El Salón del Automóvil de Ginebra, además de dejarnos con modelos de ensueño, ha generado multitud de titulares. Muchos, salen de boca de los propios directores de las marcas, pero otros hay que cazarlos al vuelo, porque en los corrillos es donde está la «chicha». Uno de los más jugosos es el que nos trae Automotive News y tiene que ver con el Grupo FCA y con el Grupo PSA.
Aprovechando la celebración de la cita helvética, pudieron entrevistar al actual CEO de FCA Mike Manley. Según sus palabras, el conglomerado italo-americano está creciendo, lentamente, pero con paso firme. Sin embargo, y como ocurrió con su predecesor en el cargo, Manley dejó la puerta abierta a una nueva asociación. Con ella, su crecimiento será más sólido, pues distribuir los costes de desarrollo es vital para mejorar los balances anuales.
Una posible asociación beneficiaría a ambos constructores
Según palabras de Manley
“Quiero encontrar áreas donde la cooperación, ya sea una asociación, una empresa conjunta o un nivel más profundo de cooperación de capital, sea lo más sensato para nosotros y para quien sea que sea, [dará] mejores vehículos a nuestros clientes y un mejor retorno a nuestros accionistas»
Tras decir estas palabras, las quinielas han saltado a la palestra con todas las posibles opciones. De hecho, los medios han barajado varios posibles socios para el Grupo FCA, sin embargo, parece que el mejor es el consorcio galo PSA. Las razones para ello son sencillas, básicas y fácilmente entendibles. En primer lugar, porque el propio Carlos Tavares, CEO del grupo galo, considera que el constructor italiano es un socio atractivo.
En segundo lugar, hoy día tienen una joint venture para la fabricación de los industriales Fiat Ducato o Citroën Jumper. Por último, el Grupo PSA quiere regresar a Estados Unidos y el Grupo FCA cuenta con una red envidiable para comercializar sus modelos. Además, no debemos olvidar un aspecto fundamental: el volumen. Tanto uno, como otro constructor, han de competir contra el Grupo Volkswagen o Toyota y por tanto, a mayor tamaño, mejores economías de escala y comercialización de productos.
Habrá que esperar qué sucede, pero todo apunta a que en el sector del automóvil europeo se avecinan cambios.
Fuente – Automotive News