El horizonte de Tesla para 2026 se está llenando de proyectos que pueden cambiar tanto su gama de vehículos como la forma en la que usamos el coche en el día a día. La casa yanqui sigue atravesando una etapa de transición, en la que combina la expansión de su negocio hacia campos como la robótica. Y lo hace con el diseño de nuevos modelos eléctricos más asequibles, deportivos de altas prestaciones y servicios de conducción autónoma.
Con todo este movimiento es normal que haya confusión sobre qué llegará realmente al mercado y cuándo. A partir de las pistas que ha dado Elon Musk, directivos de la compañía, ofertas de empleo, filtraciones y los plazos marcados por las autoridades europeas se puede dibujar un escenario bastante claro de las grandes novedades de Tesla previstas para el próximo 2026. Todo ello, en conjunto, supone un impacto especial en España y el resto de Europa.
Tesla Cybercab y el salto al robotaxi…
Entre los proyectos más llamativos está el Cybercab, un vehículo concebido para operar como robotaxi. Se trataría de un coche de dos plazas, sin volante ni pedales, diseñado específicamente para ofrecer transporte sin conductor en entornos urbanos. Frente a los Tesla actuales, no hablamos de una simple adaptación, sino de un producto totalmente nuevo orientado a flotas. Hoy por hoy Tesla sigue probando el transporte sin conductor mediante una flota de Model Y modificados.
Estos sirven como laboratorio rodante para el software de conducción autónoma. Sin embargo, la compañía estaría ya afinando los procesos de producción de un vehículo dedicado a este servicio. Diversas fuentes apuntan a que los primeros Cybercab podrían empezar a operar de forma limitada a partir de 2026, aunque su implantación masiva dependerá en gran medida de la regulación local en cada país europeo.
Model 2 / Model Q: el compacto asequible para Europa…
El modelo llamado a marcar un antes y un después en ventas sería el conocido provisionalmente como Tesla Model 2 o Model Q, un eléctrico del segmento C pensado para competir con compactos como los Volkswagen ID.3, Renault Mégane E-Tech o el Renault 5 E-Tech. Este coche se presenta como la puerta de entrada a la gama Tesla, con un precio objetivo que podría situarse en torno a los 25.000 dólares, es decir, por debajo de los 30.000 euros antes de impuestos en Europa.
Una de las teorías que circulan entre analistas y fuentes de la cadena de suministro es que este Model 2 sería, en esencia, una versión del Cybercab equipada con volante, pedales y un interior más tradicional. Es decir, Tesla aprovecharía la base técnica y de fabricación, pero adaptada al uso particular. Esta estrategia permitiría repartir costes entre el coche privado y el robotaxi, algo clave para lograr precios contenidos sin renunciar a la tecnología propia de la marca.
Arquitectura «unboxed» para abaratar costes…
Buena parte de la viabilidad del compacto de acceso descansa en el nuevo método de fabricación que Tesla denomina «unboxed». En lugar del proceso clásico, en el que la carrocería recorre una línea de montaje lineal mientras se le van añadiendo piezas, la idea es montar grandes módulos del coche por separado para unirlos al final, casi como si se tratase de bloques de construcción. Según la información de varias fuentes el sistema permitiría reducir tiempos de montaje, soldaduras y operaciones de pintura.
Además, también necesita menos mano de obra, lo que bajaría el coste por unidad respecto a modelos de producción tradicional como un Toyota Corolla. Para los compradores europeos, esto se traduciría en un Tesla de tamaño comedido, más fácil de aparcar en ciudad y con un precio más cercano a los eléctricos generalistas que a las berlinas premium. Este nuevo método de fabricación sería clave para esa estrategia.
Baterías LFP y eficiencia para el día a día…
En cuanto a la parte técnica, todo apunta a que el nuevo compacto apostará por baterías LFP (fosfato de hierro y litio) de alrededor de 50 a 55 kWh de capacidad. Esta química sacrifica algo de densidad energética frente a otras celdas, pero ofrece ventajas importantes: mayor resistencia al paso del tiempo, tolerancia a cargas frecuentes al 100 % y un coste inferior, algo clave para mantener el precio a raya.
