El refranero español dice que «la avaricia rompe el saco» y qué verdad es. General Motors, durante muchos años, fue el primer constructor de coches del mundo. Gracias a ello, pudo extender su hegemonía por mercados y países a los que otros solo soñaban con llegar. Sin embargo, cual gigante de barro se hundió cuando la crisis del 2008 sacudió la economía mundial. Ahora, no sabe muy bien qué pasos dar para no desaparecer al completo.
En aquel momento se deshizo, o mató, de míticas firmas como Saab, Pontiac o Hummer. Posteriormente hizo lo propio con Opel, vendiéndola al Grupo PSA. Entre tanto, abandonó Europa en una medida desesperada por reducir sus costes. Y ahora va un paso más allá, pues acaban de anunciar que candela sus operaciones en Australia y Nueva Zelanda. Y cuál es la forma para hacerlo: muy sencilla, matar a Holden.
Holden y Opel estaban hermanadas, pero ya no será así
Holden es la única firma endémica de Australia y atesora a sus espaldas 160 años de historia. Sin embargo, al circunscribirse a un mercado tan reducido, su supervivencia llevaba muchos años en entredicho. Las dos, o tres, últimas décadas estuvieron marcadas por su hermanamiento con Opel y el remarcado de sus modelos. También había productos propios, o heredados de otras marcas de General Motors, pero eran los menos.
La razón que da General Motors para abandonar ambos países y a la firma se debe los intentos que está haciendo para reorganizar sus operaciones a nivel mundial. Entre sus planes, está el abandonar aquellos países con volante a la derecha entre los que no sólo se encuentra esta región austral. La prueba es que la dirección de Detroit ha dado orden para retirarse de Sudáfrica, Japón o la India.
En el comunicado de prensa emitido explican algunas de sus razones. Julian Blissett, vicepresidente senior de operaciones internacionales de General Motors, ha confirmado que General Motors había considerado numerosas opciones para mantener y revertir las operaciones de la marca en la región. Sin embargo, no han podido priorizar la inversión requerida para que Holden tenga éxito a largo plazo.
Por tanto, reducirán su presencia, aunque eso sí, se harán cargo de sus clientes. La red comercial, mientras desaparezca o reconvierta, cumplirá con las garantías y operaciones de mantenimiento que tienen comprometidas. Además, durante los próximos 10 años seguirán ofreciendo repuestos y recambios para sus modelos. En todo caso, no han ofrecido fecha para su desconexión, por lo que todavía quedan datos por salir a la luz.
Fuente – General Motors – Holden