El Fiat Tipo es el nuevo modelo de la marca italiana para el segmento C. Tal vez el nombre de este turismo te resulte familiar, y es que Fiat ya utilizó la denominación Tipo en su compacto durante finales de los 80 y principios de los años 90. Con este modelo pretende obtener unos buenos datos de ventas al combinar un precio contenido con una estética y equipamiento muy superior a lo que nos pudiéramos imaginar por su precio de adquisición.
Ya nos hemos puesto dos veces a los mandos del modelo italiano, primero lo hicimos en su versión de carrocería sedán y, posteriormente, con la variante de cinco puertas. La gama mecánica está compuesta por dos motorizaciones diésel de 95 y 120 cv, y dos variantes de gasolina con potencias también de 95 y 120 cv. Hasta ahora solo estaba disponible con cambios manuales, algo que a partir de este mes de septiembre ha cambiado.
La marca italiana ya ofrece el cambio DCT de doble embrague en las tres carrocerías (cinco puertas, sedán y familiar), siempre y cuando la unidad se asocie al motor diésel 1.6 MultJet II de 120 cv. Fiat asegura, en su comunicado oficial, que los cambios de marcha se pueden realizar tanto de forma automática, dejando que sea la electrónica quien decida en qué momento realizar un cambio de marcha, o de forma secuencial, ordenando nosotros esa operación. Sin embargo, no comenta si esa operación manual por parte del conductor se realiza solo desde la palanca del cambio o si se puede realizar también mediante levas tras el volante. Al no citarlo intuimos que el cambio DCT no dispone de levas en el volante.
Según el configurador de la marca, el precio extra a desembolsar por el cambio automático es de 1.500 euros. Por tanto, el precio de partida del Fiat Tipo de cinco puertas con cambio automático es de 21.590 euros sin descuentos, mientras que en el Tipo Station Wagon parte de los 22.590 euros también sin descuentos (la variante sedán aún no ofrece el cambio automático en el configurador de la marca). El consumo parece verse muy poco afectado, pasando de 3,7 a 3,8 litros cada 100 kilómetros recorridos.