Quizá muchas personas no lo sepan, pero la Nissan que conocemos hoy día se llamaba antaño Datsun. Esta denominación existe desde inicios de la década de 1930 y se mantuvo en activo hasta 1981. Fue entonces, cuando la incipiente Nissan decidió reemplazar esta placa por la más moderna. Los motivos fueron muchos, pero el principal tenía que ver con la expansión de la firma por nuevos mercados internacionales.
Sin embargo, en el año 2013 Datsun resucitó. La misión del grupo industrial japonés era sencilla: querían crear su propia Dacia. A día de hoy, está a la venta en un puñado de países, aquellos donde Nissan no tiene una penetración importante. Entre los mercados más importantes podemos citar Rusia, Sudáfrica, India o Indonesia. El problema, es que a pesar de tener modelos resultones y económicos, sus ventas no han sido las esperadas.
Nissan mataría, de nuevo, a Datsun para mejorar sus cuentas
Es más, Nissan se ha encontrado con un problema. Muchos consumidores, prefieren comprar un coche de Datsun que los que ellos mismos ofrecen. Así, han visto como la filial de bajo coste está canibalizando ventas a la enseña principal. Siendo así, su rentabilidad unitaria es mucho menor y por tanto, las cuentas no pueden cuadrar. Por tanto, el grupo japonés quiere evitar duplicidades, eliminando todo aquello que huela a «gasto extra».
Según varias fuentes, entre las que está Reuters, Nissan quiere recuperar su rentabilidad. Así, seguirá una estrategia similar a la empleada por General Motors. Reducirán su tamaño, eliminando a Datsun, para concentrar los recursos en aquellos segmentos y mercados más importantes, y lo harán con una única marca. Además, también estarían estudiando prescindir, o reducir la producción, en varias de sus fábricas.
Otro de los ejes de actuación será la eliminación de versiones menos demandadas. De esta forma, ahorrarán costes productivos, centrándose en aquellas versiones con tirón comercial. Por último, quieren concentrar sus acciones comerciales en dos nichos. Por una parte, reducir su venta a flotas, canal que suele dejar un margen operativo mínimo.
Por otro, estudiar al milímetro los descuentos, para evitar entrar en una guerra de precios con la competencia. Por ahora, Infiniti no está incluida en este proceso de cambio, aunque si es cierto que está inmersa en una reestructuración propia. Habrá que ver en qué acaba esto, pero si Nissan quiere recuperar la senda de la rentabilidad, debe ser estricto.
Fuente – Reuters