adquisición, e inversión, haya decidido reactiva la producción de este veterano modelo, a fin de recuperar parte de su capital.
La plataforma del viejo Saab 9-3 sigue vigente para NEVS
De esta forma, la fábrica que NEVS tiene en la ciudad portuaria de Tianjin (China), ha recuperado su actividad rutinaria. De ella, según datos de China Evergrande Group, saldrán unas 50 mil unidades del Saab 9-3 EV al año. Esta cifra se irá incrementando a medida que las ventas crezcan y el número de unidades disponibles crezca en el mercado más grande del mundo. Por ello, han previsto expandir su manufactura a otras ciudades de China.