La sostenibilidad se ha convertido en uno de los pilares de la automoción moderna, y buena parte de ese avance llega gracias a cómo medimos el consumo y las emisiones. En Europa, los ciclos de homologación WLTP y NEDC han marcado y marcan el estándar para saber qué contamina y cuánto gasta un coche, desde térmicos hasta híbridos y eléctricos.
Entender bien estos procedimientos te ayudará a interpretar fichas técnicas, catálogos y hasta el impuesto de matriculación. Con una explicación clara de qué mide cada ciclo, sus diferencias y cómo te afectan en el día a día, tendrás más control sobre tu compra y sobre lo que realmente consume tu vehículo.
Qué son los ciclos WLTP y NEDC
La Unión Europea exige que todos los vehículos nuevos cumplan normas estrictas de emisiones y consumo para proteger la salud y el medioambiente. Para verificarlo, los coches pasan ensayos estandarizados en laboratorio realizados por organismos independientes, como la UTAC en Francia, que aplican protocolos armonizados para medir emisiones reguladas (CO, HC, NOx y partículas) y el CO2, además del consumo. Estos resultados se publican en catálogos y webs de fabricantes para que puedas comparar modelos en igualdad de condiciones.
En este marco han convivido dos procedimientos. El antiguo NEDC (New European Driving Cycle), hoy obsoleto, y el actual WLTP (World/Worldwide Harmonized Light-duty/Light Vehicles Test Procedure), que entra con más realismo y menos margen para artimañas. Aunque el WLTP se diseñó con vocación global, en Europa es donde se aplica de forma plena y vinculante.
Ciclo NEDC (el anterior estándar europeo)
Nacido en los años 80 y revisado por última vez en 1997, el NEDC fue la referencia en Europa hasta 2017/2018. Su principal talón de Aquiles era la falta de realismo: aceleraciones muy suaves, poco peso considerado y condiciones ideales de laboratorio que no reflejaban la conducción real.
- Entorno de prueba: interior, sobre rodillos, en llano y sin viento; dentro del coche solo el conductor y con todos los consumos eléctricos apagados (climatizador, luces, radio…).
- Temperatura: entre 20 y 30 ºC (habitualmente 25 ºC), lo que reduce la demanda energética respecto a situaciones reales más frías o calurosas donde el consumo suele aumentar.
- Duración y distancia: 20,33 minutos (1.220 s) y 11,023 km, con velocidad media de 33,6 km/h; la velocidad punta de referencia se situaba en torno a 120 km/h.
- Aceleraciones: extremadamente lentas, hasta el punto de que el 0-100 km/h podía «simularse» en unos 76 s; de 0 a 50 km/h en 26 s y de 0 a 70 km/h en 41 s, cifras que poco tienen que ver con una conducción cotidiana.
El resultado de esas premisas eran cifras oficiales de consumo y emisiones que, en muchos casos, se apartaban demasiado del uso real. Se llegaron a documentar diferencias superiores al 50 % en gasolina. Además, la norma dejaba huecos para «triquiñuelas» válidas en laboratorio: desconectar el alternador para no recargar batería, aceites de ultra baja fricción, neumáticos especiales o sobreinflados, desarrollos largos de cambio o mejoras aerodinámicas puntuales para la prueba.
Ciclo WLTP (el estándar actual)
El WLTP se implantó para turismos en septiembre de 2017 y para vehículos comerciales ligeros (clases II y III) en septiembre de 2018. Es un protocolo más estricto, con un perfil de conducción dinámico, menos tiempo en ralentí y más carga para el motor, con el objetivo de acercar el laboratorio a la calle.
- Duración y distancia: 30 minutos totales y 23,25 km, prácticamente el doble de recorrido que NEDC; la velocidad media ronda los 46,5 km/h.
- Velocidades por fases: cuatro tramos que simulan ciudad, interurbano, carretera y autopista (baja, media, alta y muy alta), con máximos aproximados de 56,5; 76,6; 97,4 y 131,3 km/h.
- Menos tiempo parado: el tiempo en ralentí cae a cerca del 13 % (frente al 25 % típico de NEDC), por lo que los sistemas Start-Stop pierden «ventaja de laboratorio» y se reduce la brecha entre consumo homologado y real.
