Prueba smart fortwo y forfour, llega el motor turbo con cambio automático de doble embrague

Prueba smart fortwo forfour automático

Una de las acepciones de la palabra smart es la que hace referencia a la inteligencia. No es de extrañar que Daimler decidiera utilizar este nombre para su marca de coches pequeños, esos coches que están destinados a las ciudades y que aplican las soluciones más inteligentes. Hace ya varios meses que los nuevos smart fortwo y smart forfour están a la venta, pero ahora llega al mercado español una de las opciones más inteligentes para ambos modelos, el cambio automático.

Hasta ahora los smart fortwo habían destacado por ofrecerse siempre con un cambio manual robotizado (los forfour tuvieron cambios manuales). En esta nueva generación, en Daimler lanzaron los fortwo y forfour con cambio manual y dos mecánicas, pero ahora llega el cambio automático de doble embrague DCT twinamic asociado al motor 0.9 turbo de 90 caballos. Se trata de una alternativa muy inteligente para quienes buscan un coche cómodo y fácil de usar en ciudad.

Algo único en su segmento

Prueba smart fortwo forfour automático

Cuando hablamos de coches urbanos, el hecho de que estos tengan cambio automático es un factor muy interesante. En ciudad es donde más se utiliza el cambio y es donde más se notan las ventajas de una caja automática, especialmente con tráfico denso. Aumenta el confort y se reduce el estrés, pero encontramos que normalmente las cajas de cambio automáticas de los coches más pequeños no acaban de convencernos.

Las cajas de cambio pilotadas, como la del anterior smart, o algunas automáticas de convertidor de par no muy avanzadas técnicamente son las opciones que nos ofrecen los fabricantes. La ventaja, especialmente de las primeras, es que son más económicas (importante en coches pequeños) pero no ofrecen un funcionamiento rápido y suave. El precio de la caja automática twinamic es de 980 euros para el pequeño fortwo y de 1.175 euros para el forfour, precios bastante asumibles pese a ser un producto técnicamente más elaborado que el de la competencia.

Prueba smart fortwo forfour automático

Con el cambio automático twinamic, smart ofrece algo único en el mercado. No hay coches tan pequeños con caja de cambios de doble embrague. Sobre el papel, las ventajas son claras, ya que ganaremos en rapidez en los cambios de velocidad y tendremos la suavidad de un cambio automático. Más adelante comprobaremos que tal funciona tanto en los fortwo como en los forfour.

La caja de cambios DCT twinamic es de origen Renault, al igual que los motores de los smart, y tiene seis velocidades, a diferencia de las cinco de los manuales. Está asociado a Stop & Start y ofrece dos modos de conducción, ECO y Sport. Este cambio puede asociarse tanto a las versiones 1.0 atmosféricas de 71 caballos, como a las 0.9 turbo de 90 CV. Los consumos son iguales en el caso del atmosférico y 0,1 litros inferiores en los turbo, que son los que hemos probado. En cuanto a prestaciones, el 0-100 puede llegar a ser hasta un segundo más lento en el peor de los casos (forfour 71 CV DCT, 16,9 segundos).

Poniéndolos a prueba

Prueba smart fortwo automático

Ha llegado el momento de comprobar el funcionamiento del cambio de doble embrague twinamic. Recordamos que los smart son todo atrás, con el motor ubicado bajo el maletero en posición transversal. La tracción es a alas ruedas traseras. Eso hace que la dirección tenga un ángulo de giro de 51º y que los smart puedan dar la vuelta entre bordillos en un radio de 6,95 y 8,65 metros para los fortwo y forfour, respectivamente.

Comenzamos nuestra prueba con el smart fortwo, y para arrancarlo, hay que introducir la llave en el bombín de arranque y girarla. Actualmente las llaves no se corresponden con el diseño del coche, pero a partir de septiembre estrenarán un diseño algo más moderno. El motor 0.9 turbo de 90 caballos cobra vida y deja claro que se trata de un tres cilindros. Al ralentí notamos algunas vibraciones, especialmente en el asiento. Cabe destacar que el en el forfour las vibraciones del motor (y el ruido) se notan menos al estar este algo más lejos.

