A mediados de este año Opel ponía a la venta en nuestro país la segunda generación del Insignia, que ahora se denomina Opel Insignia Grand Sport en su carrocería de cinco puertas. Su predecesor estuvo nueve años en venta, que son muchos, obteniendo unos resultados comerciales satisfactorios en comparación con la competencia y siendo una de las berlinas más demandadas por los particulares. En total, Opel comercializó unos 900.000 Insignia de primera generación.
El nuevo modelo llega con una estética totalmente rejuvenecida y una carrocería 175 kilos más ligera, por lo que es más ágil y eficiente. También con un interior a la orden del día y con más opciones de equipamiento. Por otro lado, ahora ya no se ofrece la carrocería de cuatro puertas, quedando tres disponibles: Grand Sport, Sports Tourer y Country Tourer. Hoy probamos la primera, el Opel Insignia Grand Sport. ¿Subes con nosotros?
Con silueta de coupé, elegante y juvenil
El modelo anterior pecaba estéticamente de ser demasiado conservador, de no haber arriesgado un pelo. En este Opel Insignia Grand Sport la cosa cambia notablemente; pero vamos primero con sus dimensiones, que también se han visto alteradas. El nuevo Insignia Grand Sport mide 4,9 metros de largo, por 1,86 de ancho y 1,45 de alto; siendo más largo, ancho y bajo que su predecesor. La batalla también ha aumentado, siendo ahora de 2,83 metros.
La imagen es mucho más juvenil, buscando un público que quiera una estética más pasional y deportiva. Una pena que el color de nuestra unidad de pruebas reste casi toda la deportividad estética a esta berlina. En cualquier caso, la nueva imagen de marca con esa gran calandra, el logo de Opel custodiado por las dos alas y los faros estrenados por el Astra le quedan francamente bien, bajo nuestro punto de vista.
La silueta cambia por completo, buscando ahora una similitud con un modelo coupé de cuatro puertas. Sus curvas son simples y fluidas en toda la carrocería. Como vemos, desde el nacimiento del pilar A hasta el maletero es todo una curva suave y constante que ayudará a la eficiencia aerodinámica. Es en esta perspectiva donde apreciamos esa menor altura que hacíamos referencia anteriormente.
La parte trasera también es totalmente nueva y los elementos que más carácter transmiten son los pilotos de luces. Por fortuna, el Opel Insignia Grand Sport no ha caído en la tentación de ser un cuatro plazas, pues contamos con un amplio portón del maletero. La sensación visual, al menos en esta unidad, es que los diseñadores podían haber “cargado” un poco más su retaguardia.
Con más espacio para la segunda fila, pero menos para el maletero
El primer Insignia ofrecía unas plazas delanteras muy amplias y confortables, algo que se ha mantenido completamente en esta segunda generación; pero las plazas traseras no eran tan buenas. Es cierto que en este Opel Insignia Grand Sport se ha mejorado la habitabilidad posterior en unos centímetros el espacio lateral en hombros y caderas, como también notablemente el espacio para las piernas. Sin embargo, no podemos decir que este producto sea confortable cuando viajamos cinco ocupantes.
Las formas de las plazas laterales son muy cómodas y sujetan parcialmente en las curvas, lo que resta confort al ocupante central que tiene una banqueta más elevada y estrecha. La peor cota de esta segunda fila es la altura para la cabeza, que puede ser algo justa si los pasajeros traseros miden 1,80 metros de altura o más. Si van demasiado erguidos, rozarán con el techo.
El diseño más pasional de la carrocería ha repercutido negativamente en la visibilidad posterior y también en el espacio para el maletero. Pese a que las formas son muy rectas y el portón nos facilita notablemente a la hora de cargar y descargar, el maletero cubica 490 litros, que son unos 40 menos que en el modelo anterior de cinco puertas.
Mucho más limpio e intuitivo
Si el exterior ha cambiado bastante, el interior no ha sido menos. El Opel Insignia adopta un diseño del habitáculo muy similar en su parte alta al de otros modelos recientes de la firma, como, por ejemplo, los Opel Mokka X, Opel Zafira u Opel Astra. La marca quiere homogeneizar también sus salpicaderos.
