A finales de 2016 el sector del automóvil español estuvo a punto de cumplir el Plan 3 Millones que la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) había establecido, pues la producción de coches se quedó en los 2.9 millones de unidades. Por tanto, se esperaba que fuera en 2017 cuando las plantas españolas pudieran superar esta barrera, demostrando el poderío que tiene nuestra fuerza laboral ante el mundo.
Sin embargo, la producción de coches en España no solo no ha crecido, sino que ha disminuido en 2017 frente a 2016 en un -1,5 por ciento. Los datos finales quedaron con una producción total de 2.848.335 millones de unidades. Esta cifra no está para nada mal (en términos aislados), el problema radica en que nuestro sector es eminentemente exportador y es precisamente en los países que mayor número de vehículos reciben, donde se están dando algunos problemas que están repercutiendo directamente en nuestras fábricas.
Reino Unido es uno de los escollos que han impedido a la producción de coches en España alcanzar la meta fijada, pues el Brexit está generando una situación de inestabilidad nunca antes conocida. Otro país que tampoco está pasando por su mejor momento es Turquía, ya que la situación política que vive el país está lastrando las ventas. Por tanto, las plantas productivas de nuestro país han tenido que ajustar su producción a estas vicisitudes, llegando incluso a marcar algunos paros.