Prueba smart forfour automático

El motor de los smart fortwo y forfour se ubica bajo el suelo del maletero

Colocamos el selector del cambio en D y, comienza la prueba dinámica. Comprobamos como desde parado y sin acelerar el coche sale con suavidad, algo importante a la hora de maniobrar. Los primeros kilómetros de la prueba transcurren en recorrido urbano y vemos que el funcionamiento de la caja es muy bueno. El coche circula de forma silenciosa y con suavidad, efectuando unos cambios de marcha que no se notan.

En el momento de demandar una fuerte aceleración, notamos que la caja tarda algo en responder. Es un problema común de los cambios de doble embrague, ya que siempre (salvo en la última velocidad) llevan preparada la velocidad inmediatamente superior. Si aceleramos con fuerza, el coche deberá reducir y ahí la rapidez del cambio se ve mermada. De equiparse las levas, también es aconsejable anticiparse y reducir manualmente una o dos velocidades (se puede hacer también desde la palanca). De esta forma la reacción parece más rápida. Los cambios ascendentes son rápidos y no hay interrupción de potencia, ni por tanto, brusquedades como las de una caja manual pilotada.

Prueba smart forfour automático

Un punto que sí es mejorable es la respuesta desde parado. Si pisamos el pedal a fondo notaremos que al coche le cuesta un tiempo reaccionar e iniciar la marcha. La aceleración del motor no es pasmosa, pero es más que suficiente para un coche urbano de estas características, siendo ágil en ciudad y ganando velocidad en vías extraurbanas con bastante soltura. No es un coche torpe.

A la hora de circular podemos elegir dos modos de conducción, ECO y Sport. El primero nos llevará en la velocidad más larga posible para ahorrar y el segundo va más alto de vuelta y cambia más rápido, además de a mayores revoluciones. Particularmente, me gusta más el comportamiento en Sport. Al ir siempre en una relación más corta el motor vibra menos (no va forzado por un desarrollo largo) y el coche es mucho más ágil. Claro que, repercute en los consumos.

Prueba smart forfour automático

En carretera, el modo Sport resulta más interesante, no solo por la respuesta más viva del coche, sino porque el motor retiene más y no se nos embala en las bajadas. Si bien en el aspecto mecánico no se perciben diferencias entre el fortwo y el forfour, a nivel dinámico si las hay. El smart forfour es más coche. Lógico. Su mayor batalla hace que el coche sea más aplomado y tenga más estabilidad a altas velocidades, especialmente cuando hay viento cruzado, que se deja notar. En el fortwo hay que corregir más la trayectoria.

Por su parte, el fortwo tiene la ventaja de ser más ágil en entornos urbanos, donde se puede dar la vuelta con facilidad en cualquier parte y aparcar. El forfour es para quien busque más polivalencia y el tamaño no sea lo más importante. O sí. Según desde donde se mire.

Prueba smart fortwo automático

En general el tarado de ambos coches es muy confortable. Las suspensiones son blandas y filtran bien las irregularidades. El habitáculo está bien insonorizado, pese a llevar el motor «dentro» y a 120 km/h el interior es bastante silencioso, incluso en las versiones con techo de lona y con este abierto o cerrado. La dirección no es nada comunicativa y tiene un buen tacto, especialmente en ciudad, el hábitat natural de estos coches. El punto más negativo en el aspecto dinámico probablemente sea el freno, de tacto esponjoso y poco dosificable. Cuesta cogerle el tacto y al principio las frenadas son On-Off.

Los consumos otra de las virtudes de estos pequeños utilitarios. El motor 0.9 turbo no es muy sediento. Teniendo en cuenta que en las presentaciones se conduce de forma poco eficiente (revoluciones, cambios de marcha, aceleraciones…) las medias de consumo han rondado los 6,5 litros en recorridos tanto urbanos como mixtos. El Stop & Start es clave, pero es poco suave (especialmente al pararse) y en muchas ocasiones no se muestra rápido a la hora de arrancar.

Prueba smart forfour automático

Smart tiene mucha confianza depositada en este nuevo cambio automático, que lo cierto es que hace tanto de los fortwo como de los forfour unos coches muy interesantes para el entorno urbano, con bajos consumos, maniobrabilidad y estilo a raudales si también se busca ese toque cosmopolita. Dada la tradición de cambios automáticos en la marca, se espera que la mayoría de las unidades vendidas estén equipadas con el cambio DCT de doble embrague.

