Al Grupo Volkswagen le ha costado asimilar que el futuro del sector del automóvil está en la electrificación. Si no se hubiera visto envuelta en el escándalo de las emisiones de sus motores diésel EA189 la cosa hubiera sido diferente. Pero como reza el dicho, no hay mal que por bien no venga y el Dieselgate era lo que necesitaban para acelerar las inversiones y desarrollar su tecnología. Y como era de esperar todas sus marcas se beneficiarán de ella.
Porsche, junto a Audi, ha tenido el honor de lanzar los primeros modelos electrificados del consorcio. El Taycan es uno de los vehículos más codiciados del mercado pero no es más que la punta de lanza de lo que está por venir. Es cuestión de tiempo que los Cayenne y Macan cambien de generación, metiendo a la marca en el segmento más lucrativo. Pero hay dos modelos que están dando dolores de cabeza a la marca: los 718 Boxster y Cayman.
Porsche aún está meditando qué hacer con los nuevos 718 Boxster y Cayman
La actual generación de los Boxster y Cayman (con código interno 982) llegaron en 2016. Si todo va según lo previsto, su reemplazo no debería ser oficial hasta el año 2023. Por tanto, aún hay margen para decidir cuál será su futuro. Y este es el principal escollo que deben solucionar en el seno de Porsche. El motivo es que no tienen claro si continuar ofreciendo una gama compuesta por mecánicas térmicas o dar el salto a la electrificación.
Según varias fuentes, entre las que está Auto Express, apuntan a que Porsche meditará durante unos meses más esta difícil decisión. Oliver Blume, máximo responsable de la firma alemana ha declarado que…
«Esperaremos un par de meses más antes de decidir qué concepto usaremos. Pero creo que hay un potencial positivo para hacer esto, y cuando hagamos el 718 eléctrico, debería manejarse como un 911 y todos los demás autos deportivos»
Pero estas no son las únicas palabras que habría concedido al medio británico. Blume comenta que muchos de sus rivales están abandonando, o han abandonado, el segmento de los deportivos pequeños premium. Ellos, por su parte, creen que tiene potencial y por ello seguirán apostando por lanzar una nueva generación de los 718 Boxster y Cayman. La duda radica en su tren motriz y si seguir la tradición o meterse de lleno en la electricidad.
Como ha mencionado aún faltan un par de meses para saber qué pasará con la nueva generación. No en vano, nos da en la nariz que se pasarán al lado eléctrico. El Grupo Volkswagen necesita rentabilizar las inversiones que están llevando a cabo para desarrollar sus plataformas eléctricas. Por tanto, aunque los 718 Boxster y Cayman están en un segmento minoritario, les ayudará igualmente a repartir costes productivos y recuperar la inversión.
Fuente – Auto Express