El Dallara Stradale es un coche que ha sabido diferenciarse del resto de superdeportivos del mercado gracias a su enfoque purista, alejado de las convencionales actualizaciones estéticas a mitad de ciclo de vida. En 2025, la firma italiana ha decidido actualizar este modelo tras siete años en el mercado, pero fiel a su filosofía, los cambios no se centran en el diseño exterior.
Este modelo, que combina la esencia de la competición con la posibilidad de uso en carretera, sigue apostando por una aerodinámica avanzada y un peso reducido. La actualización no busca transformarlo visualmente, sino mejorar su rendimiento y comodidad sin comprometer la experiencia de conducción extrema para la que fue concebido. Este enfoque es similar al adoptado por otros superdeportivos como el Maserati MC20.
Novedades en el interior y aerodinámica…
El habitáculo del Dallara Stradale ha sido objeto de una mejora significativa, incorporando un revestimiento de Alcantara de serie en toda la cabina. Los clientes pueden personalizar las costuras para darle un toque exclusivo a su unidad. Además, se han añadido nuevos diseños inspirados en circuitos italianos, como Varano de’ Melegari.
A nivel aerodinámico, se han optimizado los pasos de rueda con la introducción de alerones adicionales que mejoran el flujo del aire, generando hasta 855 kilogramos de carga aerodinámica adicional. También se han rediseñado los conductos frontales para incrementar la refrigeración de los frenos, aspecto crucial para un vehículo de estas características. Esta mejora en aerodinámica se asemeja a lo que podemos ver en otras competiciones, como se detalla en el artículo sobre WEC y sus avances tecnológicos.
Optimización mecánica sin perder su esencia…
El motor sigue siendo el archiconocido 2.3 litros EcoBoost de origen Ford, pero con mejoras en la admisión de combustible que permiten mantener los 400 CV de potencia y 500 Nm de par de manera más eficiente, tanto en carretera como en circuito. La suspensión también recibe nuevos amortiguadores en ambos ejes, lo que se traduce en una conducción más precisa y cómoda.
Las configuraciones del Dallara Stradale son variadas, destacando su versión Barchetta, que carece de parabrisas, así como el Spider, que incorpora uno; y el Coupé, que añade un techo rígido desmontable y puertas de apertura vertical. La diversidad de configuraciones permite adaptarse a las preferencias de cada conductor, manteniendo siempre la esencia del modelo original.
Las mejoras no solo están disponibles en los modelos nuevos, sino también para aquellos que ya poseen un Stradale, gracias al programa «UpShift». Sin embargo, los propietarios deberán llevar sus vehículos a las instalaciones de Dallara en Módena, asumiendo los costes de transporte. La renovación del Dallara Stradale demuestra que un superdeportivo no necesita cambios superficiales para mantenerse vigente.
La marca ha optado por perfeccionar lo que realmente importa: la eficiencia aerodinámica, la mecánica y la experiencia de conducción. Este tipo de filosofía se puede observar también en otros modelos que buscan la máxima excelencia sin alteraciones superfluas, al igual que el Hongqi S9. En definitiva el Dallara Stradale se perfila como un referente en el mundo de los superdeportivos. Con él desafían las tendencias comunes y estableciendo un estándar en cuanto a prestaciones y diseño.
Fuente – Dallara
Imágenes | Dallara