Prueba Peugeot Traveller Business VIP 2.0 BlueHDI 180 CV chasis medio

Los monovolúmenes grandes están pensados principalmente para empresas de alquiler de vehículos, para pequeñas empresas y para autónomos; pero ojo, también puede ser una gran alternativa para familias numerosas o para quienes viajen por ocio habitualmente. Sí, he dicho “monovolúmenes grandes”, porque el comportamiento y calidad que demuestran está más cerca de un turismo que de lo que todos hemos conocido toda la vida como “furgoneta”.

Esta semana ha pasado por nuestro garaje uno de esos monovolúmenes grandes. Concretamente hemos probado el Peugeot Traveller de carrocería mediana con el nivel de acabado Business VIP y la motorización más potente de la gama, el 2.0 BlueHDI de 180 CV con la transmisión automática EAT8. ¿Qué mejor forma para probarlo que un viaje con todas las plazas ocupadas y el maletero hasta arriba? ¡Veamos!

Antes de meternos de sumergirnos totalmente en la prueba de este Peugeot Traveller quería recordaros que este modelo es idéntico al Citroën C5 SpaceTourer, al Toyota Proace Verso y también al nuevo Opel Zafira Life que está a punto de aterrizar en los concesionarios. Es prácticamente el mismo coche, solo que los frontales se adaptan a cada imagen de marca, al igual que el volante. Por lo demás, todo es calcado.

Forma de furgoneta, pero con frontal personal

Si echamos un vistazo al diseño exterior del Peugeot Traveller nos encontramos con unas formas típicas de un gran volumen -o una furgoneta de pasajeros grande-. En el frontal se ha respetado, dentro de lo que cabe, la imagen de marca de Peugeot. Los faros, por ejemplo, delatan que es un modelo de la casa del león.

Por sus formas exteriores, no es sencillo que los diseñadores puedan crear una estética bella, ya que la función y el máximo aprovechamiento del espacio prevalece por encima de todo lo demás. En cualquier caso, mucho han mejorado en comparación con los diseños que veíamos hace una década.

Esta unidad corresponde con el nivel de acabado Business VIP, que ya presume de un aspecto más cuidado, y además equipa algunos extras. Entre otras cosas, del exterior, podemos destacar las llantas de aleación de 17 pulgadas en acabado bitono, los cristales oscurecidos que “camuflan” bien a los ocupantes o la carga que transportemos, iluminación diurna de LED y faros principales de xenón, entre otros. En nuestro caso también hay que destacar que tenemos dos puertas laterales correderas de forma eléctrica, una a cada lado.

Como curiosidad, un punto positivo de esta unidad es que el cristal trasero, el del portón, puede abrirse sin necesidad de levantar el portón. De este modo nos da acceso a los objetos que llevemos colocados en la parte superior de toda la carga que llevemos o, en otro caso, a ligeros objetos que hayamos colocado sobre la bandeja. Poco más a destacar de su exterior.

Sin lujos y con materiales duros, pero bien hecho

Si abrimos la puerta del conductor y accedemos al interior nos encontramos con un habitáculo que ya nos suena. Sí, porque es prácticamente idéntico al del Toyota Proace Verso que probamos a finales del pasado año, salvo que aquella unidad era un acabado más básico y no contaba, por ejemplo, con asientos de cuero o head-up display. Obviamente, el volante en aquel caso llevaba el logo de Toyota, faltaría más…

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De todos modos, me gustaría hacer un repaso rápido. No busques materiales mullidos en el interior del Peugeot Traveller, porque ya te anticipo que solo los verás en los asientos y en los reposabrazos de cada asiento. Todo lo demás es plástico duro que, por otro lado, da una buena sensación de durabilidad. Salvo en una pequeña moldura, todos estaban perfectamente encajados y no hemos escuchado ningún “grillo”.

El cuadro de instrumentos es bastante sencillo, aunque tenemos las informaciones justas y necesarias. En su zona central aparece una pequeña pantalla con los típicos datos de viaje, además de la velocidad máxima de la vía. Otras informaciones, como la velocidad a la que circulamos o la programación del regulador/limitador, así como las indicaciones del navegador se proyectan en el head-up display.

