El Mazda Skyactiv-X promete ser un motor de gasolina con consumos de diésel (y llegará en 2019)

Mazda Skyactiv

Hoy en día salirse de lo habitual, tomar un camino diferente al de los demás o salir de lo políticamente correcto está mal visto o, al menos, genera cierta desconfianza. En los últimos años hemos visto como todos los grandes fabricantes de automóviles han apostado por la reducción de cilindrada y la sobrealimentación. Todos excepto uno, Mazda. La marca japonesa ha tomado una alternativa muy diferente, y parece ser que el mundo les está dando la razón.

Mazda ha apostado por elevadas relaciones de compresión y motores de cilindradas relativamente altas para los propulsores de gasolina, mientras que en los diésel sí utilizan sobrealimentación pero tampoco recurren a bajas cilindradas. Muchos pensaban que se estaban quedando atrás respecto a la competencia, pero lo cierto es que la estrategia llevada a cabo por Mazda está siendo de lo más efectiva. Sin embargo, no se conforman con eso y nos presentan su motor Skyactiv-X.

Mazda está satisfecha por haber conseguido sus objetivos

Mazda RX Vision

La marca nos reunía a la prensa en sus oficinas en la ciudad de Madrid para presentarnos su visión de futuro, bajo el eslogan Mazda Visión 2030. Por un lado nos recordaban que en 2007 hicieron unas previsiones de futuro y acertaron. Por ejemplo, prometieron reducir notablemente sus cifras de emisiones de CO2 y lo consiguieron (en torno a un 30 %), y que en 2020 más de un 80 % de los coches serían de combustión, algo que parece bastante probable.

¿De verdad los coches son lo más contaminante en las grandes ciudades?

Pero también se vio algún que otro dardo hacia ciertos organismos y autoridades. Por ejemplo, la marca, y más concretamente José María Terol, Presidente de Mazda España, nos transmitía con datos y fuentes bastante fiables que el transporte por carretera no es el principal problema de la contaminación, que en los últimos años se han reducido notablemente las emisiones contaminantes en grandes ciudades como Madrid o que los motores diésel modernos no tienen absolutamente nada que ver con los propulsores de gasóleo antiguos en materia de contaminación.

Por otro lado, durante esta misma rueda de prensa se daba un tirón de orejas a las autoridades por los ciclos de homologación actuales para emisiones de CO2 y consumos de combustibles pues, como todos sabemos, se alejan bastante de la realidad. El caso es que Mazda, por sus motores Skyactiv, como vimos en alguna tabla bastante representativa, es de las que más se acerca (o menos se aleja) de lo homologado tanto en diésel como gasolina.

Igual los eléctricos no son tan limpios como se dice…

Otro punto a tener en cuenta es que los modelos eléctricos, que tan limpios son durante su funcionamiento, contaminan por sus recargas. La generación de electricidad es una de las responsables de la mayor parte de la contaminación ambiental; por lo que a más uso tendremos que realizar más recargas y, por tanto, una mayor contaminación. Según Mazda, la contaminación de CO2 es mayor en un coche totalmente eléctrico que en un coche de motor térmico.

Tesla enchufe

Motor Skyactiv-X de Mazda

Centrándonos en lo realmente importante de esta presentación y dejando a un lado las polémicas, las contaminaciones y todo ese largo etcétera, vamos con el nuevo motor Skyactiv-X de Mazda. La marca japonesa ya nos habló de él hace unos meses, pero ni mucho menos tan en profundidad como nos lo ha explicado ahora. Mazda lo denomina como “un cruce” entre un motor de gasolina y otro diésel, obteniendo las ventajas de cada uno de ellos. Llegará al mercado de la mano de la nueva generación del Mazda3 en 2019 y tendrá 2 litros de cilindrada.

A diferencia de los propulsores de ciclo Otto, que hacen explotar la mezcla únicamente mediante la bujía, y de los diésel de (inyección directa), que pulverizan el combustible cuando la carrera del pistón ya tiene el aire muy comprimido y origina la llama, el nuevo motor Skyactiv-X tiene un sistema de funcionamiento denominado “encendido por compresión controlado por bujía”.

Como decíamos, es una mezcla de ambos. Por la parte de gasolina tiene ese mismo combustible y también bujía en cada uno de sus cilindros, mientras que por la parte del diésel tenemos las elevadas compresiones en el interior de los cilindros. Para que os hagáis una idea, la relación de compresión es de nada menos que 16:1; muy, muy alta.

Prueba Mazda3 Luxury 2.0 Skyactiv-G 120

Este motor Skyactiv-X de Mazda comprime el aire, el combustible se inyecta a unos 1.000 bares de presión gracias a unos potentes inyectores (5 veces más presión que en el resto de motores de inyección directa de gasolina) y se hace saltar la chispa. ¿Qué se consigue con esto? Pues se logra tener dos focos de presión para la carrera de expansión, por un lado la fuerza de la chispa y por otro la presión del cilindro, siendo por ello que se aproveche más recorrido de la carrera del pistón hacia su Punto Muerto Inferior.

Lo anterior se traduce, además, en que permite utilizar una mezcla de combustible más pobre para obtener el mismo rendimiento térmico, por lo que el gasto de combustible es inferior en igualdad de condiciones y el par motor y la potencia máxima es superior. También nos resulta interesante que, según cuenta la marca, será capaz de ofrecer unos consumos muy ajustados en rangos de revoluciones donde un motor de gasolina habitual ya está lejos de su zona más económica. A su vez, esto no obligará a utilizar desarrollos muy largos para obtener buenos consumos, por lo que también se tendrá mejor respuesta en marchas largas.

El lado negativo es que debe contar con una especie de sobrealimentación para aumentar el caudal de aire, unas bujías mucho más tecnológicas y resistentes para controlar con mayor precisión la chispa y aguantar las presiones del cilindro, unos inyectores más potentes y materiales más resistentes para el motor. Por ello, el precio de la mecánica Skyactiv-X se eleva y queda, según Mazda, entre el motor de gasolina y el diésel.

Sinceramente, en esta jornada nos hemos quedado con muchas ganas de probar el nuevo motor. Como ya hemos citado más arriba, tendremos que esperar hasta el año 2019 a que debute en la nueva generación del Mazda3, el cual será el primer modelo en incorporar este motor Skyactiv-X. Tendrá una cilindrada de 2 litros y una potencia de unos 190 CV, aunque Mazda nos confirma que más adelante podría escalarse y utilizarse con otras cilindras.


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