Seguro que todos los aquí presentes habéis oído hablar de las pruebas Euro NCAP o habéis visto algún que otro vídeo de estos choques premeditados en un centro de ensayos. Estos test sirven para evaluar los diferentes modelos del mercado europeo en cuanto a seguridad se refiere, algo que, por suerte, nosotros no podemos evaluar en nuestras pruebas rutinarias. Pero estas pruebas no nacieron con la llegada de los primeros coches, sino que “tan solo” cumplen 20 años.
Según apuntan ellos mismos, desde su llegada hasta nuestros días estas pruebas han logrado salvar la vida de 78.000 personas, que se dice pronto. En su nacimiento, allá por 1997, hicieron ver a la sociedad que los modelos más vendidos no eran demasiado seguros, algo que corroboraban con las imágenes y vídeos de los test de choque que realizaban. En el vídeo que os dejamos a continuación podemos ver una evolución real en seguridad pasiva, comparando un coche de 1997 con otro de 2017 y similares tamaños (Rover 100 y Honda Jazz).
Este cortometraje de menos de un minuto nos es suficiente para comprobar la evolución en seguridad pasiva de nuestros coches en solo dos décadas. En 1997 Euro NCAP evaluaba a siete de los modelos más vendidos de la época. Con un máximo de 4 estrellas, solo dos llegaron a alcanzar 3 estrellas (Ford Fiesta y Volkswagen Polo), cuatro modelos se quedaron con 2 estrellas (Fiat Punto, Opel Corsa, Nissan Micra y Renault Clio) y el uno con 1 sola estrella (Rover 100). Ninguno de ellos llegó a conseguir la puntuación máxima de 4 estrellas.
En el vídeo hemos podido ver como el pequeño Rover quedaba totalmente arrugado en la prueba de choque frontolateral. Los pilares no aguantan la fuerza del impacto, el parabrisas sale despedido, al igual que la puerta del conductor, y el volante prácticamente acaba en los asientos posteriores siendo totalmente inútil su airbag. En el caso del Honda Jazz actual, que ha obtenido una puntuación de 5 estrellas, los pilares resisten sin problemas el choque, las puertas no se abren, el parabrisas se mantiene en su sitio y los diferentes airbags realizan su función como deberían.
Los distintos fabricantes decían, en aquellos tiempos, que eran unas pruebas tan exigentes que era imposible que algún coche llegara a alcanzar la puntuación máxima (4 estrellas), mostrando su rechazo a estos test y cuestionando lo realistas que podían ser en comparación con un accidente real. Pocos meses después Euro NCAP evaluó al Volvo S40, que sería el primer modelo en alcanzar la puntuación máxima de la época.
Hoy en día, todos los fabricantes confían en las pruebas y luchan por llegar a alcanzar el máximo nivel de seguridad, aunque los test y las evaluaciones se van superando y cada vez es más complicado llegar a las 5 estrellas. Ya no solo se evalúa la protección a los ocupantes adultos, sino que también se tienen en cuenta niños, atropellos a peatones o sistemas de seguridad activa que evitan accidentes o que minimizan los daños.
Desde aquí solo podemos decir una cosa: gracias por mejorar tanto nuestra seguridad.
Fuente – Euro NCAP