En la actualidad se pueden distinguir dos grandes tipos de mercados dentro de los vehículos electrificados dependiendo de una característica que es, en muchos casos, ajena a los fabricantes de automóviles y responsabilidad de los estados de los diferentes países. Esta diferencia hace que países como Noruega cuente con un elevado número de vehículos electrificados.
Una buena infraestructura de cargadores para vehículos eléctricos o híbridos enchufables hará que la ciudadanía se replantee seriamente la compra de un coche de este tipo. Esto, además de unas ayudas estatales más beneficiosas para el consumidor, son dos de los principales causantes del título de este artículo.
Es conocido por todos que Noruega siempre ha estado en las primeras posiciones dentro del mercado de los eléctricos, pero es curioso ver como en 2017, más de la mitad de los vehículos vendidos estaban electrificados, ya sea totalmente eléctricos o híbridos.
Esta situación del país escandivano es consecuencia, principalmente, de la exención de impuestos y tasas, lo que hace que el precio se reduzca de forma considerable. A diferencia de nuestro país, en Noruega existen aparcamientos gratuitos y exclusivos para coches eléctricos, los cuales cuentan con puntos de recarga para cada vehículo.
Si a esto le sumamos reducciones a la hora de transitar autopistas de peaje o túneles, obtenemos el caldo de cultivo perfecto para que se dé la situación de la que hablamos. De hecho, es el propio gobierno noruego el que promueve este tipo de vehículos ya que Noruega obtiene energía limpia, procedente de las estaciones hidroeléctricas.
Os habréis podido dar cuenta ya de que nuestro país está a años luz de Noruega en este sentido. En el país escandinavo existen actualmente 30.000 Nissan Leaf, convirtiéndolo, como ocurre mundialmente, en el vehículo eléctrico más vendido. China, Suecia, Holanda y Reino Unido persiguen a Noruega en el ranking de países más electrificados.