La disputa por conseguir la mayor aceleración del planeta es una de las más reñidas que existen. Sin embargo, una cosa es anunciar los resultados en la pista de pruebas y otra muy distinta es llegar a producir dicho modelo, para comprobarlo en la calle. El Aspark Owl ha llegado por fin a ese punto y se pone a la venta en EEUU y Europa con más argumentos que la mera aceleración de 0 a 100 km/h en 2 segundos.
Como era de esperar en un coche eléctrico de estas características, su red de distribución es muy pequeña. Si se quiere adquirir uno en nuestro continente, hay que ir al único concesionario que hay en Beure (Francia). Para hacer lo propio en EEUU hay que acudir a Miami (Florida). Sin embargo, Aspark ha abierto una sala de exposiciones en Osaka, Japón (país originario de la marca) y es posible que añadan más distribuidores durante las próximas semanas.
Aun con todo, tampoco tiene demasiado sentido ampliar mucho más la red Aspark, porque el Owl es un coche con una producción muy limitada. La marca solo tiene planeado vender 50 unidades de este superdeportivo eléctrico en todo el mundo. Un máximo que alcanzará muy pronto, si no lo ha hecho ya antes de que se publique este artículo.
Las especificaciones del Aspark Owl
Su llamativo diseño y especificaciones lo convierten en un vehículo muy deseable en el mercado de superlujo. Con compradores a los que no les tiembla la mano al pagar facturas de siete cifras. Su principal gancho es la aceleración de 0 a 100 km/h en 2 segundos, que suena incluso más espectacular en la medición estadounidense de 0 a 60 millas en 1,72 segundos (0-96 km/h).
Para conseguirlo cuenta con cuatro motores eléctricos (uno por rueda), que producen una potencia combinada de 2.012 CV y un par máximo de 2.000 Nm. Para que el peso de las baterías no limite sus increíbles prestaciones, solo tiene un paquete de baterías de iones de litio de 64 kWh. Lo mismo que un Hyundai Kona eléctrico de 204 CV y poco más que un Nissan Leaf e+, que tiene 62 kWh.
No se puede tener todo…
Por ese motivo, la autonomía no es su punto fuerte. A falta de los datos obtenidos con las pruebas WLTP, el Aspark Owl anuncia un alcance de 450 km en el antiguo NEDC. Así que sus resultados serán menos optimistas. Por lo que se ve, no se les ha dado igual de bien la gestión de la energía, que la gestión de la tracción (clave en la aceleración). Aunque tampoco se pueden esperar resultados sorprendentes con una batería de este tamaño. Para eso, probablemente haya que esperar a la llegada de las baterías de electrolito sólido, que prometen una densidad energética mucho mayor y un comportamiento más estable.
Otras bondades de este coche son su monocasco de fibra de carbono, su sistema de aerodinámica activa y sus frenos cerámicos con pinzas de diez pistones en la parte delantera. Con su cuidada aerodinámica consigue una velocidad máxima de 400 km/h.
Para fabricarlo, Aspark colabora con la casa italiana Manifattura Automobili Torino, que está especializa en la producción de vehículos únicos y de producción limitada. El precio final del Owl es de 2.9 millones de euros que, dentro del mercado de superlujo no es ni mucho menos de los más caros como puedes ver en este vídeo:
