Prueba Volkswagen Polo GTI 2023, deportividad para el día a día

Polo lateral frontal

El Polo GTI es la versión más deportiva y prestacional del Volkswagen Polo, un turismo utilitario con carrocería convencional de dos volúmenes. Este coche fue actualizado por su fabricante en 2021. Recibió cambios tanto estéticos como tecnológicos. Por entonces, la construcción del GTI se había descontinuado, pero en 2022 Volkswagen decidió volver a comercializarlo con 7 CV más de potencia máxima (pasó de 200 a 207). En general, se puede definir como un automóvil con un comportamiento dinámico muy superior al de la media de su categoría que no renuncia a un buen grado de practicidad.

Al igual que el Ford Fiesta ST (200 CV) y el Hyundai i20 N (204 CV), sus principales rivales en el mercado español, el Polo GTI está orientado a un cliente que busca un vehículo de dimensiones compactas, pero con cinco puertas y cinco plazas homologadas, que tenga un nivel de rendimiento elevado y ofrezca sensaciones placenteras y divertidas cuando se conduce. Está a la venta desde 34.540 euros, por lo que no se trata de un producto barato a pesar de ser relativamente pequeño. Por esa cantidad de dinero se obtiene una caja de cambios automática y mucho equipamiento de utilidad.

Polo lateral trasera

207 CV y cambio DSG: claves para lograr alto rendimiento y bajo consumo

En el Volkswagen Polo GTI se instala un motor de gasolina turboalimentado con cuatro cilindros, 2,0 litros de cubicaje y hasta 207 CV de potencia. Entrega un total de 320 Nm de par. Sito sobre el eje delantero, el único motriz de los dos, este propulsor se acopla a una transmisión automática DSG con 7 relaciones que funciona mediante mecanismo de doble embrague robotizado. Esta caja de cambios permite realizar transiciones de marchas “manualmente” desde unas levas colocadas en la parte posterior del volante. Están hechas de plástico, no son fijas y actúan de una manera precisa.

Gracias a las cifras anteriores y a un peso en vacío de 1.450 kg, el coche en cuestión logra acelerar de 0 a 100 km/h en 6,5 segundos y alcanzar una velocidad punta de 240 km/h. Son excelentes números para el segmento en el cual compite. Sin embargo, su consumo de carburante no es elevado. Volkswagen ha conseguido homologar un gasto medio de 6,8 l/100 km según procedimiento WLTP, lo que está muy bien teniendo en cuenta la rapidez con la que puede moverse. Por el contrario, el depósito de este automóvil tiene sólo 40 litros de capacidad que, pese a ser lo habitual en su clase, resulta poco a la hora de afrontar largas distancias (la autonomía rara vez supera los 500 kilómetros).

Polo interior

Su tamaño y su diseño permiten no echar de menos al Volkswagen Golf GTI

El Polo GTI mide 4,07 metros de longitud, 1,75 de anchura y 1,43 de altura (0,015 menos que uno normal). Su distancia entre ejes es de 2,55 metros. Son las dimensiones propias de un compacto estándar de hace un par de décadas (los utilitarios actuales han crecido mucho de tamaño), de modo que cuenta con un habitáculo apto para que viajen en él cinco personas. Cuatro lo harán con cierta comodidad si no son de gran estatura, ya que la plaza central trasera es muy estrecha y está pensada para trayectos cortos.

Las cotas interiores son generosas si se comparan con la media de los automóviles de su categoría. En este aspecto, el Polo GTI no tiene diferencias significativas respecto a uno básico. Destaca frente a sus rivales por longitud y anchura tanto en la primera como en la segunda fila de asientos. No así en la altura del habitáculo, que es algo más limitada, especialmente delante y sobre todo si se equipa techo de cristal practicable. A cambio, el maletero es bastante grande: 351 litros de capacidad mínima, que pueden ampliarse hasta más allá del millar si se abanten los respaldos de las plazas traseras.

Si se compara con un Volkswagen Golf GTI actual (2020), modelo superior y con el cual comparte muchos rasgos estéticos además de unas prestaciones muy parecidas (eso sí, su consumo es sensiblemente mayor), este Polo GTI es un coche con unas medidas de cabina similares (ligeramente inferiores en la zona posterior) y con un espacio de carga 23 litros más pequeño, lo cual es inapreciable en la práctica. Considerando que el Golf es 22 cm más largo, el Polo es un vehículo que, en general, resulta mejor optimizado y dispone de un mayor nivel de practicidad en entornos urbanos (es un poco más sencillo de estacionar). Por supuesto, también es mucho más barato: alrededor de 14.000 euros que, en nuestra opinión, no merece la pena pagar.