Mientras tanto, en la zona central del salpicadero se ubica una pantalla táctil de 7 pulgadas no comparable en resolución con las últimas que estamos viendo llegar a los nuevos modelos del mercado, pero que cumple con su función. En ella tenemos el navegador y los hoy en día tan importantes sistemas de Apple CarPlay y Android Auto. En esta misma pantalla se proyecta la cámara de marcha atrás, que a decir verdad, no tiene buena calidad de imagen.

Como podéis ver en las imágenes, esta unidad cuenta con cambio automático, que es de ocho velocidades. Al tener una transmisión automática incorpora levas en el volante, que son fijas y de buen tamaño. Por otro lado, en lugar de utilizar una palanca selectora nos encontramos con un pequeño mando giratorio, lo que ayuda a ahorrar espacio.

Y hablando de espacio, en el Peugeot Traveller es destacable el número y volumen de huecos para dejar objetos por todo el interior, que entre todos suman 49 litros. En las puertas tenemos varios espacios para colocar objetos de diversos tamaños, en el salpicadero tenemos tres guanteras cerradas -una de ellas refrigerada- y varios huecos para dejar botellas o latas, aunque lo cierto es que los que se ubican en las esquinas del salpicadero no son especialmente prácticos porque quedan un poco lejos y también porque dejan el refresco muy expuesto al sol.

No me quiero olvidar de la climatización, algo que es muy importante en este tipo de vehículos tan grandes. En este caso tenemos varias salidas de aire colocadas en el techo para los acompañantes traseros. Se puede variar la temperatura y el caudal con unas ruletas, pero no cuentan con un modo de climatización “automático” en el que programar una temperatura. También hay techo solar no abatibles, aunque en estas fechas mejor mantener la cortinilla cerrada durante el día.

Habitabilidad y modularidad

Como te he comentado al inicio de este artículo, la unidad probada corresponde con el acabado VIP. Cuenta con un habitáculo de seis asientos, pero lo cierto es que hay múltiples opciones de configuración, pudiendo escoger también entre tres longitudes distintas de la carrocería que derivan de la plataforma modular EMP2 de PSA.

En nuestro caso, hemos probado un Peugeot Traveller VIP de seis plazas en carrocería Standard, es decir, la intermedia de 4,96 metros de longitud. Todos los asientos son independientes, pudiendo ajustar su posición longitudinal y la inclinación del respaldo. Además, y aunque pesan lo suyo, son fácilmente desmontables, pudiendo dejar los asientos de la segunda y tercera fila de asientos en casa para aprovechar el espacio como zona de carga.

Aprovechando la ocasión de disponer de este vehículo, hemos hecho una escapada familiar con seis ocupantes adultos y el equipaje para 3 días de cada uno de ellos. Aunque es cierto que para cuadrar todo el equipaje hemos tenido que jugar un poco al tetris y adelantar la segunda y tercera fila de asientos, todos los ocupantes tenían espacio suficiente (no sobrado en el caso de los más altos) para las piernas y, por la altura del vehículo había distancia de sobra al techo para rozar con la cabeza.

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Aunque no lo parezca, tener la posibilidad de abrir y cerrar las puertas laterales del Peugeot Traveller desde la llave mando es una ventaja muy importante, pues son muchas las situaciones en las que hacemos uso de este sistema. ? @diego.motor – #peugeot #peugeottraveller #furgo #van #traveller #vip #travel #travelcar @peugeot @peugeotes

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Sin duda, lo peor para los dos ocupantes de la tercera fila de asientos era acceder y salir del vehículo. Cada vez que había que bajarse del Peugeot Traveller había que desplazar los asientos de la segunda hacia delante, por lo que luego había que volver a ajustar todo de nuevo para repartir el espacio de la forma más equitativa posible.

Respecto al maletero en sí, la capacidad depende mucho de cómo configuremos el habitáculo. Si tenemos la tercera fila en la posición más retrasada, el espacio que queda es mínimo, pero si adelantamos varios centímetros ganamos muchos litros. Tanto es así que, como decía, hemos podido transportar el equipaje de seis personas (cada uno con su bolso/maleta individual) más algún que otro bulto extra.

