El líquido de frenos es muy importante en el sistema de frenado de nuestro coche. Este líquido transmite la fuerza que hacemos sobre el pedal de frenos hacia cada uno de los frenos de nuestro coche para ayudar a detenerlo.
Con el paso del tiempo, el líquido sufre un desgaste, motivo por el cual es muy importante sustituir el líquido de frenos con cierta regularidad, además de revisar el estado de los frenos al completo para circular con tranquilidad.
Líquido de frenos: ¿Qué es y para qué sirve?
El líquido de frenos es un fluido especial utilizado en los sistemas de frenado hidráulico de los vehículos. Su función principal es transmitir la fuerza generada por el pedal de freno hacia las ruedas, permitiendo detener o disminuir la velocidad del vehículo de manera segura y efectiva.
El sistema de frenado de un automóvil funciona mediante un mecanismo hidráulico. Cuando se pisa el pedal de freno, se aplica presión sobre el líquido de frenos, el cual se transmite a través de las líneas de freno hacia los cilindros de freno situados en las ruedas. Esta presión provoca que las pastillas de freno se presionen contra los discos de freno (en sistemas de frenos de disco) o que las zapatas de freno se expandan contra los tambores (en sistemas de frenos de tambor), creando la fricción necesaria para detener el vehículo.
Además, debe cumplir con ciertas características para garantizar su eficacia y seguridad. Uno de los aspectos más importantes es tener un punto de ebullición alto para resistir el calor generado durante el frenado intenso y evitar que se forme vapor en el sistema. Si se forman burbujas de vapor, se puede perder presión en el sistema y afectar negativamente la capacidad de frenado (fenómeno conocido como «fading»). Además, el líquido de frenos debe tener propiedades anticorrosivas para proteger los componentes metálicos del sistema de frenado.
Es fundamental mantener el líquido de frenos en buen estado y realizar el cambio periódico según las recomendaciones del fabricante. Con el tiempo, el líquido de frenos puede absorber humedad del aire, lo que reduce su eficacia y afecta su punto de ebullición. Una disminución en el punto de ebullición del líquido de frenos puede comprometer la capacidad de frenado, especialmente en condiciones de frenado intenso y prolongado.
Tipos de líquido de frenos: DOT 3, DOT 4 y DOT 5
Existen diferentes tipos de líquido de frenos utilizados en los vehículos, siendo los más comunes los clasificados como DOT 3, DOT 4 y DOT 5. A continuación, se describen las características principales de cada uno:
- DOT 3: Es uno de los líquidos de frenos más utilizados. Tiene un punto de ebullición seco relativamente alto, lo que significa que es resistente al calor generado durante el frenado intenso. Sin embargo, su punto de ebullición húmedo (cuando ha absorbido cierta cantidad de humedad) es más bajo, lo que puede afectar su rendimiento con el tiempo. Es compatible con los sistemas de frenos diseñados para usar líquido DOT 3 y se puede mezclar con DOT 4 de forma segura.
- DOT 4: Es similar al DOT 3 en términos de punto de ebullición seco, pero tiene un punto de ebullición húmedo más alto. Esto significa que es más resistente al deterioro causado por la absorción de humedad. El líquido de frenos DOT 4 se utiliza en aplicaciones más exigentes, como vehículos de alto rendimiento o aquellos que operan en condiciones de frenado intensas. Al igual que el DOT 3, también es compatible con los sistemas diseñados para usar DOT 3 y se puede mezclar con él.
- DOT 5: A diferencia del DOT 3 y DOT 4, el líquido de frenos DOT 5 está basado en silicona en lugar de glicol. Es menos común y se utiliza en aplicaciones especiales, como vehículos clásicos, motocicletas o vehículos militares. El líquido de frenos DOT 5 no absorbe humedad, lo que ayuda a mantener su punto de ebullición constante a lo largo del tiempo. Sin embargo, es importante destacar que el DOT 5 no es compatible con los sistemas diseñados para usar DOT 3 o DOT 4, y no se deben mezclar entre sí.
Es fundamental seguir las recomendaciones del fabricante del vehículo en cuanto al tipo de líquido de frenos a utilizar. Cada tipo de líquido de frenos tiene propiedades específicas y mezclarlos incorrectamente puede afectar el rendimiento y la seguridad del sistema de frenado. Además, es importante realizar un mantenimiento adecuado y cambiar el líquido de frenos según las indicaciones del fabricante para garantizar su eficacia y seguridad.
Cómo cambiar el líquido de frenos paso a paso
Cambiar el líquido de frenos es un procedimiento importante que contribuye al mantenimiento adecuado del sistema de frenado de un vehículo. Aquí hay una guía paso a paso sobre cómo realizar este proceso:
- Reúne los materiales necesarios: necesitarás un recipiente para recoger el líquido de frenos viejo, una llave para aflojar las válvulas de purga de los frenos (generalmente una llave de tubo o una llave de vaso), una manguera de purga o un dispositivo de purga de frenos, un embudo y, por supuesto, líquido de frenos nuevo del tipo adecuado para tu vehículo.
- Prepara el vehículo: estaciona el vehículo en una superficie plana y segura. Coloca el freno de estacionamiento y bloquea las ruedas traseras para evitar que el vehículo se mueva.
- Localiza el cilindro maestro: el cilindro maestro es un recipiente transparente ubicado cerca del pedal de freno en el compartimento del motor. Verifica el nivel del líquido de frenos actual en el cilindro maestro y asegúrate de que esté dentro del rango adecuado. Si el nivel es bajo, agrégale líquido de frenos nuevo antes de comenzar el proceso de purga.
