Prueba Mazda CX-5 SKYACTIV-D 175 CV, motor, conducción y consumos

Prueba Mazda CX-5 SKYACTIV-D

Seguimos con nuestra prueba del Mazda CX-5, y en esta ocasión nos animamos a analizar su motor y su comportamiento tras haber repasado su aspecto exterior e interior además de su habitabilidad, de momento con muy buen resultado.

La gama de motores para el Mazda CX-5 es bien sencilla pues consta de tres opciones, dos diésel y una gasolina. Todas cuentan con tecnología SKYACTIV, así encontramos el SKYACTIV-G de gasolina y 160 caballos y los SKYACTIV-D de 150 y 175 caballos.

SKYACTIV-D 175 CV

Nuestra unidad acogía bajo el capó el motor diésel SKYACTIV-D de 175 caballos, un bloque de 2.2 litros y cuatro cilindros que hace uso de turbocompresor en dos etapas para generar un par motor de 420 Nm a 2.000 rpm.

Prueba Mazda CX-5 SKYACTIV-D

En la práctica resulta un motor muy suave y refinado. Nada más arrancar se mantiene en 1.600 rpm durante unos segundos para alcanzar antes una buena temperatura de funcionamiento, y lo hace sin apenas introducir ruido o vibraciones al habitáculo. Una vez caliente el motor es imperceptible a menos que alcancemos un alto régimen de giro.

La respuesta es muy viva, mostrándose voluntarioso desde 1.500 rpm y prácticamente hasta el corte, por encima de 5.500 vueltas. Es un motor muy lineal, sin tirones ni desfallecimientos durante prácticamente todo el régimen de revoluciones, aunque la caja automática siempre suple cualquier tipo de carencia.

Precisamente, la caja de cambios se configura principalmente para el confort pero no tiene ningún modo deportivo o alternativo ni parece buscar el mínimo consumo. Los cambios de marcha sí son suaves y en modo manual podremos cambiar únicamente desde la palanca que, además, accionándola hacia abajo sube de marcha y viceversa, algo raro en los cambios automáticos pero acertado desde mi punto de vista.

Prueba Mazda CX-5 SKYACTIV-D

Toca ahora hablar de consumos, y tal vez sea el aspecto menos positivo del conjunto. Nuestro Mazda CX-5 homologa un consumo mixto de 5,5 l/100 km, pero nosotros, tras 650 km de prueba hemos parado el contador en 6,3 l/100 km. Es una buena cifra, similar a sus rivales, pero sí esperábamos algo menos después de conocer todo el conjunto de tecnologías SKYACTIV.

Desglosando, en ciudad hemos sido capaces de alcanzar los 7l/100 km, mientras que en autovía podemos reducir la cifra hasta los 5,5 l/100. Merece la pena destacar que la prueba se ha realizado atravesando varios puertos de montaña, por lo que en condiciones más normales sí sería posible bajar algunas décimas el consumo medio.

Pensado para la carretera

Por todos es sabido que los SUV piensan más en la carretera que en el campo, donde sólo algunos son capaces de mantener el tipo. El Mazda CX-5 está orientado al asfalto, con un dinámica destacable, pero curiosamente tampoco se desenvuelve mal cuando salimos de lo negro.

Prueba Mazda CX-5 SKYACTIV-D

El Mazda CX-5 quiere postularse como un SUV deportivo, con un comportamiento en carretera dinámico, y lo consigue. El tarado de suspensiones es capaz de digerir los más de 1.500 kilos del coche con soltura, evitando demasiadas inclinaciones en carretera revirada. En este sentido, es casi como conducir una berlina, aunque no llega al nivel de, por ejemplo, el Honda CR-V, con un comportamiento en carretera envidiable.

Lo mejor es que esto no significa que pierda en comodidad, pues es un coche perfecto para largos viajes sin acabar resentido. La dirección no transmite apenas sensaciones pero, como he comentado en otras ocasiones, no me parece algo relevante en este tipo de coche. Los frenos, por su parte, ofrecen suficiente potencia sin dejar de ser dosificables.

Prueba Mazda CX-5 SKYACTIV-D

En ciudad, su tamaño puede acomplejarnos al principio, pero lo cierto es que es fácil de manejar callejeando, sin apenas carencias en ningún ángulo de visión. Contamos además con sensores y cámara de visión trasera. La dirección aquí nos hace fáciles las maniobras y la suspensión, sin ser demasiado rígida, filtra bien las imperfecciones y los badenes.

Aprobado en campo

Sacar un SUV del asfalto es como jugar a la lotería, con pocas probabilidades de que funcione. Esto no ocurre con el Mazda CX-5, con un resultado más que aceptable en campo. Es evidente que no buscamos un auténtico todoterreno cuando compramos un SUV pero sí podemos buscar unas mínimas capacidades camperas.

