Estereotipos automovilísticos, los coches de las películas de Serie B

Vivimos en un mundo de estereotipos. Se nos asocia a una forma de ser por la ropa que vestimos, nuestro centro de estudios o de trabajo, los locales que frecuentamos o incluso  el lugar donde vivimos. Por supuesto, en esto de poner etiquetas no faltan los coches y muchos pensarán que somos de una u otra forma en función del coche que llevemos. No negaremos que si los estereotipos existen es porque sí se cumplen, y desde luego mucha culpa la tienen las películas.

Visto lo visto, en ActualidadMotor hemos pensado que sería divertido hablar de los coches tipo de los personajes tipo de las películas y que mejor para hacer un poco de mofa que centrarnos en las películas de serie B que a las tardes emiten nuestras queridas televisiones. Sí, esas de mediados de los 90 o de los años 2000, que al verlas piensas que estás perdiendo tu preciado tiempo, pero que realmente son el mejor plan para las primeras horas de una tarde de fin de semana. Acostumbran a tener títulos como «Sueños de una madre».

Los padres divorciados

En la mayoría de estas películas encontraremos que los matrimonios no existen. Normalmente los padres de alguna clase de adolescente rebelde están divorciados, aunque conservan una buena relación. Por supuesto la custodia acostumbra a tenerla la mujer y de vez en cuando vemos llegar al marido a casa para recoger a sus hijos de cara al fin de semana. Un hombre divorciado, de mediana edad pero que está viviendo su segunda juventud a bordo de un Porsche 911 993 o algún deportivo contemporáneo. La madre por su parte suele tenernos acostumbrada a la escena en la que llega por la noche tarde, de trabajar duro para sacar a su familia adelante en alguna clase de Volvo, con bastante predilección por los modelos familiares o Cross Country.

Mujeres de buen ver

También son muy comunes las películas en las que aparecen mujeres de mediana edad de muy buen ver, generalmente interpretadas por actrices que tuvieron su época dorada en los 70 y 80, con alguna aparición en alguna película o teleserie destacable. Éstas acostumbran a ser mujeres solteras e independientes, con éxito, adineradas divorciadas o esposas de hombres adinerados que han pasado los 80 años y visten trajes horteras y cadenas doradas al cuello. El Mercedes SL R129 es el coche de estos personajes que abundan y que en la mayoría de ocasiones se decantan por el V8 del 500 SL.

El malo de la película

Títulos como «Lazos mortales» o «Amores peligrosos» invitan siempre a introducir en el guión la figura del malo. Sí, el malo de la película además de hacer de eso, de malo, tiene otros intereses como la elección de su coche de trabajo. Un personaje malvado siempre busca la polivalencia y la rudeza, y las furgonetas generalmente siempre son su elección. No me negaréis, vosotros amigos cinéfilos o serial lovers, que una grabación con un malo sin una furgoneta Chevrolet Express o Ford E-150 Cargo, dejando el año del modelo al presupuesto del personaje o de la productora, no merece entrar en esta lista de estereotipos.

Aquellos maravillosos 18

Si hay otra figura típica en el cine, es aquella del adolescente pre universitario. Probablemente los hijos rebeldes de los padres divorciados que antes mencionábamos. Ellos se caracterizan por fiestas de fin de semana en la playa, a las que acuden en masa llenando sus coches desde la urbe. Junto a ellos, el incombustible Jeep Wrangler de finales de los 90 o el Ford Bronco de primera generación, que con sus techos descapotables enloquecen a los jóvenes para levantarse, gritar y, en el caso de las féminas alcoholizadas, sacar a pasear alegremente sus atributos con una atractiva música de estilo punk/rock de fondo.

El chico malo

Pelo engominado, mirada desafiante, y una chulesca actitud apoyado en un muscle car. Si hay un «chico malo» en la cinta, la mayoría de veces lo encontraremos de esta guisa. Si bien es cierto, este estereotipo no solo podemos encontrarlo en las películas de Serie B, sino prácticamente en cada historia que quiera contar el cine o la televisión. Títulos como «Death Proof», del genial Tarantino, el cual, precisamente, hace todo un homenaje a este tipo de coches, nos meten de lleno en el músculo y la gasolina de estos intocables Ford Mustang, Chevrolet Nova, o Dodge Challenger.

Los polis y los detectives

Y no es por casualidad. Lo cierto es que desde hace décadas en los Estados Unidos, todos los vehículos que ejercen servicios para el estado debían ser de fabricación americana. Una medida proteccionista que garantizaba un suministro constante de productos «Made in USA». Poco a poco hay ámbitos donde se han ido relajando, como el de los taxistas, que cada vez más a menudo optan por coches japoneses híbridos. Pero la policía, el FBI y los estamentos oficiales, en las películas siempre viajan a bordo de un Ford Crown Victoria o, cuando no hay presupuesto para este barco, en un Ford Taunus (el equivalente a «nuestro» Mondeo en la década de los 90).

Las mafias asiáticas

Tanto como siempre se ha hablado del «lujo asiático», y lo cierto es que en los países del extremo oriental de Asia, cuando piensan en berlinas de lujo, lo hacen con las miras puestas en Europa. Por eso resulta estereotípico que sea en muchas películas donde los malos malísimos, si tienen origen chino, japonés, coreano… elijan modelos de Mercedes como la Clase S de los años noventa, el sempiterno S500 W140 (aunque el de la foto es un S600 V12). ¿Como ejemplos?, películas como «Romeo debe morir» o «Transporter», que comparten un mismo modelo de coche para que los mafiosos hagan de las suyas.