Para una marca, lanzar al mercado un nuevo modelo requiere de miles de horas de trabajo, miles de millones de euros de inversión y un gran trabajo de marketing y comunicación detrás. Sin embargo, ello no exime para que los duendes estén tras todo este trabajo y les jueguen una mala pasada, en forma de fallos de construcción, seguridad o mala suerte. Esto mismo es lo que parece les ha ocurrido a Volkswagen y Seat con los nuevos Polo, Ibiza y Arona.
Según ha publicado el medio finlandés Tekniikan Maailma al realizar unos test de prueba con estos tres modelos, descubrieron que los cinturones de seguridad de la segunda fila de asientos no funcionaban de forma correcta. Al parecer, en las maniobras de cambio de carril a elevada velocidad, la hebilla del cinturón de seguridad de la plaza trasera izquierda se abrió en varias ocasiones, dejando a este pasajero sin protección en un hipotético impacto.
Ante esta situación, los responsables de este medio se pusieron en contacto con ambas marcas. Según parece, el problema estaría localizado en la ubicación de la hebilla de la plaza central. Ésta, está montada en una posición más elevada que la hebilla de la izquierda, así, al realizarse una maniobra a alta velocidad empujaría el botón de liberación de la hebilla izquierda, haciendo que se suelte y por tanto, dejando al ocupante de esta plaza sin sujeción de seguridad.
En todo caso, Tekniikan Maailma ha publicado que