El segmento D, el de las berlinas medias, está de capa caída. Algunos fabricantes retiran directamente su propuesta en el mercado ante una demanda decreciente, pero otros buscan la manera de salir del paso con un concepto similar pero renovado. Es el caso del Peugeot 508 que ponemos a prueba esta semana, un coche que ha sabido reinventarse y que ya disfruta de una actualización de medio ciclo comercial.
La serie 500 de Peugeot llevaba lejos de nosotros una buena cantidad de años, pero los franceses la han recuperado para crear una berlina intermedia entre los 407 y 607, dos modelos a los que, en teoría, sustituye. Es, por tanto, una berlina grande dentro de las berlinas de tamaño medio, pero también una opción con la que escalar medio peldaño en cuanto a calidad. Vamos a conocerlo con la mecánica 2.0 BlueHDI de 150 caballos y cambio manual.
Diseño distinguido
Voy a ser sincero, la llegada del nuevo Peugeot 508 al mercado en su versión pre restyling no supo conquistarme en lo que a diseño se refiere. Este restyling no sólo ha traído nuevas mecánicas y más equipamiento, sino que ha trabajado en mejorar la imagen de la berlina, una imagen que ahora, a mi parecer, goza de un aspecto más distinguido, serio y premium.
El frontal disfruta de líneas más rectas, con una parrilla que se adapta ahora a la nueva imagen Peugeot y a unos faros más rectangulares con posibilidad de equipar un sistema de iluminación LED completo. Es, tal vez, más serio pero también aporta un toque ejecutivo a una berlina que debe luchar en un segmento dominado por el trío premium.
Atrás las cosas cambian poco. Se rediseña el paragolpes trasero con nuevos cromados, sin ningún atisbo de mostrar una salida de escape. Los pilotos modifican su firma lumínica, con luces de posición y freno LED. Esta última, por cierto, sorprende que se deja a un sencillísimo recuadro de dos o tres LED. Las formas de la carrocería responden al arquetipo de berlina tradicional, con tres cuerpos bien diferenciados, sin líneas coupé ni un marcado estilo deportivo.
Pocos cambios en el interior
El restyling que ha sufrido el Peugeot 508 no ha sido demasiado vistoso en el interior. De hecho la única diferencia a grandes rasgos es la pantalla central, ahora de hasta 7 pulgadas y con accionamiento táctil. El resto, salvo pequeñísimos detalles, queda igual. Es, por tanto, un interior clásico en diseño, muy horizontal y con una calidad de construcción y al tacto aparentemente buena.
Toda la parte superior del salpicadero es de material mullido y no se oyen apenas crujidos si apretamos con los dedos en cualquier lugar. El tacto de los mandos es también agradable y, aunque parezca mentira en la nueva era Peugeot, los mandos del climatizador se han mantenido analógicos y no pasan a la pantalla central táctil.
El funcionamiento de la pantalla es bastante sencillo y rápido, incluyendo ahora el Peugeot Connect Apps desde donde acceder a distintas aplicaciones en línea junto con la conexión móvil de nuestro smartphone. Conectar, por cierto, el móvil al sistema multimedia del coche, es sencillo e intuitivo, del mismo modo que la respuesta táctil es bastante certera y no obliga a insistir en los botones. Lo que no hay es ninguna ruleta que permita el control del mismo mediante ese sistema. Es táctil sí o sí. Un de las cosas que más me ha sosprendido es que el cuentavueltas funciona casi a escalas, como los testigos de temperatura, por cierto con relojes de agua y aceite.
El espacio interior me ha parecido bastante bueno en ambas filas. De hecho en las plazas delanteras dos personas corpulentas cabrán si dificultad. Lo que no me ha gustado tanto es que no hay demasiados huecos portaobjetos útiles. Echo en falta un hueco rápido para el móvil sin tener que acudir al hueco con tapa bajo el reposabrazos. De muy escaso tamaño, por cierto.
Atrás el Peugeot 508 destaca por ser una berlina amplia en lo que a espacio para la cabeza se refiere. No haber apostado por líneas coupé tiene sus ventajas. Del mismo modo el espacio para las piernas es bueno y podrán viajas dos personas con comodidad. Tres tal vez sean multitud más que por espacio por un asiento central sin forma y de mullido duro. Las plazas traseras pueden disfrutar de un climatizador de otras dos zonas en opción. Las puertas, por su parte, abren con un ángulo algo justo.
