Prueba Volvo V60 Plug-In Hybrid, al volante

Prueba Volvo V60 Plug-In Hybrid 2014

Ayer hablábamos del Volvo V60 Plug-In Hybrid, el nuevo modelo híbrido enchufable de Volvo que hemos tenido la oportunidad de probar en una muy breve toma de contacto, con motivo de las Jornadas de conducción segura Volvo a las que asistíamos la semana pasada en el circuito madrileño del Jarama.

Entonces te explicábamos en qué se diferenciaba de un V60 estándar, cuál era su equipamiento y, por último, a qué precio podíamos hacernos con el primer híbrido diésel enchufable. Hoy toca analizar cómo se comporta y qué ofrece, qué es eso de híbrido enchufable y qué es eso de contar con hasta 50 km de autonomía eléctrica.

Híbrido enchufable y 285 caballos

Lo primero que llama la atención del Volvo V60 Plug-In Hybrid es su potencia. Cuenta con 285 caballos en total, conseguidos a base de optar por el diésel más potente de la gama, el D6 de 5 cilindros de 215 caballos, en combinación con un sistema eléctrico de 70 caballos de potencia. El primero actúa en el eje delantero mientras que el segundo lo hace en el trasero. Tenemos, por tanto, un vehículo de tracción total.

Prueba Volvo V60 Plug-In Hybrid 2014

A esto hay que sumar la posibilidad de enchufar a la red el coche, de modo que, además de cargar las baterías con el propio motor térmico y mediante las frenadas, podemos realizar recargas con el coche parado. Esto se traduce en una media de sólo 1,8 l/100 km de consumo según la homologación actual, una cifra ridícula para un coche que roza los 300 caballos. El truco reside en su autonomía eléctrica, hasta 50 km.

Volvo asegura que una gran parte de los conductores realiza menos de esos 50 km en sus trayectos de casa al trabajo, proponiendo una autonomía idónea para, una vez volvemos a casa, poder enchufar el coche a la red, por ejemplo por la noche, sin gastar una sola gota de combustible. Por otro lado, en caso de necesitar potencia o circular a gran velocidad, obtenemos la fuerza de ambos motores.

Prueba Volvo V60 Plug-In Hybrid 2014

La pega llega por parte, precisamente, de la recarga doméstica. El Volvo V60 Plug-In Hybrid puede recargarse por completo en 7,5 horas con enchufe de 6 A, en 4,5 horas con enchufe de 10 A y 3,5 horas con enchufe de 16 A. Lo cierto es que, aun siendo un inconveniente, al contar con un motor alternativo diésel, podremos seguir circulando sin carga eléctrica.

Al volante

Tras la teoría llega la práctica. Es el momento de ponerse al volante. En la primera toma de contacto, nos instan a probar los 3 modos de conducción disponibles: Pure, Hybrid y Power. El primero de ellos fuerza la entrada del motor eléctrico hasta 50 km según la carga y condiciones. El segundo utiliza ambos primando la propulsión eléctrica, mientras que el tercero busca la máxima potencia de ambos motores ofreciendo un vehículo de tracción total capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 6,1 segundos.

Prueba Volvo V60 Plug-In Hybrid 2014

Primero indagamos en el modo Pure, completamente eléctrico. Destaca su vitalidad a la hora de pisar el acelerador. No hay que ser tan suave como con un híbrido convencional para evitar que arranque el motor térmico. Es perfecto para el entorno urbano, evitando ruidos o vibraciones molestas, aunque funciona hasta 120 km/h. Para recargar la batería bastará con pisar el freno, con un tacto muy extraño, como si de un resorte se tratara, pero relativamente sencillo de utilizar.

Pasamos al modo Hybrid, en el que se prima el uso del motor eléctrico. La diferencia es que aquí, cuando demandemos más potencia, será más fácil que entre en funcionamiento el motor diésel para favorecer las aceleraciones. Sorprende la inapreciable entrada del motor térmico, más tratándose de un diésel. Es un modo perfecto para una circulación estándar, consiguiendo consumos muy bajos a poco que no tengamos muy pesado el pie derecho.

Prueba Volvo V60 Plug-In Hybrid 2014

Por último, probamos el modo Power, seguramente el que más nos sorprendió. Olvidamos que nuestro coche se enchufa a la red cual electrodoméstico, nos olvidamos de cuidar el consumo, y acabamos con un coche de 285 caballos y tracción total para cuando vayamos a rodar rápido. La respuesta es contundente y el control muy alto, ya lo dijimos cuando probamos un V60 estándar. Además, cuenta con una caja de cambios automática convencional, de convertidor de par, dejando de lado las poco deportivas CVT. El cambio entre marcha y marcha es, por tanto, suave y bastante rápido.

El Volvo V60 Plug-In Hybrid cuenta, además, con otros dos modos alternativos. Uno de ellos, denominado Save, guarda unos 20 km de autonomía eléctrica para poderla utilizar en momentos especiales como, por ejemplo, zonas reservadas a vehículos sin emisiones. El otro modo combina ambos motores para ofrecer, en todo momento, tracción total, ideal para superficies deslizantes. El coche, en caso de detectar pérdidas de adherencia, utiliza la tracción total de forma automática.

Prueba Volvo V60 Plug-In Hybrid 2014

Tras este primer contacto, ha quedado claro que Volvo apuesta por vehículos más eficientes, aunque este V60 Plug-In Hybrid sea un coche de nicho, con un precio de 60.900 euros. Por mi parte, confío cada vez más en estos vehículos, ofreciendo autonomías eléctricas cada vez mayores y más acertadas capaces de reducir los consumos reales.


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