El Mazda CX-5 se desenvuelve con soltura en pistas y caminos de dificultad media-baja gracias a su altura libre al suelo. Su mayor handicap es su ángulo de entrada, que nos obligará a rozar los bajos en desniveles algo pronunciados. La suspensión, si seguimos comparándolo con el CR-V, sí consigue filtrar bien por pistas.

Prueba Mazda CX-5 SKYACTIV-D

En cuanto a motricidad, cuenta con sistema de tracción total conectable automáticamente, nosotros no elegimos cuándo queremos tracción a las cuatro ruedas. Tampoco hemos tenido la oportunidad de probarlo a conciencia, sobre todo por un conjunto neumático-llanta en nuestra unidad que poco tiene que hacer fuera del asfalto. Dejando esto de lado, con unos neumáticos mixtos y mayor perfil no debería de suponer mayor problema atravesar zonas algo complicadas.

Nos bajamos del Mazda CX-5 con muy buenas sensaciones tras haberlo probado en distintas situaciones y haber salido airoso de todas ellas. Mañana repasaremos la gama y los precios acabando, como de costumbre, con una valoración final para cerrar nuestra prueba.

Más información – Prueba Mazda CX-5 SKYACTIV-D 175 CV, diseño exterior e interior, Prueba Honda CR-V 2.2 i-DTEC 150 CV Luxury, motor, conducción y consumos


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  1.   alder lopez dijo

    Eduard,.. y q tal es para las pendientes el q trae motor 2L ?,.. es cierto q arriba de 100 empieza a vibrar el cofre como una laminilla moviendose ?,. si tengo q recorrer unos 1000 km, o pon tu , unas 10 hrs sin parar, es comodo ? o al final cansa , o como vez?, veo q la compran con la CRV de honda, al parecer es una maravilla , pues todos opinan q se maneja bien , a q se referen con q se maneja mejor la CRV?,. es mas comoda los asientos, no se escuchan ruidos? etc,..

    estoy valoraando cual suv comprar, cual vale lo q voy a gastar ,y q me va durar varios años y no q me haga ir al taller cada mes ,.. etc..

    muchas gracias por tus comentarios

    saludos,

    1.    Antonio Eduardo Lausin dijo

      Buenas Alder,

      Te comento. El CX-5 con motor 2.0 de gasolina no lo hemos probado todavía, aunque se habla muy bien de él, sobre todo en consumos. Del 2.2 diésel que hemos probado, sí te puedo decir que es un motor muy capaz en pendientes, al fin y al cabo tiene mucha fuerza y desde muy abajo.

      En cuanto a las vibraciones, en nuestro caso no ha ocurrido. Sí puede ser alguna unidad defectuosa, pero desde luego en nuestra prueba no ha ocurrido.

      El CX-5 es cómodo. Es un coche recomendable para largas distancias, pues no tiene suspensiones excesivamente duras. Además, los asientos son grandes, ajustables… No creo que tengas problema en hacer largos trayectos.

      Lo comparamos con el CR-V, porque si no vas a salir por campo, el CR-V es una mejor opción. El Honda se mueve mucho mejor por carretera. Por contra, en campo no tiene nada que hacer frente al Mazda. El CR-V, si no fuera por las formas de su carrocería, parecería que estamos a los mandos de un coche más bajo, una berlina convencional. El Mazda sí que juega con esa postura sobre elevada. En cuanto a comodidad, van muy parejos. Una vez más, si es sólo para carretera, el CR-V es más dinámico, parece más ágil. El CX-5 es más blando de suspensión, balancea más en curva, aunque no se mueve nada mal. Yo me decidiría más por si vas a usarlo algo por campo o no. Si es así, el Mazda te resultará más convincente. Te dejo por aquí la prueba del CR-V, por si no la has visto: https://www.actualidadmotor.com/2013/06/04/prueba-honda-cr-v-2-2-i-dtec-150-cv-motor-conduccion-y-consumos/

      De fiabilidad, no te puedo hablar desde la experiencia personal. Al fin y al cabo, en una semana de pruebas para cada uno no se pueden sacar conclusiones. Sí te digo que tanto Mazda como Honda son conocidas por su buena fiabilidad. Si, ademas, te decantas por motores gasolina, que supongo es tu caso, con más razón. Ambos motores gasolina son sin turbo, por cierto, lo que igual sí puede darles un puntito más de fiabilidad.

      Espero haberte ayudado. Si tienes alguna otra duda, ya sabes dónde estamos.

      Un saludo.