La firma sueca Volvo ha comenzado la producción de su SUV eléctrico EX30 en la planta de Gante, Bélgica, marcando un nuevo capítulo para el modelo tras su fabricación inicial sólo en China. La puesta en marcha de la línea europea permite a Volvo atender con mayor agilidad la demanda local, minimizar la influencia de los aranceles aplicados a los vehículos eléctricos de fabricación china e importados desde el país asiático y consolidar su presencia industrial en el continente.
La decisión de ensamblar el EX30 en Bélgica responde tanto a un contexto geopolítico complicado como a una estrategia que busca ofrecer precios competitivos. El conflicto comercial entre la Unión Europea y China (más la abierta por EEUU), que incluye nuevos impuestos a los automóviles eléctricos fabricados en el gigante asiático, ha llevado a Volvo a invertir más de 200 millones de euros en la modernización de su fábrica de Gante. Esta planta, operativa desde 1965 y situada cerca del puerto del Mar del Norte, es actualmente la única completamente activa en Bélgica.
La adaptación de la planta de Gante…
Para poder fabricar el EX30 y su futura variante Cross Country, la factoría ha experimentado cambios significativos. Ha sido necesario incorporar o sustituir hasta 600 robots industriales, ampliar el área de baterías, implementar una nueva línea para el montaje de puertas y crear una línea específica para el montaje de los paquetes de baterías. Gracias a estas mejoras, han generado alrededor de 350 nuevos puestos de trabajo, con lo que el total de empleados de la planta ronda ya las 6.600 personas.
La planta de Gante no solo produce el EX30. De esta instalación también salen de sus líneas los modelos eléctricos EX40 y EC40, así como versiones híbridas del XC40 y el familiar V60. Junto a la fábrica sueca de Torslanda, Volvo tiene ya con una decena de modelos electrificados hechos en Europa y planea sumar próximamente una tercera factoría en Eslovaquia.
Un modelo clave en ventas y expansión para Volvo…
El Volvo EX30 ha tenido un fuerte impacto en el mercado europeo desde su lanzamiento a finales de 2023. En España, por ejemplo, se matricularon 2.355 unidades en 2024, convirtiéndose en el cuarto coche eléctrico más vendido del año. Esta tendencia, sin embargo, ha mostrado cierto enfriamiento en 2025, con unas 300 unidades vendidas hasta el 25 de abril y una media mensual sensiblemente menor.
El EX30 destaca por su tamaño compacto y sus prestaciones, incluyendo versiones con uno o dos motores eléctricos, potencias de hasta 422 CV y un diseño cuidado con elementos propios de Volvo como los faros en forma de «Martillo de Thor». El habitáculo sigue la línea minimalista de la marca y, en función del mercado, puede incorporar diversas configuraciones mecánicas y tecnológicas. El precio de partida en España ronda los 38.600 euros, lo que lo posiciona como el eléctrico más asequible de la gama Volvo, aunque la propia marca reconoce que será necesario ajustar tarifas para mantener el ritmo de ventas.
Impacto estratégico y futuro…
La fabricación europea del EX30 no solo tiene ventajas industriales y comerciales, sino que también contribuye a la estrategia de Volvo de fabricar los vehículos allí donde tienen mayor demanda. Francesca Gamboni, responsable de producción y cadena de suministro de la casa sueca, ha recalcado la importancia de esta decisión para reforzar la posición de Volvo entre los modelos premium eléctricos. Además, la flexibilidad de poder ajustar la producción según la demanda del mercado, así como una cadena de suministro más cercana, han permitido reducir los tiempos de industrialización a la mitad en Gante.
Para finales de 2025 está previsto que la planta de Gante también ensamblará el EX30 Cross Country, ampliando así la oferta de la familia EX30 para Europa. Mientras tanto, la producción en China se mantendrá para satisfacer otros mercados, como el asiático y el latinoamericano, donde el EX30 sigue siendo importado desde el gigante oriental.
El impulso a la fabricación europea del Volvo EX30 refleja la respuesta de los fabricantes a los nuevos retos globales: desde la presión de los aranceles y las políticas comerciales, hasta la necesidad de adaptarse a las fluctuaciones de la demanda y a la evolución tecnológica de la industria del automóvil. Volvo continúa consolidando su apuesta por la electrificación y la producción regionalizada, reafirmando la importancia estratégica del EX30 en su catálogo y su compromiso con todo el mercado europeo.
Fuente – Volvo
Imágenes | Volvo