Ford, dura con España: despedirá a más de 1.000 trabajadores en Valencia

La factoría de Ford en Almussafes, al sur de Valencia, tiene su futuro garantizado según la compañía americana. Estas instalaciones serán las encargadas de construir algunos de los nuevos coches eléctricos de Ford. Sin embargo, el proceso de transformación de esta planta, clave para transición tecnológica de la firma del óvalo en Europa, se va a saldar con la destrucción de muchos puestos de trabajo en el Levante español. También se han anunciado despidos en Alcobendas (Madrid), donde se halla la filial nacional de la marca. Hace cerca de un mes, Ford dijo que había perdido 2.000 millones de euros en 2022 y que podría recortar 3.200 empleos en Europa.

El pasado viernes, Ford comunicó de manera oficial que realizará un ERE (Expediente de Regulación de Empleo) en su fábrica de Almussafes. La decisión implica la salida de 1.144 trabajadores de la empresa. Esta ha justificado su triste medida alegando necesidades de ajuste en la plantilla a los nuevos niveles de producción previstos como parte de una reestructuración más amplia en el Viejo Continente. Se ha abierto un período de 30 días para negociar los términos de este despido colectivo con los sindicatos a fin de minimizar el impacto en los empleados, en sus familias y en la comunidad local.

La comisión negociadora de los trabajadores está formada por una docena de miembros de la planta de Valencia y uno de las oficinas centrales de Madrid, lugar donde también se esperan múltiples despidos. UGT (Unión General de Trabajadores), que es el sindicato mayoritario de la factoría, ha indicado que el número de empleos afectados hace difícil garantizar la voluntariedad de la totalidad de las bajas a través de los llamados “planes de acompañamiento hacia la jubilación” e incentivos de diferente índole y cuantía. Actualmente, Ford cuenta con casi 6.000 asalariados en Almussafes que se encargan del ensamblaje del Galaxy y del S-Max, próximos a descatalogarse en 2023, entre otros modelos.

Las instalaciones de Ford en esta región de España no corren peligro, pues la corporación estadounidense firmó en 2022 un acuerdo para que Almussafes sea el lugar donde se produzca su nueva generación de automóviles eléctricos a partir de 2025. No obstante, la menor necesidad de mano de obra para producir estos vehículos (entre un 30% y 50% inferior), así como la avidez por obtener mayor rentabilidad, han sido razones suficientes para llevar a cabo el ERE en cuestión. Sin duda, los sindicatos aprovecharán las promesas de Ford sobre el futuro de la planta valenciana para negociar las mejores condiciones en pro de aquellos empleados que deban abandonar sus puestos.

El 16 de marzo, Ford y los sindicatos darán a conocer nuevos detalles sobre el proceso de negociación del ERE. La multinacional ha asegurado que trabajará de la manera más constructiva posible con las partes afectadas para minimizar el impacto de su decisión, si bien esta supone cierto desprecio al territorio que impulsó la marca en Europa y ayudó a su gran expansión y excelente posicionamiento en uno de los mercados más maduros, sólidos, competitivos y exigentes del mundo. Si es este el coste de la famosa transición energética y «ecológica» que nuestros políticos impulsan, quizá sea demasiado alto.

Fuente – Ford