La inestabilidad socio-económica y política que vivimos desde hace unos años se ha instalado, también, en el sector del automóvil. Entre los últimos ejemplos a citar está el COVID-19, la crisis de los semiconductores y ahora la guerra de Ucrania por culpa de Rusia. Aunque estos tres fenómenos puedan parecer aislados, todos tienen un resultado común: incrementos de precios por culpa de la bajada de producción y la escasez de materias primas para abastecer los centros productivos.
De ahí que, ante tal situación, los conductores se piensen mucho dar el paso para comprar coche nuevo. Sobre todo porque los plazos de entrega y los precios de venta se han disparado varios puntos porcentuales. ¿El resultado? La venta de coches kilómetro cero, seminuevos, de ocasión y usados se ha incrementado notablemente respecto a los últimos años. Sin embargo, está la duda de qué hacer pues hay que sopesar con calma las ventajas y los inconvenientes que presentan cada uno de estos vehículos.
Comprar coche nuevo: ¿Cuál interesa comprar…?
Interesa comprar coche nuevo cuando tenemos pensado hacer más de 20 mil o 25 mil kilómetros anuales y, además, queremos tenerlo en propiedad durante varios años (más de siete). Además, también está el aspecto de la fiabilidad ya que al ser nuevo no corremos el riesgo de que tenga averías o haya podido sufrir algún golpe estructural. Por último, en caso de tener fallos o defectos de calidad siempre tendremos la garantía del fabricante que siempre es más amplia que la de cualquier póliza adicional.
En cambio, interesa adquirir un vehículo usado si vamos a hacer pocos kilómetros al año o no estará en nuestro garaje mucho tiempo. Por último está el aspecto económico, pues el alza del precio de los vehículos nuevos impide que muchas familias puedan acceder a uno nuevo. Así, en general, un vehículo usado con un año y unos 25 a 30 mil kilómetros supone un ahorro económico de alrededor de un 15% a un 20% sobre uno nuevo. Aún así, todos los vehículos no se deprecian por igual. Los que mantienen un valor residual más estable son los compactos y SUV´s, sobre todo de marcas alemanas.
En último lugar tenemos los vehículos kilómetro cero o seminuevos. Éstos tienen prácticamente las mismas ventajas que los nuevos pues son más fiables que los usados al tener un kilometraje y desgaste menor. Por otra parte, también tienen parte de las ventajas de los usados. Sobre todo porque su precio de venta es más bajo que el de los nuevos. En cambio, perdemos toda o parte de la garantía de la marca dependiendo de la fecha de matriculación. Legalmente deberían ser dos años (24 meses), aunque si lo adquirimos con 18 meses sólo nos quedarán seis meses de garantía del fabricante. Por tanto, el concesionario deberá ampliarla con una póliza de garantía externa.
Conclusión…
Elegir uno de estos vehículos dependerá de las capacidad económica y necesidades del cliente, pero no debemos obviar la escalada de precios que están viviendo los de ocasión y segunda mano. Esto se debe a que los nuevos también han incrementado su precio y los plazos de entrega. De esta forma, los primeros se han vuelto más atractivos básicamente por unos precios de venta más ajustados (aunque al alza) y unos plazos de entrega más cortos.