La temporada 2020 de Fórmula 1 no llegó a empezar. Todo estaba preparado en el GP de Australia, en marzo, pero con la crisis sanitaria del Coronavirus no se llegó a rodar. Tras unas semanas de parón, la categoría máxima volvió a animarse, aunque esta vez fuera del ruido de los motores y la velocidad, sino en el mercado de fichajes para 2021. Como sabéis, Carlos Sainz será piloto de Ferrari; mientras que Daniel Ricciardo se muda a McLaren.
El canal de Youtube de la categoría reina tiene mucha actividad y, por norma general, se actualiza con varios vídeos a la semana. Uno de los más recientes tiene que ver con los accidentes en F1 en los últimos años; los accidentes más grandes. Aunque sea la parte más oscura de este deporte, conviene ver que nuestros ídolos realmente se juegan la vida en cada metro y que deben mucho a la evolución de la seguridad.
En estos 11 minutos y medio de vídeo podemos apreciar choques de todo tipo. Algunos con varios monoplazas implicados y otros con un solo vehículo. Unos a alta velocidad y otros a menor. También unos son más espectaculares o llamativos que otros. De todos modos, no me hubiera gustado estar en el cockpit en ninguno de estos siniestros, pues todos son choques bruscos.
Estamos demasiado acostumbrados a que la gran mayoría de accidentes en la Fórmula 1 tienen un final feliz, con los pilotos saliendo por su propio pie en casi todas las ocasiones. Sin embargo, y aunque el nivel de seguridad sea muy alto, no es menos cierto que las fuerzas G en los impactos son muy, muy elevadas.
Por otro lado, está el factor de que alguna pieza de un vehículo puede impactar contra un piloto. Situaciones impredecibles pero que se pueden dar sin problema aunque se utilicen cascos de altísima resistencia, el Hans o el famoso Halo. Por poner un ejemplo, en el accidente de Stroll y Hartley en Canadá 2018, el morro del Red Bull queda apoyado en la rueda del Williams y en unos instantes (10:32 del vídeo) queda apuntando al casco del piloto. Realmente da miedo…
Fuente – F1