Fallos más comunes en la ITV: qué nos tira y cómo evitarlo

  • Luces y señalización lideran los rechazos con el 22,6%, seguidas de emisiones (21,5%), neumáticos/suspensión (19,9%) y frenos (11,4%).
  • Revisar bombillas, reglaje de faros y limpiar ópticas opacas reduce gran parte de los desfavorables.
  • Calentar el motor y comprobar que no esté encendida la luz de fallo motor ayuda en la prueba de emisiones.
  • Neumáticos con dibujo legal, frenos en buen estado y mantenimiento básico marcan la diferencia; circular sin ITV puede acarrear multas de 200 a 500€.

Prueba humos ITV correctamente

Con la llegada del mal tiempo y los días más cortos, la Inspección Técnica de Vehículos vuelve a poner el foco en los fallos más comunes que provocan un suspenso. Los datos de organismos sectoriales y de la Administración apuntan a patrones claros que los conductores pueden atajar con una revisión sencilla antes de acudir a la estación.

En España, cuatro grandes apartados concentran la mayoría de los defectos graves: alumbrado y señalización, emisiones contaminantes, ruedas/suspensión y frenos. Voces del sector recuerdan que muchos de estos problemas son detectables sin maquinaria especializada, y que una preparación mínima reduce de forma notable el riesgo de informe desfavorable.

Qué falla más en la ITV, según los datos

El primer motivo de rechazo es el sistema de alumbrado y señalización, que representa el 22,6% de los defectos graves. En la línea se verifica el número de luces, su homologación y el reglaje con regloscopio. Errores habituales: bombillas fundidas, faros desajustados y ópticas opacas por envejecimiento del policarbonato, un cóctel que merma la visibilidad y aumenta el deslumbramiento.

La segunda gran causa es el control de emisiones contaminantes, con un 21,5% de rechazos. Si el testigo de avería del motor (MIL) está encendido, la inspección es desfavorable de forma directa. Además, un sistema de escape frío o colmatado puede disparar las lecturas; llegar con el motor bien caliente mejora la prueba.

gases de escape

En tercer lugar, los defectos en ruedas, neumáticos y suspensión suponen el 19,9%. Se miran la profundidad del dibujo (mínimo legal: 1,6 mm), cortes, bultos, deformaciones y desgastes irregulares, además del estado de amortiguadores y holguras de la suspensión, que comprometen la estabilidad y la frenada.

Los frenos cierran el grupo con el 11,4% de defectos graves. Se detectan pastillas y discos gastados, desequilibrios de frenada, pedal esponjoso por aire o líquido degradado y avisos del ABS o del sistema de desgaste. En la Comunidad de Madrid, entre julio y septiembre se registraron miles de incidencias graves o muy graves ligadas al sistema, un recordatorio de su papel crítico.

Luces: el gran olvidado que más suspende

La inspección comprueba que todas las luces funcionen y estén bien orientadas. Un faro desalineado o una óptica opaca reduce la visión y puede deslumbrar. En vehículos con uso exigente, como tractores y maquinaria agrícola, la tasa de defectos lumínicos es especialmente alta, y las motocicletas también concentran un porcentaje relevante de rechazos por este motivo.

Avería faro de LED

Con más horas de baja visibilidad en otoño e invierno, circular con faros en buen estado resulta clave. Las estadísticas de siniestralidad muestran que una parte significativa de los accidentes mortales sucede de noche o al amanecer/anochecer, cuando ver y ser visto marca la diferencia.

Emisiones: cómo llegar a la prueba con opciones

Antes de ir a la estación, conviene realizar un trayecto por carretera manteniendo régimen de motor sostenido durante 15-20 minutos para calentar catalizador, filtro y escape. Esto ayuda a eliminar carbonilla acumulada y estabiliza las mediciones de gases.

Si en el cuadro permanece la luz de fallo motor, lo prudente es acudir a un taller. Ese testigo suele indicar incidencias en la gestión del motor o el sistema anticontaminación, y mantiene el rechazo asegurado aunque el coche aparente ir fino.

Neumáticos y suspensión: lo que mira el inspector

michelin

Una revisión visual previa evita sorpresas. Hay que comprobar presión correcta, dibujo por encima de 1,6 mm y ausencia de cortes, bultos o deformaciones. El desgaste irregular suele delatar problemas de alineado o amortiguadores cansados, puntos que también pueden tumbar la inspección.

En suspensión, se detectan holguras y fugas que afectan a la estabilidad. Si el coche vibra, rebota en exceso o tiende a irse a un lado, mejor corregirlo antes de la cita para no acumular defectos graves.

Frenos: señales de alerta y cuidados básicos

Un pedal con recorrido largo o esponjoso puede delatar aire en el circuito o líquido degradado. Tocar el depósito sin investigar una bajada de nivel es un error: podría haber fugas o un desgaste acusado de pastillas.

Los ruidos metálicos y vibraciones al frenar suelen indicar discos alabeados o pastillas en el fin de su vida útil. Ignorar testigos del ABS o de desgaste también pasa factura: si el aviso está presente, la probabilidad de desfavorable crece.

Checklist rápido antes de la estación

cómo usar el escáner OBD2

Luces: comprobar que funcionen cruce, carretera, posición, freno e intermitentes; regular faros y, si las ópticas están mates, pulir o sustituir para recuperar transparencia.

Emisiones: realizar conducción previa para calentar bien el sistema, usar combustible de calidad y, si hubo tirones o fallos recientes, diagnosticar con OBD antes de ir. Con testigo MIL encendido, lo responsable es reparar primero.

Neumáticos y frenos: revisar dibujo y presiones, buscar cortes o bultos y chequear estado de pastillas, discos y nivel de líquido. Si hay vibraciones o el coche frena torcido, un taller debe verificar desequilibrios.

Otros básicos: rellenar el depósito del limpiaparabrisas, cambiar escobillas si dejan marcas, comprobar batería (fijación, bornes sin sulfato), funcionamiento de cinturones, estado de cristales y espejos, y que puertas y capó cierren correctamente.

Qué dicen los técnicos y qué se ve a diario

Profesionales de estaciones de ITV insisten en que su labor es garantizar la seguridad, no «cazar» fallos. Aun así, recuerdan que muchos conductores llegan con luces mal ajustadas y sistemas anticontaminación en mal estado, dos apartados que por sí solos explican casi la mitad de los rechazos.

Los fusibles evitan daños mayores en los circuitos del coche, así que no siempre es bueno cambiarlos

También advierten de «chapuzas» peligrosas: desde latiguillos de freno dañados o ausentes hasta asientos improvisados o elementos de mando alterados. Estas prácticas, además de suponer un suspenso, ponen en riesgo a sus ocupantes y a terceros.

Multas, papeles y recomendaciones útiles

Conducir sin ITV en vigor acarrea 200 euros de multa, y circular con un informe negativo supone 500 euros e inmovilización, con traslado en grúa al taller. Es imprescindible tener el seguro al día y, aunque no siempre es obligatorio presentarla, es recomendable llevar la tarjeta ITV y el permiso de circulación originales.

Atender los defectos leves a tiempo evita que se conviertan en fallos graves que complican la inspección y encarecen la reparación. Un mantenimiento periódico y una revisión casera metódica suelen bastar para pasar a la primera.

Luces y emisiones concentran el grueso de los desfavorables, seguidos de neumáticos y frenos; con revisiones sencillas y sentido común se minimiza el riesgo de suspenso y se gana en seguridad, especialmente en meses de lluvia y baja visibilidad.

Válvula EGR 14
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