El Cupra León es el segundo modelo que lanza al mercado la nueva firma del Grupo Volkswagen. La española se encargará de desarrollar y lanzar al mercado las versiones más deportivas de aquellos Seat que la merezcan. Sin embargo, y como ocurrió con el Ateca, la diferenciación entre ambos modelos es limitada. La razón para ello es sencilla: cuando dieron luz verde a su escisión, los desarrollos estaban muy avanzados y no podían pararlos.
Sea como fuere, el Cupra León es, por derecho, uno de los compactos más exclusivos y radicales. Reconocer esto, cuando la base es un modelo generalista, es sinónimo de que sus responsables han ejecutado un trabajo ejemplar. Al menos, sobre el papel, pues la marca ha presentado en sociedad su nuevo León dejando un buen sabor de boca. Si quieres conocer sus secretos, sigue leyendo porque sus rivales están temblando.
El Cupra León radicaliza su estética y llega con dos carrocerías
Como hemos mencionado anteriormente, las diferencias estéticas entre el Seat León y el Cupra León son de matiz. El segundo disfruta de entradas de aire y pasos de rueda más generosos. A lo largo y ancho de la carrocería aparecen apliques y detalles en negro cromado y en el característico color cobrizo de la marca. Además, los escapes, dependiendo de la versión de la que se trate, serán de dos o cuatro salidas.
La oferta del León estará compuesta por dos carrocerías. Al tradicional hatchback con cinco puertas, se suma la variante famliar Sportstourer. El primero alcanza unas cotas exteriores de 4,37 metros de largo, 1,8 metros de ancho y 1,46 metros de alto. El segundo crece hasta los 4,64 metros de longitud y reduce la altura en 8 milímetros. La distancia entre ejes para ambas carrocerías es la misma, con 2,69 metros.
Para vestirse, la paleta de colores recibe nuevas tonalidades. Ahora aparecen dos tonos específicos: Rojo Desire y Gris Graphene. Además, aparecen dos colores en acabado mate llamados Magnetic Tech Matt y Petrol Blue Matt. Estas posibilidades se completan con hasta seis combinaciones de llantas de aleación. En la versión híbrida son de 18 pulgadas y en el resto de versiones son de 19 pulgadas.
Habitáculo racing con detalles propios de Cupra
El habitáculo del nuevo Cupra León mantiene el mismo esquema de la versión Seat. El principal cambio llega de la mano de unos asientos delanteros tipo baquet que se visten con varios materiales. En los más sencillos predomina la tela, pero pueden adornarse con piel negra o azul. El volante también cambia, recibiendo el logo de Cupra y el botón de arranque integrado. Tras él, se sitúa un cockpit digital con una interfaz propia.
En el centro del salpicadero se sitúa una pantalla de 10 pulgadas para gestionar el sistema infotainment con navegador 3D, control gestual y compatibilidad con Apple CarPlay y Android Auto. Bajo ella aparecen nuevas molduras y apliques terminados en fibra o tono cobrizo. En la zona baja del túnel central podemos ver un selector para el cambio DSG más pequeño. Por último, las puertas reciben listones retroiluminados.
La tecnología formará parte del ADN del Cupra con equipamientos ya vistos en otros modelos del Grupo Volkswagen. De serie, incorporará elementos como faros Full LED o control de crucero adaptativo con asistente de atascos. Tampoco faltarán ayudas activas a la conducción como el sistema de control de ángulo muerto, frenada autónoma de emergencia o asistente de mantenimiento de carril.
Oferta mecánica poderosa, versión híbrida incluida
La oferta mecánica del nuevo Cupra León es la más generosa y ambiciosa de la historia. Cuenta con tres versiones, que nacen a partir del bloque gasolina tetracilíndrico con inyección directa y turbo 2.0 TSI. La potencia se estructura en tres escalones: 245, 300 y 310 CV, siendo este último exclusivo de la versión Sportstourer. Para su gestión, los ingenieros han confiado en la transmisión automática de doble embargue DSG con 7 relaciones.
Pero además, aparece una versión híbrida enchufable PHEV. Para crearla, parten del bloque 1.4 TSI con turbo y cuatro cilindros que entrega 150 CV de potencia. Gracias a la adición de un motor eléctrico de 85 kW (115 CV) ofrece una potencia combinada de 245 CV y un par máximo de 400 Nm. Para alimentar la unidad eléctrica, cuenta con una batería de ion litio con 13 kWh de capacidad.
Este conjunto híbrido enchufable está gestionado a través de una transmisión automática de doble embrague DSG con 6 relaciones. La autonomía homologada en modo eléctrico, según el protocolo WLTP, es de hasta 60 kilómetros. Para cargar la batería bastarán 3 horas en un Wallbox de 3,6 kW de potencia o 6 horas en caso de emplear un enchufe doméstico.
Los Cupra e-Racer y Cupra León Competición se suman a la fiesta
De nada serviría que Cupra se presente como una firma deportiva si no predica con modelos ejemplares. Así, nacen los e-Racer y León Competición. El primero es un eléctrico cien por cien impulsado por cuatro motores y entrega 680 CV de potencia y 960 Nm de par máximo. Para que su rendimiento llegue al suelo cuenta con un sistema de reparto selectivo de par que le permite firmar un 0 a 100 kilómetros por hora en 3,2 segundos. La velocidad punta está limitada a 270 kilómetros por hora, suficiente para enfrentarse a sus rivales del campeonato E-TCR.
El León Competición está destinado a batirse el cobre en el campeonato TCR convencional. Bajo su capó se esconde un bloque gasolina 2.0 TSI turboalimentado con 340 CV de potencia y 400 Nm de par máximo. Para comandarlo el conductor dispone de una transmisión secuencial Hewland con seis relaciones que le ayuda a pasar de 0 a 100 en 4,5 segundos. La velocidad máxima es de 260 kilómetros por hora, que alcanza en parte gracias a la reducción de peso.
Fuente – Cupra
Más información sobre este modelo
- Plazas 5
- Potencia 110 - 204 cv
- Consumo 1,1 - 5,6 l/100km
- Valoración 4,6