El maletero cubica 473 litros, una cifra que no destaca entre sus rivales pero bastante interesante teniendo en cuenta que ofrece formas cúbicas muy aprovechables. Para abatir los asientos traseros habrá que desplazarse hasta la final trasera y el hueco resultante no es plano, con un pequeño resalto en el centro.
BlueHDI 150 caballos
La gama de motores del Peugeot 508 se compone de hasta 4 variantes diésel, desde 114 hasta 180 caballos, y una sola gasolina, un THP de 165 caballos de potencia. En nuestro caso hemos probado el 508 con motor 2.0 BlueHDI de 150 caballos, una alternativa coherente por potencia y prestaciones y una apuesta segura por consumo.
El 2.0 HDI de 150 caballos ya lo probamos por ejemplo en el Citroën C4 Picasso, y ya entonces nos dimos cuenta de que era capaz de consumir poco a pesar de su potencia. En esta ocasión tras cerca de 600 km hemos conseguido una media de consumo de 4,7 l/100 km, con bastante autopista de por medio. En ciudad los consumos rondarán los 6-6,5 l/100 km si aprovechamos el potencial del magnífico sistema Stop/Start, mientras que a altas velocidades consumos cercanos a los 4-4,5 l/100 km son sencillos de conseguir.
El motor es una mecánica bastante viva, responde bien a bajo régimen, aunque es deseable mantener las revoluciones por encima de 1.500 vueltas. A partir de ahí y casi en todo el rango se muestra ágil para subir de vueltas. Los 150 caballos mueven bien el coche y en ningún momento resulta perezoso en incorporaciones, subidas o adelantamientos. Incluso sigue teniendo reserva de fuerza en sexta a 120 km/h, momento en el que circulamos justo a 2.000 vueltas.
Puede que no sea el motor diésel más silencioso del mercado pero sí supera a algunos motores diésel de la competencia premium. No es un ruido molesto y apenas se adentra en el habitáculo, como tampoco lo hacen las vibraciones. El sistema Stop/Start se activa por debajo de 22 km/h y podemos aguantarlo hasta casi 30 km/h, lo que permite muchas veces circular sin emitir ruido o contaminación alguna.
Confort de marcha
Peugeot siempre ha bebido de lo que han supuesto las grandes berlinas francesas, dejadas al máximo confort. Aquí ocurre lo mismo, sólo que Peugeot ha conseguido mantener un cierto toque dinámico que involucra al conductor en la ecuación de conducir. En definitiva, es un coche cómodo con el que realizar grandes trayectos en familia pero no por ello es torpe.
La configuración de la suspensión tira a ser firme, pero en ningún momento, ni en pavimentos rotos ni en resaltos, se muestra seca o rebotona. El balanceo se corrige de forma satisfactoria y no es aburrido ni incómodo atacar un tramo de curvas con él. De hecho es hasta ágil y no plantea problemas a la hora de realizar cambios de dirección.
La dirección, por cierto, es de asistencia electrohidráulica, algo que está un paso por detrás en cuanto a tecnología (ahora suelen ser direcciones de asistencia eléctrica) pero un paso por delante en cuanto a sensaciones y tacto. El tacto es muy bueno, con buen peso e información, una dirección bastante directa. Tal vez como pega podríamos hablar de un aislamiento acústico algo por debajo frente a su competencia más nueva. El ruido aerodinámico se nota a alta velocidad, pero en ningún momento es molesto ni especialmente reprochable.
Conclusiones
Para concluir, sólo podemos tener en cuenta que Peugeot ha renovado su berlina con sencillos retoques. Responde a un vehículo para el que busque esa estética clásica de berlina tres cuerpos, un buen espacio interior y un comportamiento cómodo sin pecar de tosco o poco ágil. Podríamos decir que incluso se ha alejado de ese extremo refinamiento que impera en la actualidad y que elimina al conductor del más mínimo placer de conducir.
Con este motor BlueHDI de 150 caballos conseguiremos unas prestaciones muy correctas y un consumo muy ajustado. No hace falta además estar especialmente pendiente al consumo para que sea reducido. La práctica ausencia de opciones gasolina en la gama hacen de este motor diésel probablemente la opción mecánica más equilibrada y acertada.
