Desde que hace ya más de una década, en 2005, el Bugatti Veyron iniciara su andadura comercial, lo que más nos ha fascinado de él ha sido su motor. Como sabéis, el súper coche de la firma francesa perteneciente al Grupo Volkswagen lleva tras sus asientos un propulsor muy peculiar. Se trata de un motor W16 con nada menos que 8 litros de cilindrada y un póker de turbos.
Esta mecánica era capaz de desarrollar 1.001 CV en las primeras versiones del Bugatti Veyron y llegar a los 1.200 en algunas ediciones posteriores, siendo una prolongación del bloque W12 de 6.0 litros visto en modelos como el Audi A8 W12 o el Volkswagen Phaeton. El actual Bugatti Chiron también utiliza este mismo W16 de 8.0 litros, aunque convenientemente modernizado y ajustado para rendir nada menos que 1.500 CV.
Si el motor W12 ya es un propulsor muy poco común, os podéis imaginar que lo del W16 de Bugatti fue algo totalmente revolucionario. Esta curiosa configuración se ha convertido en la principal seña de identidad de la marca desde el lanzamiento del Veyron. Sin embargo, las últimas noticias nos advierten que, probablemente, no veremos más modelos nuevos de la firma francesa con el famoso bloque W16.
En unas declaraciones a nuestros compañeros australianos de Car Advice, Stephan Winkelmann, CEO de Bugatti, confirmaba que este motor no será reemplazado por otro de 16 cilindros en “W”. “No habrá un nuevo 16 cilindros, este será el último de su especie”, afirmaba Winkelmann con rotundidad.