Hoy os traemos una de esas historias que sorprenden en el mundo del automóvil. Quizas algunos recordéis el Nissan Patrol ‘Fanta Limón’ que aparece en las imágenes. Se trata de un todoterreno que participó en el París-Dakar de 1987 y formaba parte de un proyecto ‘Made in Spain’ que comenzaba un año antes. Un grupo ingenieros del Nissan Technical Centre Europe (NTCE) en Barcelona tomó el popular Patrol para correr en rallyes.
Este modelo llevaba un motor turbodiésel de cuatro cilindros y 2.8 litros que desarrollaba 146 CV de potencia. En 1986 fue ganador en la categoría de diésel en algunas pruebas como el Rally de Túnez, la Baja de Aragón o el Rally de los Faraones. Después llegó el patrocinio de Fanta Limón (que sigue como apodo del coche) debido al interés de Coca-Cola en dejar ver su publicidad en el Dakar. Esa prueba era el verdadero objetivo.
Y el 1 de enero de 1987 comenzaría la aventura. Entre los 312 participantes, el equipo Nissan Fanta Limón tenía dos coches, el 211 con Miguel Prieto y Ramon Termens; y el coche 212, pilotado por los hermanos Jorge y Hansi Babler. Los 13.000 kilómetros de la dura carrera hicieron que el 212 tuviera que abandonar. Por suerte el vehículo 211 consiguió acabar en novena posición, quedando el primero entre los diésel.
Al terminar la competición los coches fueron retirados. El 212 sigue en paradero desconocido a día de hoy, pero el 211 fue donado y ha permanecido en la colección Salvador Claret casi tres décadas. Aunque en 2014 la gente del NTCE los vio en Internet y se puso manos a la obra: devolverían a la vida al mítico todoterreno para su 30 aniversario. No sería una tarea fácil, ya que muchos componentes del Patrol estaban en muy mal estado.