En el primer Insignia veíamos un elevadísimo número de botones por todo el salpicadero, algunos de los cuales prácticamente no se utilizaban en la vida. Ahora todo ha cambiado y la mayoría de funciones se gestionan desde la pantalla táctil superior del salpicadero, que es bastante intuitiva por cierto. Tiene el sistema OnStar y podemos vincular hasta 7 dispositivos móviles, tirando del WiFi del coche en lugar de los datos de nuestros smartphones. A destacar también el Head Up Display, que muestra las informaciones de una forma muy clara y fácilmente legible.
En cuanto a los materiales, la parte superior del salpicadero y las puertas están bastante bien resueltos, como en el anterior. La parte baja no es tan buena, recurriendo a plásticos duros que podrían estar algo mejor resueltos. No nos ha gustado el hecho de que cuente con muchos materiales en negro piano por la zona central, pues atrapa y se nota demasiado el polvo y las huellas de los dedos, no siendo sencillos de limpiar. Otro tirón de orejas para la marca viene por la no regulación en la altura de los cinturones de seguridad delanteros.
Gama mecánica
El Opel Insignia tiene una amplia variedad de motorizaciones. Las potencias van desde los 110 hasta los 260 CV. En gasolina tenemos un 1.5 Turbo disponible con potencias de 140 y 165 CV, y un 2.0 Turbo de 260 CV que siempre se asocia a la tracción integral y al cambio automático. En diésel la oferta se compone de un 1.6 CDTi con 110 y 136 CV, y un 2 litros de 170 CV.
En marcha
Hace unos años conduje durante varios días el primer Insignia con mecánica diésel. Me resultó un coche muy bien hecho, confortable y sencillo de conducir. Sin embargo, daba la sensación de ser algo pesado (en realidad lo era). Con el nuevo modelo el comportamiento se ha visto mejorado. La mayor anchura y distancia entre ejes lo hacen más aplomado en vías rápidas, pero es cierto que penaliza ligeramente en carreteras estrechas o reviradas.
Nuestra unidad no cuenta con el chasis adaptativo FlexRide, algo que hemos echado de menos en ciertas situaciones. Sus suspensiones nos hacen sentir muy cómodos en autovías, en carreteras con asfaltos deteriorados e incluso a la hora de pasar por los resaltos de la ciudad; pero en momentos en los que nos apetece aumentar el ritmo aparecen algunas inclinaciones que nos cortan el disfrute al volante, no invitando a practicar una conducción deportiva.
El motor de nuestra unidad es un 1.5 Turbo, recién llegado a la firma alemana, que desarrolla 140 CV y 250 Nm. Homologa un consumo medio de 5,7 l/100 km, una velocidad máxima de 213 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en 9,9 segundos. Éste va asociado a un cambio manual de 6 velocidades y la energía llega al asfalto con las ruedas delanteras.
De este conjunto mecánico destacamos como puntos favorables su baja rumorosidad, sus contenidos consumos y la suavidad de funcionamiento. En un viaje de 900 km, la mayoría por autovía, a máximos legales obtuvimos registros de 6/100 km, lo que está bastante bien. Al final de nuestra prueba, con casi 1.500 km recorridos, el cuadro marcaba un consumo de 6,4 l/100 km.
Pero no todo son flores para esta sociedad. No sabemos si es un problema de nuestra unidad (creemos que sí) pero la entrega de potencia era algo extraña en determinados momentos. Al acelerar, especialmente en tercera y cuarta, notábamos unos pequeños tironcitos; pero repetimos, creemos que es un problema de nuestra unidad.
En recuperaciones se muestra algo perezoso, pues los desarrollos del cambio son bastante largos y nos obligan a reducir un par de marchas si queremos ganar velocidad con rapidez. También es cierto que con unos desarrollos más cerrados los consumos no serían tan buenos. Tampoco nos ha gustado que la palanca tenga unos recorridos tan largos entre marcha y marcha, algo que también ocurría en el modelo predecesor.
