La fusión entre el Grupo FCA y el Grupo PSA será histórica. A pesar de que por separado cuentan con un volumen importante, necesitan crecer aún más para afrontar los grandes retos que está viviendo el sector del automóvil. Si todo llega a buen término, se convertirán en el cuarto fabricante de coches del mundo, arrojando cifras récord. Sin embargo, la buena marcha de las negociaciones habría entrado en terreno complicado.
Para que la unión entre ambos constructores acabe bien, la Unión Europea debe darles su bendición. Este paso es muy importante, ya que al tratarse de empresas europeas, podrían incurrir en competencia monopolística. De ser así perjudicarían a otras firmas, pues gozarían de posición dominante en algunas parcelas del segmento. Pero, ¿en qué punto habrían obrado mal? Pues todo apunta a donde nadie miraría…
El obstáculo entre el Grupo FCA y el Grupo PSA estaría en Sevel
La colaboración entre el Grupo FCA y el Grupo PSA es muy antigua. La clave está en la joint venture Sevel (Società Europea Veicoli Leggeri S.p.A.). Para aquellos que no estáis muy puestos, esta empresa es la que ha fabricado modelos míticos como los Fiat Ulysse, Lancia Zeta, Citroën Evasion o Peugeot 806. Pero el principal objeto de esta enseña es el montaje de los vehículos industriales que comparten ambos constructores.
Para llevar a cabo su trabajo, FCA y PSA la dotaron de una estructura operativa gigantesca. A día de hoy, cuenta con un centro productivo situado en Atessa (Italia) que le permite ensamblar hasta 1.200 furgonetas al día. Precisamente este sería el principal problema que pondría la Comisión Europea para dar el visto bueno a la fusión. De salir adelante, el nuevo fabricante ostentaría una cuota de mercado cercana al 35 por ciento.
Este dato es más claro si hablamos de producción final. Según la ACEA, durante el pasado ejercicio 2019 salieron de este centro un total de 755 mil unidades. Por tanto, rivales como Renault y Ford, con una cuota aproximada del 16 por ciento, podrían sentirse discriminados. El Grupo Volkswagen tampoco la vería con buenos ojos, pues su división industrial controla el 12 por ciento del segmento. Por último estaría Daimler AG con un 10 por ciento.
Con todo, parece que no todo está perdido. Según Reuters, los responsables del Grupo FCA y del Grupo PSA tienen unos días para presentar alegaciones. Habrá que ver si la autoridad europea las da por buenas y no pone muchas pegas a la operación. En todo caso, tratándose de dos gigantes con pasaporte italiano y francés, nos da en la nariz que finalmente acabarán mirando para otro lado.
Fuente – Reuters