Prueba Mazda CX-5 SKYACTIV-D 175 CV, equipamiento, precio y conclusiones

Prueba Mazda CX-5 SKYACTIV-D

Llegamos a la tercera y última parte de la prueba que estamos realizando esta semana del Mazda CX-5, un SUV clave para Mazda en el mercado europeo del que ya hemos analizado su aspecto y habitabilidad, pero también su motor SKYACTIV-D y su comportamiento dentro y fuera de la carretera.

Toca ahora repasar su gama, equipamiento y precios, algo que resultará sencillo pues el Mazda CX-5 se conforma con dos acabados: Style y Luxury. Nuestra unidad corresponde a este último pero también cuenta con un par de elementos opcionales como el navegador o el techo solar.

La sencilla gama Mazda CX-5 se compone de los acabados Style y Luxury. Ya desde el acabado Style contamos con faros antiniebla, retrovisores eléctricos/térmicos, sensor de lluvia, entradas USB/AUX, climatizador bi-zona, Bluetooth o elementos de seguridad como la asistencia al arranque en pendiente o el asistente de frenada en ciudad. Todos los elementos de seguridad están disponibles desde este acabado.

Prueba Mazda CX-5 SKYACTIV-D

Si nos decantamos por el acabado Luxury habrá que añadir al equipamiento anterior el equipo de sonido Bose de 9 altavoces, asiento del conductor con regulación eléctrica, tapicería en cuero con asientos calefactables, cámara de visión trasera, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, asistente de cambio involuntario de carril o entrada y arranque sin llave.

Gama Mazda CX-5

Los precios para el Mazda CX-5 quedan de la siguiente manera:

  • CX-5 SKYACTIV-G 165 CV Style   25.420 euros
  • CX-5 SKYACTIV-D 150 CV Style   27.670 euros
  • CX-5 SKYACTIV-D 150 CV Aut. Style   29.720 euros
  • CX-5 SKYACTIV-D 150 CV AWD Style   30.750 euros
  • CX-5 SKYACTIV-G 160 CV AWD Aut. Luxury   34.250 euros
  • CX-5 SKYACTIV-D 150 CV AWD Luxury   34.450 euros
  • CX-5 SKYACTIV-D 150 CV AWD Aut. Luxury   36.500 euros
  • CX-5 SKYACTIV-D 175 CV AWD Aut. Luxury   37.120 euros

Prueba Mazda CX-5 SKYACTIV-D

La lista de equipamiento opcional es bien sencilla con el navegador, el Pack Comfort y el Pack Safety. El primero de los packs se ofrece por 950 euros e instala sensores de aparcamiento delanteros y traseros e indicador de ángulo muerto. El segundo, por 2.060 euros, incorpora faros bi-Xenón direccionales, alerta de cambio involuntario de carril, asistente de luces cortas y largas y techo solar en el caso de combinarlo con el acabado Luxury.

Nuestro veredicto

El Mazda CX-5, candidato a Coche del Año en Internet, es un SUV compacto que llegó a Europa buscando fomentar la imagen de la marca en el territorio. Un diseño cuidado e innovador y tecnologías propias de Mazda de cara a mejorar las emisiones y consumos son los argumentos del CX-5 para combatir en el reñido mercado de los SUV compactos.

Prueba Mazda CX-5 SKYACTIV-D

La realidad es que nos encontramos ante un coche hace todo bien, sin puntos flacos, aunque, como comentaba en el apartado del motor, sí esperábamos una mayor revolución en cuanto a consumos se refiere, pero no hace mal su trabajo. Sin embargo se muestra equilibrado en muchos otros apartados.

Su diseño exterior es atractivo, incluso diría que algo exótico, mientras que su interior, apartándose de formas retorcidas, muestra unos niveles de solidez y calidad realmente interesantes. El equipamiento desde la versión básica ya es abundante, y el acabado más alto cuenta con sistemas que algunos de sus rivales aún no equipan.

El motor SKYACTIV-D es una referencia en cuanto a funcionamiento, un motor que prácticamente emula a uno de gasolina con una entrega de potencia lineal. Siempre tendremos una reserva bajo el pie derecho. Por otro lado, la caja automática debería de abogar más por un bajo consumo y ofrecer más modos de conducción, teniendo en cuenta que también forma parte de las nuevas tecnologías que está desarrollando Mazda.

Prueba Mazda CX-5 SKYACTIV-D

El comportamiento es tremendamente equilibrado. No llega al nivel de una berlina como el Honda CR-V, ni es tan capaz fuera del asfalto como el Subaru Forester o XV, pero el justo equilibrio se llama Mazda CX-5, donde el coche se encontrará a gusto tanto dentro como fuera de la carretera siempre que no busquemos los límites.

Si tuviera que elegir un Mazda CX-5 escogería el motor diésel de 150 CV, una potencia más que suficiente para el coche y con unos consumos aún más ajustados que los del 175 CV. En cuanto a versiones, si nos es necesaria la tracción total, el CX-5 diésel con acabado Style y tracción delantera puede ser nuestro aliado tanto por precio y equipamiento como por prestaciones y consumo.

Cerramos definitivamente la puerta del Mazda CX-5 para despedirnos de él en lo que ha sido una prueba que ha dejado claro que Mazda va a por todas con su nueva generación de modelos, empezando por este SUV y siguiendo por la renovación casi completa de su gama europea.

Más información – Prueba Mazda CX-5 SKYACTIV-D 175 CV, diseño exterior e interior, Prueba Mazda CX-5 SKYACTIV-D 175 CV, motor, conducción y consumos, CAI 2013, vota al Coche del Año en Internet y gana un iPad Mini


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