Gama mecánica

Pasando ya a las opciones mecánicas, este monovolumen está disponible solo con motores diésel. El de acceso es un motor 1.6 BlueHDi de 120 CV y cambio manual de 6 velocidades. En el punto intermedio queda un 2.0 BlueHDi de 150 CV con transmisión manual también de 6 marchas. El tope de gama es el que hemos probado nosotros, que es básicamente el mismo propulsor que utiliza la opción intermedia pero con una potencia de 177 CV y transmisión automática de tipo convertidor con 8 relaciones prefijadas.

2.0 BlueHDI 180 (177 CV)

El motor probado, aunque se denomine 180, en realidad desarrolla 177 CV. Esta potencia se alcanza a un régimen de 3.750 rpm. Por su parte, el par motor máximo es de 400 Nm y se alcanza a 2.000 rpm. Como imaginas, envía toda su energía al tren delantero, pasando antes por una nueva caja automática de tipo convertidor con 8 velocidades prefijadas.

En cuanto a las prestaciones y consumos, Peugeot cita una velocidad máxima de 185 km/h que no recomendaría a nadie alcanzar con este vehículo, así como una aceleración de 0 a 100 km/h en menos de 9 segundos. El consumo combinado en homologación WLTP es de 7,4 litros, que no está nada mal para un vehículo de estas proporciones.

Comportamiento y consumos con el Peugeot Traveller

Ya toca hablar del comportamiento dinámico de este Peugeot Traveller 180 con carrocería intermedia. No me ha sorprendido especialmente porque ya pude probar su hermano gemelo, el Toyota Proace Verso con esta misma motorización, pero lo cierto es que conducirlo es realmente sencillo.

Lo primero que notamos al subirnos al puesto de conductor (sí, literalmente nos subimos porque está en una posición elevada) es que la postura es distinta a la de un coche común. Es como si estuviéramos sentados en una silla, con los pedales muy cerca y el volante bastante tumbado. Tardaremos un poquito en acostumbrarnos, pero no resulta incómodo una vez nos hemos adaptado.

A la hora de conducir debemos tener en cuenta que vamos en un vehículo bastante más alto, largo y ancho y que cualquier turismo al que estemos acostumbrados, por lo que las inercias son mayores y hay que tomarse las cosas con calma, además de vigilar bien los retrovisores al maniobrar o conducir por calles relativamente estrechas. Obviamente, y aunque gira bastante bien para su longitud, el radio de giro es más amplio que el de un coche.

Una vez en carretera, con tener un poco de precaución y aminorar la marcha cuando llegan las curvas, no hay nada que temer. Más que nada hay que tenerlo en cuenta por intentar que nuestros acompañantes no sufran mareos, ya que los movimientos se notan más que en un turismo. Lo mismo ocurre en zonas bacheadas, porque la suspensión rebota y tarda en absorber la irregularidad, especialmente cuando vamos tan cargados.

En vías rápidas es coser y cantar. Lo más sencillo es activar el regulador o limitador de velocidad al máximo de la vía y, simplemente, dejarse llevar. El cambio automático reducirá marchas cuando sea necesario, pero llama la atención lo bien que va incluso con seis adultos y varias decenas de kilos en el maletero por todo el equipaje. Y es que en ningún momento ha faltado motor, aunque lógicamente los carriles de aceleración al incorporarnos a una autopista y en cuesta arriba hacen que coja bastantes revoluciones.

También es sorprendente que, pese a ser básicamente una furgoneta, esté tan bien aislado del exterior. Lógicamente se notan más ruidos aerodinámicos y de motor que en un Peugeot 308, pero aun así no llegan a resultar molestos con poco que llevemos la radio encendida. Y escribo tras haber recorrido prácticamente 1.200 kilómetros en solo dos etapas.

Pero si hay que hablar de algo realmente espectacular es de su consumo. Con tal “kilometrada” y con tanta carga, circulando siempre al máximo legal -superándolo tímidamente en algún momento- y con el climatizador funcionando en las horas centrales del día, el motor de 2.0 litros y 177 CV con transmisión automática se ha conformado con solo 8,5 litros cada 100 kilómetros de media. Se trata de un dato muy, muy bueno para las condiciones de viaje que hemos llevado.