Dos puntos más a destacar del Opel Insignia son sus fabulosos asientos AGR, un opcional más que recomendable si pasaremos muchas horas conduciendo, y los faros de led matriciales de segunda generación. Estos últimos permiten circular por carretera con las luces de largo alcance y sin deslumbrar al resto de usuarios, lo que siempre es un plus de seguridad pues nuestro campo de visión es mucho mayor.
Conclusiones
El Opel Insignia no solo es tan buen coche como su predecesor, sino que lo ha mejorado. Ahora tiene una estética más agraciada, menos de padre y más juvenil. Además no se siente tan pesado. También está al día en cuanto a tecnologías, con sistemas como el control de crucero adaptativo, el Head Up Display o el sistema de mantenimiento de carril. El punto negativo de esta generación respecto a la anterior es su capacidad de carga, aunque siempre podemos comprar el familiar Sports Tourer.
Equipamiento Opel Insignia Grand Sport
Selective
- Sistema Opel OnStar
- Llantas de 17 pulgadas
- Freno de estacionamiento eléctrico
- Climatizador bizona
- Apertura y arranque sin llave
- Control de crucero
- Encendido de luces automático
- Detector de señales de tráfico
- Alerta de cambio involuntario de carril con corrección de trayectoria
- Alerta de colisión frontal con detección de peatones
- Pantalla de 7 pulgadas con Apple CarPlay y Android Auto
- Pantalla multifunción de ordenador de abordo con 3,5 pulgadas
- Luz diurna de LED
- Pilotos traseros de LED
- Mandos en el volante
- Asistente de arranque en cuesta
- Kit de reparación de pinchazos
- Reposabrazos trasero
Excellence
- Llantas de aleación en 17 pulgadas
- Control automático de luz larga
- Sensor de lluvia
- Espejos exteriores eléctricos y calefactados
- Sensores de aparcamiento delanteros y traseros
- Asiento del conductor con regulación en seis direcciones y ajuste lumbar
- Espejos de cortesía iluminados para conductor y acompañante
Precios Opel Insignia Grand Sport
Motor | Tracción | Transmisión | Acabado | Precio |
---|---|---|---|---|
Motor | Tracción | Transmisión | Acabado | Precio |
1.5 Turbo 140 CV | Delantera | Manual 6v | Selective | 28.658 € |
1.6 CDTi 110 CV | Delantera | Manual 6v | Selective | 29.858 € |
1.6 CDTi 136 CV | Delantera | Manual 6v | Selective | 30.758 € |
1.6 CDTi 110 CV | Delantera | Manual 6v | Business | 31.158 € |
1.6 CDTi 136 CV | Delantera | Manual 6v | Business | 32.058 € |
1.5 Turbo 140 CV | Delantera | Manual 6v | Excellence | 30.758 € |
1.5 Turbo 165 CV | Delantera | Manual 6v | Excellence | 32.258 € |
1.6 CDTi 136 CV | Delantera | Manual 6v | Excellence | 32.858 € |
2.0 CDTi 170 CV | Delantera | Manual 6v | Excellence | 35.838 € |
1.6 CDTi 136 CV | Delantera | Automático 6v | Selective | 33.398 € |
1.5 Turbo 165 CV | Delantera | Automático 6v | Excellence | 33.908 € |
1.6 CDTi 136 CV | Delantera | Automático 6v | Excellence | 35.498 € |
2.0 CDTi 170 CV | Delantera | Automático 8v | Excellence | 37.488 € |
2.0 Turbo 260 CV | 4×4 | Automático 8v | Excellence | 41.593 € |
Opinión del editor
- Valoración del editor
- Puntuación 4 estrellas
- Excelente
- Opel Insignia Grand Sport 1.5 140 CV Excellence
- Reseña de: Diego Ávila
- Publicado el:
- Última modificación:
- Diseño exterior
- Diseño habitáculo
- Plazas delanteras
- Plazas traseras
- Maletero
- Mecánica
- Consumos
- Confort
- Precio
Pros
- Nuevo diseño exterior
- Motor silencioso y de potencia suficiente
- Consumos ajustados
Contras
- El maletero ha perdido volumen
- Desarrollos del cambio largos
- Muy justo para cinco ocupantes