Lo que le pesa al Peugeot 508, a pesar de su renovación, es la ausencia de algunos de los últimos avances tecnológicos en materia de seguridad. Por ejemplo, sorprende que no pueda montar avisador de accidente por alcance o avisador de cambio involuntario de carril. Tampoco control de crucero activo o un sistema de aparcamiento automático. A pesar de que son opciones que no interfieren en el confort o la calidad, al cliente que busque un coche «con todo» se le quedará corto.
Equipamiento Peugeot 508
Access
- Asistente de arranque en pendiente
- Volante multifunción en cuero
- Regulador/limitador de velocidad
- Aire acondicionado
- Elevalunas eléctricos delanteros y traseros
- Retrovisores eléctricos
- Radio CD MP3
Active (añade al anterior)
- Sensores de parking traseros
- Retrovisor interior electrocrómico
- Climatizador bizona
- Iluminación umbral puertas delanteras
- Retrovosroes abatibles eléctricamente
- Asientos traseros abatibles con trampilla central
- Bluetooth + Streaming
- Pantalla táctil de 7 pulgadas
- Llantas de aleación de 17 pulgadas
Allure (añade al anterior)
- Faros antiniebla LED con cornering light
- Llamada de urgencia SOS y asistencia Peugeot
- Apertura y arranque sin llave
- Encendido automático de luces y limpiaparabrisas
- Freno de mano eléctrico
- Embellecedores cromados en ventanillas
- Tapicería semi cuero
- Llantas de aleación de 17 pulgadas
GT Line (añade al anterior)
- Cámara de visión trasera
- Luces largas automáticas
- Sensores de parking delanteros
- Avisador de ángulo muerto
- Iluminación Full LED
- Embellecedores y logotipos GT en carrocería
- Tapicería de semi cuero
- Navegador
- Llantas de aleación de 18 pulgadas
GT (añade al anterior)
- Pack Confort
- Tapicería semi cuero confort
- Llantas 18 pulgadas GT
Precios Peugeot 508
Versión | Motor | Cambio | Precio 4p | Precio SW |
---|---|---|---|---|
Access | BlueHDI 120 CV | Manual 6v | 24.270 euros | 25.370 euros |
Active | BlueHDI 120 CV | Manual 6v | 25.870 euros | 27.070 euros |
Active | BlueHDI 120 CV | AT 6v | 27.420 euros | 28.620 euros |
Active | BlueHDI 150 CV | Manual 6v | 30.870 euros | 29.070 euros |
Active | THP 165 CV | AT 6v | 26.470 euros | 27.670 euros |
Allure | BlueHDI 120 CV | Manual 6v | 28.470 euros | 29.970 euros |
Allure | BlueHDI 120 CV | AT 6v | 30.020 euros | 31.520 euros |
Allure | BlueHDI 150 CV | Manual 6v | 30.770 euros | 32.570 euros |
Allure | BlueHDi 180 CV | AT 6v | 33.520 euros | 35.020 euros |
Allure | THP 165 CV | AT 6v | 31.020 euros | 32.520 euros |
GT Line | BlueHDI 120 CV | Manual 6v | 30.070 euros | 31.570 euros |
GT Line | BlueHDI 120 CV | AT 6v | 31.620 euros | 33.120 euros |
GT Line | BlueHDI 150 CV | Manual 6v | 32.370 euros | 33.870 euros |
GT Line | THP 165 CV | AT 6v | 32.620 euros | 34.120 euros |
GT | BlueHDI 180 CV | AT 6v | 37.070 euros | 38.570 euros |
Opinión del editor
- Valoración del editor
- Puntuación 3.5 estrellas
- Muy bueno
- Peugeot 508 BlueHDI 150
- Reseña de: Eduardo Lausin
- Publicado el:
- Última modificación:
- Diseño exterior
- Diseño habitáculo
- Plazas delanteras
- Plazas traseras
- Maletero
- Mecánica
- Consumos
- Confort
- Precio
Pros
- Motor elástico
- Comportamiento
- Consumos
- Confort
Contras
- Gama gasolina escasa
- Asistentes a la conducción
- Precio de las versiones más equipadas