Los vehículos suelen contar con sensores de luz para diversas aplicaciones. Gracias a ellos se pueden desarrollar ciertas funciones de forma automatizada. Además, los sensores en general se han vuelto cada vez más importantes en los nuevos vehículos eléctricos y los autónomos. Por eso vamos a dedicar este artículo a aclarar qué es un sensor de luz, explicar su funcionamiento básico, los lugares del vehículo donde se pueden encontrar y su función, así como los tipos de sensores de luz que existen.
Un sensor de luz es un dispositivo capaz de captar energía lumínica, como los fotones, y convertirla en un pulso eléctrico de más o menos intensidad. De esta forma se pueden captar y medir cambios de iluminación en un lugar. Gracias a ellos, sin ningún tipo de contacto, pueden detectar esas variaciones de luz para realizar una acción en consecuencia. Son sólidos, admiten todo tipo de luces, pueden hacer detecciones en largas distancias, son flexibles para hacer muchas actividades de todo tipo, son muy económicos, ligeros, y de reducido tamaño para colocarlos casi en cualquier lugar. Su consumo también es bajo, y son fáciles de utilizar y programar para obtener lo que se desea de ellos.
Cómo funciona un sensor de luz
Su principio de funcionamiento es básico, se basa en el efecto fotoeléctrico, como algunas placas solares, y cuando la energía o fotones chocan contra ciertos metales de su composición, saltan electrones, generando la corriente eléctrica. Estos pulsos eléctricos pueden viajar hasta otros dispositivos, como puede ser un chip MCU o un controlador para ser interpretados y medidos para diversas aplicaciones: