Tras haberse hecho oficial su acuerdo con Red Bull para volver a la Fórmula 1 en 2026, podría parecer que Ford estuviese de celebración. Sin embargo, la realidad es bastante distinta. El fabricante norteamericano ha comunicado recientemente que perdió 2.152 millones de dólares (1.999 millones de euros) en 2022, incumpliendo sus objetivos. A cambio, la compañía obtuvo un beneficio récord de 17.910 millones en 2021, pero los pronósticos son negativos en Europa, donde se plantea reducir su presencia, al menos a nivel productivo o industrial.
Aunque Ford consiguió cifras positivas durante el último trimestre del último ejercicio, las pérdidas acumuladas entre enero y septiembre de 2022 le obligaron a cerrar el año pasado en negativo. Esto ocurrió a pesar de que la empresa aumentó sus ingresos un 16% respecto a 2021 gracias al crecimiento de las ventas y al incremento de los precios. Su presidente, Jim Farley, ha reconocido que no eran los resultados esperados, pero ha asegurado que 2023 será diferente, pues prevé unas ganancias cercanas a los 10.000 millones de dólares.
Esta especie de punto de inflexión para Ford esconde una triste noticia para el sector automovilístico europeo: recortes y reducción de costes fijos mediante despidos. Nuestro continente no es ni será el principal mercado de la marca. Además, la industria especializada de esta región está contrayéndose. Es por ello por lo que diversas fuentes, como el sindicato teutón IG Metall, han denunciado las intenciones por parte de la firma estadounidense de acabar con 3.200 puestos de trabajo a este lado del Atlántico para volver a crearlos en América.
Casi todos los afectados por dicha “reconfiguración” serán alemanes: empleados en las fábricas de Colonia y Saarlouis que trabajen en áreas de administración y desarrollo de producto. No obstante, la planta valenciana de Almussafes también sufrirá los efectos, menos traumáticos, de las decisiones estratégicas de una corporación que ya afirma sin tapujos lo siguiente: la necesidad de mano de obra durante el proceso de construcción del coche eléctrico respecto al de combustión es entre un 30% y un 50% inferior. Desde luego, no es alentador.
Sé el primero en comentar