Hace ya varios meses probábamos el Mazda MX-5 ND (cuarta generación). Poco después estuvimos cubriendo la presentación del MX-5 RF, la versión de techo duro. Esta generación del roadster más vendido de todos los tiempos se ofrece con dos mecánicas: un 1.5 de 131 CV y un 2.0 de 160. Ambas mecánicas tienen potencia suficiente para disfrutar a cielo abierto de este ligero descapotable.
El Mazda MX-5 no es el coche con el que batirás récords en circuitos, pero sí uno de los más divertidos para disfrutar por tu puerto de montaña favorito y, además, a un precio accesible. Como ocurre con prácticamente todos los coches, siempre hay alguien al que “se le queda corto”. Si piensas que tu Mazda MX-5 necesita más caballos bajo el capó deberías estar atento a esta preparación de BBR.
No es ni mucho menos la primera vez que el preparador lanza un conjunto de “chuches” para el pequeño roadster, teniendo bastante experiencia con el modelo japonés. En esta ocasión nos invita a instalar un kit de potenciación sobre el 2 litros de 160 CV. El resultado es un aumento de 90 CV y 120 Nm, por lo que el resultado total sobre el banco de potencia registra unas prestaciones de 251 CV y 320 Nm de par. Ahora lo complicado será no destrozar los neumáticos al mínimo pisotón.
La velocidad máxima es, tras pasar por el preparador, de 250 km/h y se encuentra limitada electrónicamente. Mientras tanto, su capacidad para realizar el 0 a 96 km/h (0 a 60 millas por hora) se reduce hasta los 5 segundos, mientras que el modelo de serie tarda algo más de 7.
Lógicamente, en esta preparación hay algo más que una simple reprogramación de la centralita. Además de reajustar la ECU se ha instalado un compresor twin-scroll a medida, downpipe, intercooler de aluminio y alto flujo, mejora de manguitos y tuberías, y un largo etcétera. ¿Su precio?, unos 5.250 euros.