Polo aleta

Calidad media, mucho equipamiento y un sistema multimedia decepcionante

Evidentemente, la calidad de los materiales y de los ajustes del Polo GTI es peor que la de su “hermano mayor”, un compacto más sólido y “redondo” en casi todos los sentidos. No quiere decir que esté mal construido. Simplemente, para su fabricación se emplea un módulo acortado de la plataforma MQB y una serie de componentes interiores donde predomina el uso de plásticos duros de calidad media (no son ásperos al tacto, pero se perciben muy ordinarios). Es lo habitual en este segmento y Volkswagen ha decidido no destacar en él empleando piezas con mayor empaque o mejor apariencia. Al menos, las molduras pintadas en rojo brillante sobre el salpicadero o la consola central, así como los múltiples detalles carmesí y los emblemas con la denominación GTI, son originales y contribuyen a una atmósfera deportiva y desenfadada.

En el apartado del equipamiento, este coche tiene una dotación tecnológica y de confort elevada. Por ejemplo, de serie ya lleva siete airbags (incluyendo uno central delantero), anclajes ISOFIX para sistemas de retención infantil en tres de los cinco asientos, un buen conjunto de ayudas a la conducción (el asistente de cambio de carril y el reconocimiento de señales son opcionales), faros LED matriciales y adaptativos con franja diurna sobre la calandra, luces antiniebla frontales, cuatro modos de conducción, retrovisor interior con función antideslumbrante, volante y asientos delanteros completamente ajustables de forma manual, apoyabrazos central, climatizador bizona, lunas traseras tintadas, pilotos con intermitentes dinámicos, tapicería de tela a rayas, freno de mano mecánico (con palanca), maletero iluminado y llantas de 17 pulgadas (las de 18 llevan sobrecoste).

La parte que, sin duda, más decepcionante nos ha parecido del Polo GTI es la que tiene que ver con el infoentretenimiento y los controles del sistema multimedia, el cual está compuesto por dos pantallas: una táctil de 8 pulgadas situada en la parte superior de la consola central y otra normal de 10, tras el volante, que hace de cuadro de instrumentos digital. Como ya es frecuente en otros productos del Grupo Volkswagen desde hace tres años, el software de este vehículo tiende a dar muchos fallos: apagones repentinos, falta de respuesta, acciones erróneas en los botones hápticos del climatizador, del volante o de la pantalla central, mala compatibilidad móvil con Apple que provoca “pixelaciones” y distorsiones de imagen en Google Maps mientras se usa la aplicación, etc. Además, el visor principal, aunque intuitivo, no se caracteriza por ser rápido y acusa muchos reflejos cuando recibe luz directa del exterior. En definitiva, no está a la altura de los vehículos de esta marca.

Polo asientos delanteros

Impresiones de conducción: la esencia de un verdadero “hot hatch” alemán

Al Volkswagen Polo GTI se le puede definir, en términos dinámicos, como el deportivo de tracción delantera “perfecto”. Este automóvil tiene un comportamiento muy bueno, sin llegar a la “radicalidad” y la “precisión” que presenta, por ejemplo, un Fiesta ST. No deja de ser un coche con un chasis que prioriza la estabilidad y el agarre sobre el confort, pero lo hace con ciertas concesiones a la comodidad, lo que contribuye a pensar que es un verdadero “hot hatch” germano, a la altura del Golf GTI: sencillo de conducir a ritmos elevados, de reacciones ágiles y predecibles, pero ante todo equilibrado.

Hemos probado una unidad que contaba con un tren de rodaje deportivo al que la marca llama Sport Select y que dispone de amortiguadores de dureza variable, así como una barra estabilizadora delantera más gruesa. La diferencia entre el modo convencional y el deportivo es notable, pero no abismal. En su posición estándar, la suspensión resulta ya bastante dura, pero no seca. Responde bien en baches de cualquier frecuencia, pero su calidad no es suficiente como para evitar las sacudidas en resaltos agudos, habituales en las ciudades. En su posición más rígida o firme, los cambios de apoyo se suceden con mayor rapidez y el paso por curva mejora perceptiblemente.

