Como dirían los antiguos del lugar, el «sector del automóvil mundial está con el ay en la boca» por culpa de los teje manejes que se tras entre manos el presidente de Estados Unidos. Donald Trump, y su America First! está haciendo que las relaciones comerciales que durante años se habían fraguado entre la potencia americana y el resto de uniones comerciales, del mundo, se tambaleen peligrosamente.
La imposición de aranceles por parte de Estados Unidos al acero y aluminio que compran la Unión Europea, China y la India puso en pie de guerra a estas potencias. Por ello, decidieron contraatacar con la imposición de tasas superiores a productos estratégicos que salen desde el país americano. Tras ello, firmas del sector del automóvil como Volvo o Daimler AG anunciaron que esta situación tendría consecuencias catastróficas, pues dañaría al sector del automóvil a nivel mundial.
A ellas se unió la mítica firma Harley-Davidson anunciando que sacaría parte de su producción americana a un tercer país que no tenga problemas con aranceles y guerras comerciales. Sin embargo, tras varias tensiones y movimientos estratégicos de dudosa honradez (por parte de Estados Unidos), parece que estaríamos a punto de llegar a un acuerdo para evitar una crisis comercial a nivel mundial.
A parecer, el ejecutivo americano habría ofrecido una especie de acuerdo para los fabricantes alemanes asentados en el país (que son prácticamente todos). Tras esta «tendida de mano», habría sido la Canciller bávara Ángela Merkel quien habría dado otro paso más, proponiendo presentar una iniciativa en el Parlamento Europeo para reducir los aranceles a los vehículos americanos que llegan a Europa.