A estas alturas del partido nadie puede negar que la idea de desarrollar al Bentley Bentayga ha sido genial. La jugada del Grupo Volkswagen ha sido maestra, apuntalando su éxito en la incursión que han realizado por la zona más exclusiva del segmento SUV. Pero este elevado nivel de ventas no hubiera sido posible si los compradores no hubieran dispuesto de versiones tan especiales y radicales como el Speed.
Tras el restyling, era lógico esperar la llegada del renovado Bentley Bentayga Speed. Gracias al potente músculo de su mecánica y a las modificaciones estéticas, que ha introducido el equipo de diseño, los clientes querrán hacerse con una unidad. Con todo, esta versión es igual de irracional y exagerada que el resto, aunque el punto deportivo de su mecánica e impronta añade un plus de exclusivdad que ayudará a incrementar sus entregas.
El Bentley Bentayga Speed mantiene el bloque 6.0 litros W12
La estética del Bentley Bentayga Speed se mantiene sin grandes cambios respecto a la actualización recientemente presentada. No en vano, para ratificar su deportividad aparecen elementos como unos grupos ópticos oscurecidos o una parrilla frontal de diseño exclusivo. Los paragolpes también se tornan más agresivos, con tomas de aire más generosas. A todo ello hay que sumar una moldura cromada que recorre el contorno de la carrocería.
Si nos fijamos en la vista lateral encontramos unas llantas de aleación de 22 pulgadas o un aplique cromado tras el paso de rueda anterior. Por último debemos echar un vistazo a la zaga. Siguen sin cuadrarnos mucho los grupos ópticos, aunque el alerón de fibra de carbono situado sobre la luna o el generoso difusor trasero hacen que nos olvidemos de ellos. Por último, para vestir su carrocería hay 47 tonos extra más otros 24 adicionales.