- Demanda y potencia: exige más esfuerzo al tren motriz (el NEDC pedía unos 34 kW, mientras WLTP parte desde 47 kW aprox.), reflejando mejor aceleraciones y cargas del día a día.
- Equipamiento y variantes: se tienen en cuenta opciones que alteran masa, aerodinámica y resistencia a la rodadura (por ejemplo, distintos tamaños de llanta), generando valores de CO2 más ajustados a cada configuración concreta.
Además del ciclo de banco, el WLTP se aplica junto a la prueba en carretera RDE (Real Driving Emissions), con equipos portátiles para medir contaminantes en tráfico real. Aunque estos resultados no sustituyen el dato oficial de laboratorio, sirven para verificar que no haya desviaciones inaceptables. El RDE se realiza a temperaturas muy dispares (aprox. de −7 ºC a 35 ºC), en altitudes que van de 0 a 1.300 m y, en países como Alemania, con picos de velocidad que pueden alcanzar los 160 km/h, con límites de NOx de 80 mg/km en el ciclo y 168 mg/km en condiciones reales.
El WLTP también agrupa subpruebas y aspectos como RDE (emisiones en conducción real), ISC (comprobaciones entre 15.000 y 100.000 km para verificar estabilidad de emisiones), EVAP (pérdidas por evaporación del combustible en cámara) y FCM (monitorización del consumo de combustible con una desviación máxima permitida del 5 %). Todo ello persigue un objetivo: transparencia y comparabilidad entre fabricantes.
Diferencias clave entre WLTP y NEDC
- Distancia y tiempo: WLTP duplica la distancia (23,25 km vs 11 km) y alarga la prueba a 30 minutos, frente a los 20,33 min del NEDC, aportando un patrón de conducción más exigente.
- Velocidades: el máximo sube de ~120 km/h (NEDC) a ~131 km/h (WLTP), alineado con el límite de 130 km/h en autopista de muchos países, lo que encaja mejor con la realidad de circulación.
- Perfil y cargas: WLTP introduce fases de baja, media, alta y muy alta, con aceleraciones más fuertes y menos ralentí; el NEDC separaba urbano/extraurbano, pero con aceleraciones poco representativas.
- Potencia y esfuerzo: WLTP demanda más potencia (aprox. 47 kW vs 34 kW del NEDC), y por tanto ofrece cifras más cercanas a lo que verás en uso cotidiano.
- Equipamiento y peso: el actual considera extras que afectan masa, aerodinámica y rodadura; en NEDC muchos fabricantes retiraban equipamiento para aligerar, obteniendo valores optimistas.
- Temperatura: según fuentes, NEDC se hacía entre 20–30 ºC; WLTP trabaja con condiciones más exigentes y contempla 14 ºC (e incluso referencias a 23 ºC) en laboratorio. Algunas fichas corporativas mencionan entornos controlados de 30 ºC, reflejando que pueden variar los ajustes según normativa y laboratorio, pero en cualquier caso WLTP es más demandante.
- Enfoque urbano: WLTP otorga más peso a la circulación en ciudad que NEDC, que prácticamente la subestimaba.
- Start-Stop y ralentí: con menos tiempo parado en WLTP, los sistemas de parada automática pierden parte de su ventaja de banco, ajustando el dato a un uso realista.
En la práctica, el paso de NEDC a WLTP supone que las cifras homologadas suban, y así lo predijeron los expertos: incrementos medios de hasta alrededor del 25 % en consumo y CO2, dependiendo del vehículo. El objetivo no es «penalizar», sino acercar lo que se publica a lo que realmente gasta y emite un coche.
Calendario de transición y aplicación por países
El WLTP sustituyó oficialmente al NEDC para turismos en Europa desde septiembre de 2017 y para comerciales ligeros desde septiembre de 2018. Hubo un periodo transitorio hasta enero de 2021 para armonizar la información mostrada al consumidor: en algunos países se usaron valores WLTP desde antes (por ejemplo, Finlandia desde 09/2018; Portugal desde 01/2019; Francia desde 01/03/2020), mientras que otros, como España e Italia, prolongaron el uso de datos NEDC hasta finales de 2020. Desde el 1 de enero de 2021, España aplica plenamente el procedimiento WLTP.