Combinado con una carrocería muy trabajada aerodinámicamente y un peso contenido, se baraja un consumo en torno a los 12,5-13 kWh/100 km, cifras muy ajustadas para un compacto eléctrico. En términos de homologación WLTP, eso podría situar la autonomía oficial entre 400 y 500 kilómetros, con unos 350 kilómetros reales en uso mixto. Esta autonomía lo llevaría en una posición muy cómoda para el conductor medio en España, que combina desplazamientos urbanos con trayectos de fin de semana o alguna escapada de larga distancia usando la red de Supercargadores.
Prestaciones y practicidad del futuro compacto de Tesla…
Más allá del precio, Tesla parece querer mantener el sello de la marca en cuanto a prestaciones y uso cotidiano. Todo indica que el modelo apostará por tracción trasera (RWD), una configuración que suele ser más eficiente y agradable de conducir que la tracción delantera habitual en otros compactos eléctricos. Las estimaciones hablan de una potencia de alrededor de 150 kW (unos 200 CV), capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en aproximadamente 7 segundos.
Sin ser un coche deportivo de circuito, sería más que suficiente para ofrecer recuperaciones ágiles en autopista y una salida viva en ciudad. Además, los primeros planos filtrados apuntan a una carrocería de unos cuatro metros de largo, con un diseño que recuerda a una especie de Model Y reducido, pero con gran capacidad de maletero: se habla de entre 470 y 600 litros sumando el cofre delantero y los distintos huecos de carga. Ese nivel de practicidad podría hacerlo especialmente atractivo para familias jóvenes y quienes quieren un único coche para todo.
Roadster 2.0: el regreso del deportivo eléctrico…
En el extremo opuesto de la gama, 2026 también asoma como fecha probable para el debut del nuevo Tesla Roadster. Este coupé cabrio deportivo de altas prestaciones fue anunciado por primera vez en 2017 y desde entonces ha acumulado retrasos, pero Tesla mantiene vivo el proyecto, como demuestran diversas ofertas de empleo para ingenieros y técnicos vinculados específicamente a su desarrollo y producción.
Desde la compañía se ha deslizado que la presentación del modelo será un evento muy especial, en el que se mostrarían tanto el diseño definitivo como algunas de sus tecnologías más avanzadas. Aunque aún no hay detalles cerrados para Europa, es previsible que el Roadster llegará a España y al resto de la UE como un producto de nicho, con tiradas limitadas y precios muy por encima del resto de la gama, destinado a reforzar la imagen de marca tecnológica más que a aportar volumen de ventas. El interés por el nuevo Tesla Roadster sigue vigente pese a los retrasos.
FSD Supervisado: la pieza clave para 2026 en Europa…
Mientras se ultiman los nuevos modelos, Tesla trabaja a contrarreloj en la vertiente de software con el FSD (Full Self-Driving). La versión actualmente en desarrollo para nuestro entorno legislativo se denomina «FSD Supervisado»: el conductor sigue siendo responsable y debe vigilar el sistema, pero el coche asume buena parte de las tareas de conducción en determinadas condiciones. Para poder ofrecer esta tecnología en los mercados de la Unión Europea, Tesla ha optado por trabajar de manera directa con la autoridad de homologación holandesa RDW, que actúa como organismo de referencia.
El objetivo es doble. Primero, demostrar que el sistema cumple la normativa vigente (como el reglamento UN-R-171 sobre sistemas de conducción automatizada en autopista). Segundo, solicitar una exención europea para aquellos comportamientos de nivel 2 que aún no están regulados, como los cambios de carril iniciados por el sistema con las manos fuera del volante.
Fuente – Tesla
Imágenes | Tesla