Los smart fortwo y forfour en parado

Como en ActualidadMotor no habíamos tenido ocasión de probar los smart fortwo y forfour hasta esta presentación, vamos a hacer también un repaso de ambos modelos en parado, especialmente en lo relativo al interior, sus calidades y su habitabilidad. En el exterior ambos comparten elementos de diseño, con la célula tridion como elemento diferenciador. Smart ofrece infinidad de opciones y combinaciones para personalizar ambos modelos, pudiendo obtener combinaciones realmente llamativas.

smart fortwo

Prueba smart fortwo automático

Vayamos por partes, primero el más pequeño, el smart fortwo. Acceder al interior es muy sencillo, gracias a las grandes puertas, que abren además en un ángulo generoso. Esto que puede ser una ventaja, tiene también una cara negativa, como es la dificultad de acceder si el espacio es reducido. Una vez acomodados en el asiento, no tardaremos en encontrar postura, pese a que el volante no tiene regulación en profundidad.

Ante el conductor tenemos un volante multifunción que aglutina los controles del equipo multimedia, del ordenador de abordo (bastante completo) y del regulador y limitador de velocidad, estos últimos con un tacto mejorable. El cuadro de relojes ofrece una lectura sencilla de la velocidad. El cuentavueltas es opcional y se sitúa a la izquierda, junto al pilar A, incluyendo también un reloj analógico. La pantalla táctil del sistema multimedia (de equiparse) y los mandos de la climatización están situados en una posición cómoda aunque para consultarlos hay que desviar la vista. La pantalla responde bien a las pulsaciones, actúa rápido. A la altura de la rodilla izquierda del conductor hay algunos botones para desactivar sistemas como el avisador de cambio involuntario de carril, el Stop & Start y otros. No están muy visibles, pero tampoco se usan con frecuencia.

Prueba smart fortwo forfour automático

Volviendo al equipo multimedia, merece mención especial el navegador Garmin que ofrece smart. Las indicaciones de voz llegan algo tarde y la localización no es muy exacta, con cierto margen de error entre lo que muestra el gráfico y la realidad que hará que muchas veces nos pasemos los cruces, ya que en el mapa parecen estar más adelante. En ocasiones también recalcula las rutas de forma extraña y puede hacernos dar alguna vuelta de más.

El selector del cambio automático queda situado en una posición elevada. A su izquierda se encuentra el botón selector de los modos de conducción. Encontraremos que todos los plásticos del habitáculo son duros, pero es justo reconocer su buen ajuste y ausencia de grillos así como su aparente durabilidad.

Prueba smart fortwo automático

En cuanto a habitabilidad, el único problema puede ser que el asiento del copiloto sin regulación de altura puede quedar muy alto, pero desde luego, el smart fortwo es más grande por dentro que por fuera. El maletero tiene una capacidad de 190 litros, con unas formas aprovechables y suficiente para los recados diarios en la gran ciudad. Al no ser un coche pensado para viajar, un maletero grande no es necesario. Se abre en dos partes, primero la luneta, hacia arriba, y luego el portón, hacia abajo. Este último aguanta 100 kilos de peso y tiene un pequeño compartimento para guardar objetos. Bajo el suelo del maletero se encuentra el motor.

smart forfour

Prueba smart forfour automático

El smart forfour puede considerarse algo así como la versión de batalla larga del fortwo. Las plazas delanteras y el habitáculo son idénticos, con la diferencia de que las puertas son algo más pequeñas. La principal diferencia es que ganamos dos plazas posteriores (es un 2+2), que pueden tener una consola desmontable que no queda muy bien fijada entre los asientos traseros. El espacio por anchura y altura es bueno, la amplitud para las piernas vendrá marcada por la posición de los asientos delanteros, pero dados los 3,49 metros de longitud, resulta espacioso.

El espacio en las plazas traseras es más cuestión de sensación, ya que los respaldos de los asientos delanteros de toda la gama smart son fijos de una pieza y restan bastante visibilidad a los pasajeros traseros, creando esa sensación de claustrofobia. Las ventanillas traseras se abren en forma de compás y el techo panorámico de cristal o el practicable de lona son opciones interesantes para mejorar la luminosidad interior y la sensación de espacio.

Prueba smart forfour automático

En este caso el maletero tiene 185 litros de capacidad, conservando unas formas aprovechables. El motor también esta ubicado en la parte baja y el acceso es mediante un portón de una pieza que se levanta hacia arriba. En ambos modelos la boca de carga puede resultar algo elevada.


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