Aunque el WLTP nació como test «universal», cada región aplica matices en función de su legislación y límites de tráfico. En Europa rige de forma homogénea con la normativa de emisiones Euro 6, pero conviene saber que, fuera de la UE, algunos aspectos pueden adaptarse para respetar las reglas locales.
Qué cambia para el cliente: lectura de datos, impuestos y expectativas
El gran beneficio para el consumidor es poder comparar coches distintos con cifras más representativas. Sin cambiar tu coche, lo que cambia es la etiqueta: ahora verás valores más altos de consumo/CO2 frente a los que habría dado el NEDC, pero son más fieles a tu realidad. En eléctricos, las autonomías medidas con WLTP suelen ser inferiores a las que declaraba el NEDC, que era más optimista.
Este ajuste tiene efectos colaterales en fiscalidad. En España, al cruzar los nuevos valores con los tramos del impuesto de matriculación, la industria estimó que podrían producirse subidas de precio medias cercanas al 5 %, con hasta un 48 % de vehículos pasando de tramo, según ANFAC. Algunas organizaciones de consumidores mostraron cautela por falta de datos (FACUA), mientras que otras, como la OCU, defendieron reformular el impuesto para que grave todas las emisiones reales y no solo el CO2.
Los fabricantes recuerdan, además, que los ensayos se realizan en un entorno controlado con un vehículo de producción representativo, pero el estilo de conducción, la carga, el estado de la vía, el tráfico, la presión y el tipo de neumáticos o los accesorios instalados harán que tus cifras se alejen (arriba o abajo) de la homologación. Por eso, marcas que ya cumplen WLTP invitan a solicitar más transparencia y documentación técnica conforme al Reglamento (UE) 2017/1151, modificado por el 2023/443 (punto 5.9 del Anexo II), a través del distribuidor local.
WLTP, NEDC y EPA: cómo se comparan en eléctricos e híbridos
En movilidad eléctrica conviven principalmente tres marcos: NEDC, WLTP y EPA (este último en Norteamérica). A grandes rasgos, bajo conducción eficiente, NEDC era inalcanzable, WLTP puede lograrse en circunstancias favorables y EPA suele ser la referencia más próxima a la autonomía real.
- Duración de las pruebas: NEDC ~20,33 minutos; WLTP 30 minutos; EPA aproximadamente 36 minutos.
- Reparto de uso: WLTP asigna cerca del 52 % a tramos urbanos y 48 % extraurbanos; EPA reparte al 50/50 entre ciudad y autopista, lo que suele acercar el consumo y la autonomía real.
- Ejemplos citados: el BMW i3 120 Ah llegó a declarar 359 km (NEDC), 310 km (WLTP) y ~212 km (EPA); el Renault ZOE ZE40, 403 km NEDC frente a 300 km WLTP. Algunas fuentes recogen cifras dispares e incluso inconsistentes para determinados modelos (por ejemplo, distintas autonomías EPA/WLTP en Tesla Model S), señal de por qué es clave fijarse siempre en el ciclo utilizado.
En híbridos enchufables, el WLTP sustituye al NEDC para medir consumo y emisiones, incorporando las nuevas cargas y mayor realismo, mientras que los eléctricos puros no emiten contaminantes regulados durante la conducción, pero su autonomía se homologa igualmente bajo estos ciclos. En cualquier caso, el propio protocolo WLTP no cambia el rendimiento de tu coche; lo que cambia es la fidelidad de la fotografía que recibe el usuario.
Normativa, transparencia y quién realiza las pruebas
Las campañas de homologación se llevan a cabo por Servicios Técnicos designados (por ejemplo, la UTAC en Francia) en bancos de rodillos y cámaras de evaporación, siguiendo ciclos normalizados y procedimientos idénticos para todos los fabricantes. El WLTP utiliza ciclos WLTC (Worldwide Harmonised Light Vehicles Test Cycles) como base para calcular consumo de combustible, CO2 y otros contaminantes.
La Comisión Europea publica el marco legal (Reglamento (UE) 2017/1151, modificado por 2023/443), que define las condiciones de ensayo con precisión para evitar la «flexibilidad» del pasado (retirar asientos o retrovisores, sobreinflar neumáticos, etc.). Si deseas conocer el detalle de tu modelo concreto, puedes solicitar documentación de transparencia según la normativa a tu concesionario.