- Inicia el proceso de purga: comienza con la rueda más alejada del cilindro maestro y continúa hacia las ruedas más cercanas en secuencia. En la mayoría de los vehículos, el orden recomendado es: rueda trasera derecha, rueda trasera izquierda, rueda delantera derecha y rueda delantera izquierda.
- Abre la válvula de purga: con la ayuda de la llave, afloja la válvula de purga de la rueda seleccionada. Coloca la manguera de purga o el dispositivo de purga de frenos en la válvula y sumérgela en el recipiente de recogida de líquido de frenos.
- Pide ayuda a un asistente: pide a un asistente que se siente en el vehículo y presione el pedal de freno firmemente hasta el fondo y luego lo mantenga presionado.
- Purga el aire y el líquido viejo: mientras el pedal de freno está presionado, gira la válvula de purga en sentido contrario a las agujas del reloj para permitir que el líquido de frenos y el aire atrapado salgan del sistema. Observa el líquido que sale para asegurarte de que sea líquido de frenos nuevo y sin burbujas de aire.
- Cierra la válvula de purga: una vez que el líquido de frenos fluye sin burbujas de aire, cierra firmemente la válvula de purga antes de que el asistente suelte el pedal de freno.
- Repite el proceso: repite los pasos 5 al 8 para cada rueda en el orden recomendado.
- Verifica y rellena el cilindro maestro: después de purgar todas las ruedas, verifica el nivel de líquido de frenos en el cilindro maestro y asegúrate de que esté dentro
Señales de que es necesario reemplazar el líquido de frenos
Existen varias señales que pueden indicar que es necesario reemplazar el líquido de frenos en un vehículo. A continuación, se mencionan algunas de las señales más comunes a tener en cuenta:
- Nivel bajo de líquido de frenos: si notas que el nivel de líquido de frenos en el cilindro maestro está por debajo del nivel mínimo o ha disminuido significativamente, es probable que sea necesario reemplazar el líquido de frenos. Un nivel bajo puede indicar una fuga en el sistema de frenos o que el líquido se ha deteriorado con el tiempo.
- Líquido de frenos de color oscuro o contaminado: el líquido de frenos nuevo suele ser transparente o de color amarillo claro. Si el líquido de frenos se ve oscuro, opaco o contiene partículas extrañas, puede indicar contaminación o desgaste del líquido. En este caso, es recomendable reemplazarlo.
- Pedal de freno pierde presión: si notas que el pedal de freno se siente esponjoso, blando o que debes presionarlo con más fuerza para detener el vehículo, puede indicar la presencia de aire o humedad en el sistema de frenos. En estos casos, es necesario purgar el sistema y reemplazar el líquido de frenos para restaurar la presión adecuada.
- Vibraciones o ruidos al frenar: si experimentas vibraciones o ruidos anormales al frenar, esto puede ser indicativo de un desgaste o problema en el sistema de frenos. Si se ha determinado que el desgaste no es el problema, es posible que el líquido de frenos esté contaminado o haya perdido sus propiedades adecuadas, lo que requiere un reemplazo.
- Mantenimiento programado: siguiendo las recomendaciones del fabricante, es importante realizar un mantenimiento programado del sistema de frenos, que incluye el reemplazo regular del líquido de frenos. Estos intervalos de reemplazo varían según el fabricante y el tipo de líquido de frenos utilizado, por lo que es fundamental consultar el manual del propietario o buscar la orientación de un profesional.
Recuerda que el sistema de frenos es crucial para la seguridad del vehículo, por lo que es esencial prestar atención a estas señales y realizar el reemplazo del líquido de frenos según sea necesario para mantener un funcionamiento óptimo del sistema de frenado. Si tienes dudas o no te sientes cómodo realizando el reemplazo tú mismo, es recomendable acudir a un taller o a un mecánico especializado.
Cómo elegir el líquido de frenos adecuado para tu vehículo
Al elegir el líquido de frenos adecuado para tu vehículo, es importante considerar las especificaciones recomendadas por el fabricante del vehículo. Aquí hay algunos pasos a seguir para asegurarte de elegir el correcto:
- Consulta el manual del propietario: el manual del propietario del vehículo es la mejor fuente de información para conocer las especificaciones del líquido de frenos recomendado por el fabricante. Busca la sección de mantenimiento o especificaciones técnicas para encontrar esta información.
- Verifica el estándar de clasificación: eos líquidos de frenos se clasifican según los estándares DOT (Department of Transportation). Los más comunes son DOT 3, DOT 4 y DOT 5.1. Comprueba cuál es el estándar recomendado por el fabricante en el manual.
- Evita la mezcla de diferentes tipos de líquidos de frenos: siempre es recomendable utilizar el mismo tipo de líquido de frenos que se ha utilizado anteriormente en el vehículo. Evita mezclar diferentes tipos de líquidos de frenos, ya que pueden tener composiciones químicas diferentes y no ser compatibles entre sí.
- Consulta a un profesional: si tienes dudas sobre qué líquido de frenos es el adecuado para tu vehículo, es recomendable consultar a un mecánico o especialista en frenos. Ellos podrán brindarte orientación precisa y recomendaciones basadas en las especificaciones de tu vehículo.
Más información – ¿Cómo cambiar el líquido de frenos? (Parte I), Revisa los frenos de tu coche, Como saber si el vehículo pierde líquido de frenos