Conclusiones

El Peugeot Traveller, así como sus hermanos Citroën SpaceTourer y Toyota Proace Verso (y también el Opel Zafira Live que está a punto de llegar) son opciones muy interesantes para aquellos que busquen un vehículo muy grande con el que poder viajar en grupo o, por supuesto, para familias numerosas.

El acabado VIP viene muy completo, pero para particulares, como podemos acceder a otros acabados más pensados en el uso familiar y no tanto en el transporte de personas de forma cómoda, tal vez un acabado Active pueda tener mejor relación precio-producto.

Otro aspecto positivo es la posibilidad de configurar el coche con distintos números de asientos, pudiendo luego utilizar los que sean necesarios. Podemos incluso adquirirlo con nueve plazas. Eso sí, la parte menos bonita de esto es que cada banqueta pesa lo suyo y montarlo desmontarlo conlleva un esfuerzo físico notable.

Como es lógico, debido a sus dimensiones exteriores, no es un coche práctico para moverse por ciudad, pues las plazas de aparcamiento siempre suelen quedarse pequeñas y, además, hay que tener cuidado en parkings antiguos o calles muy estrechas por el riesgo de quedarnos “atrapados”.

Equipamientos

Business

• Faros antiniebla
• Elevalunas eléctricos (el de conductor secuencial)
• Espejos exteriores eléctricos, calefactables y abatibles eléctricamente
• 2 tomas de accesorios de 12 voltios en la parte delantera
• Asiento del conductor con reglaje lumbar
• Faros halógenos
• Airbag laterales en primera fila
• Climatizador manual
• Regulador y limitador de velocidad
• Rueda de repuesto homogénea
• Lunas traseras sobre tintadas
• Pack Look
• Luces y limpiaparabrisas automáticos
• Llantas de acero de 16 pulgadas
• Puerta lateral derecha

Active (añade)

• Detector de obstáculos trasero
• Volante con mandos
• Detector de fatiga
• Cristales en la segunda fila
• Llanta de chapa de 17 pulgadas
• Airbag de cortinilla en segunda y tercera fila
• Refrigeración adicional en la parte trasera
• Segunda fila con asientos 2/3 y 1/3
• Puerta lateral izquierda

Business VIP (añade)

• Head Up Display
• Volante de cuero con mandos integrados
• Asientos delanteros calefactables y con ajustes eléctricos
• Llantas de aluminio de 17 pulgadas
• Acceso y arranque manos libres
• Faros de Xenón
• Climatizador automático
• Cortinillas laterales en la segunda fila
• Lunas traseras sobre tintadas
• Segunda fila con 2 butacas individuales en cuero
• Tercera fila con 3 o 2 butacas en cuero
• Apertura eléctrica de puertas laterales

Allure (añade)

• Pantalla táctil de 7 pulgadas
• Toma de accesorios de 220 voltios
• Preinstalación de conexión para remolque
• Luneta trasera térmica
• Techo acristalado

Precios Peugeot Traveller

Opinión del editor

• Valoración del editor
• Puntuación 4.5 estrellas
• Excepcional

^€27.811 a ^€41.325

• 80%

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• Peugeot Traveller Standard VIP 2.0 BlueHDi 180
• Reseña de: Diego Ávila
• Publicado el:
• Última modificación:

• Diseño exterior

  Editor: 40%
• Diseño habitáculo

  Editor: 45%
• Plazas delanteras

  Editor: 80%
• Plazas traseras

  Editor: 100%
• Maletero

  Editor: 90%
• Mecánica

  Editor: 75%
• Consumos

  Editor: 95%
• Confort

  Editor: 75%
• Precio

  Editor: 80%

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Galería de imágenes Peugeot Traveller

Más información sobre este modelo

Peugeot Traveller

• Plazas 8
• Potencia 120 - 177 cv
• Consumo 6,3 - 7,4 l/100km
• Valoración 4,3