Sobre el motor y el cambio de marchas, no hace falta decir mucho: es una combinación más que acertada y que se traduce en unas prestaciones excelentes para este segmento del mercado. El propulsor tiene rendimiento de sobra como para sentir adrenalina a los mandos, mientras que la caja de transmisión DSG funciona de una manera tan suave y eficaz como briosa. La verdad es que no se echa de menos un cambio manual porque Volkswagen ha hecho un utilitario divertido, agradable y con esencia de GTI tradicional.

Polo IQ

Además, pese a tratarse de un gasolina con 2 litros de cilindrada, el gasto de combustible que puede llegar a obtenerse sorprende mucho, máxime si se tiene en cuenta que no es un modelo ciertamente ligero (pesa cerca de 1,5 toneladas). En ciudad, es complicado bajar de 8 l/100 km, pero en autovía y a velocidades legales, es posible mantener 6 l/100 km si las condiciones son favorables (poca carga, poco viento, poca pendiente, etc.). Con el modo Eco, es posible conducir “a vela”, es decir, sin retención, maximizando la inercia cuando no se pisa el pedal del acelerador.

Llaman la atención, para bien, dos aspectos: lo bien que iluminan los faros IQ.LIGHT por la noche y la capacidad de frenada que tiene el Polo GTI sin llevar instalados unos frenos fuera de lo común. Por el contrario, los asientos son algo fatigosos cuando se afrontan trayectos largos, fruto de la naturaleza utilitaria y deportiva de este vehículo. El puesto de conducción es normal y apto para personas de hasta 1,90 metros de estatura. Con los ajustes más dinámicos, parece que el sonido del motor sale por los altavoces. Esto no es malo, pero genera una sensación menos pura y más artificial.

Por lo demás, la puesta a punto de la dirección nos parece bastante adecuada (aunque la hubiésemos preferido un poco menos filtrada en todo un GTI), la maniobrabilidad y la visibilidad son buenas, mientras que la calidad de rodadura es extraordinaria para esta clase de automóvil: aislamiento acústico, estabilidad e impresión de hermeticidad por encima de la media de los coches de su tamaño y precio. Se acusan pequeños ruidos interiores de desajustes (roces) con aproximadamente 7.500 km de uso y un año de antigüedad.

Polo instrumentación

Precios del Volkswagen Polo GTI 2023: un juguete cada vez menos asequible

Hablando de precio, el coste de adquisición del Volkswagen Polo GTI es de 34.540 euros, si bien puede llegar a superar los 40.000 a base de equipamiento opcional (como ocurría en la unidad que hemos probado). Es una cantidad de dinero asumible si se contemplan las ventajas de este coche: polivalente, con más de 200 CV y con cambio automático. Además, cuenta con mucho equipamiento de serie. Si sólo se tiene en consideración sus dimensiones exteriores, es una cifra alta para un utilitario.

Frente a sus alternativas, es la opción más cara con diferencia: el Fiesta ST cuesta 31.250 euros y el i20 N vale 31.440 euros. Resulta cuanto menos sorprendente que hace menos de cinco años, cuando el Polo GTI de segunda generación fue lanzado al mercado por primera vez, Volkswagen pedía por él un mínimo de 23.920 euros (versión con cambio manual). En otras palabras, para obtener este producto en 2023 hay que pagar casi un 50% más que en 2018.

Polo GTI

Conclusión: el utilitario más equilibrado con el que te puedes divertir a diario

Caro o barato, no hay otro compacto utilitario de alto rendimiento con cinco puertas tan completo, versátil y equilibrado como este. Nos complace muchísimo que haya turismos que, aunque no destaquen fundamentalmente en nada o se caractericen por algo en concreto, lo hagan bien casi todo (y este uno de ellos). El Polo GTI es un coche divertido, pero neutro, que busca gustar a la mayoría de los conductores.

El anterior “casi” tiene su origen en un sistema multimedia que, esperemos, la marca alemana sea capaz de mejorar pronto. En cualquier caso, no es el peor de los puntos en un automóvil pensado para disfrutar de la conducción, si bien va cargado de equipamiento de confort y seguridad activa. Abundan los detalles que hacen referencia, con orgullo, a la condición de GTI, siglas a las que este Polo honra con sus excelentes cualidades.

Galería fotográfica del Volkswagen Polo GTI 2023 (blanco y con techo solar)


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