Este pasado fin de semana tenía lugar en el aeródromo de Matilla (Valladolid), la primera de las dos citas anuales que tienen lugar en este magnifico emplazamiento. Actualidad Motor se desplazó hasta allí para vivir desde dentro la experiencia de las carreras de aceleración, y poder transmitiros lo allí vivido. Sinceramente, quién conozca la disciplina coincidirá en que es difícil sintetizarlo en palabras, ¡hay que vivirlo!
Antes de entrar en detalles pondremos sobre el papel o sobre la pantalla en que consiste esta competición, tan poco conocida en nuestro país, pero que gracias a Fuerza Libre Competición, quién la impulsa, va ganando fans y seguidores año tras año. Se trata de carreras de aceleración de ¼ de milla, poco más 400 metros, en las que se enfrentan vehículos en un uno contra uno nada más ponerse en verde el semáforo de regula la salida.
La mecánica del FLC Drag Race es sencilla. En la primera jornada, abre la pista para competir indistintamente, para ir obteniendo tiempos, llegando a poder darse enfrentamientos un tanto desiguales, pero que no afectan al resultado final de la competición. En la segunda jornada, una vez clasificados los vehículos por categorías según los tiempos obtenidos el día anterior, se enfrentan entre si con una meta: ser el vencedor de la categoría.
Existen un total de 6 categorías que van desde la “A”, la más alta (hasta 10,99 segundos), a la más baja, la “F”, que comprende tiempos de entre 15 y 15,99 segundos. En caso de que no existieran vehículos en la categoría “A” esta desaparecería y daría lugar a la creación de la categoría “G” en la que tendrían cabida los vehículos que con tiempos de más de 16 segundos.
Una vez conocido más a fondo el funcionamiento de las drag race, volvemos con el evento de este fin de semana. Allí, como viene siendo tradición, además de las carreras de aceleración pudimos disfrutar de un completo programa de actividades paralelas. Destacamos el campeonato de Burnout, el LavaCar, o la habilitación de una zona comercial con stands del mundo del motor.
Uno de los grandes alicientes de este tipo de competiciones, es el buen ambiente reinante así como la cercanía entre público y participantes, algo especialmente característico en esta disciplina. Además el buen tiempo acompañó durante todo el fin de semana, lo que ayudo a que numeroso público se acercase hasta esta localidad cercana a la capital Vallisoletana.
El número de vehículos participantes superó la cifra de 70, habiéndolos para todos los gustos, desde gti´s clásicos que están viviendo una plena segunda juventud, pasando por míticos americanos, como el Shelby GT500, sin olvidar un auténtica legión de SEAT León y SEAT Ibiza ultrpotenciados, capaces de sacar los colores a cualquier deportivo.
Debemos hacer mención especial a todos aquellos equipos que cada año llegan a Matilla con algún show car espectacular, desarrollado por ellos mismos para esta competición. Es el caso de RVT Motorsports, que hacía acto de presencia con su rápido Nissan GTR y con un brutal Citroën Saxo fabricado desde cero para Drag Race; y de los chic@s de Fast & Nice, que además de la Vanette V8 y el Opel Manta V8, acudieron a la cita tras consiguir resucitar a tiempo a su Fermín.
Fermín es el apodo que los burgaleses han dado a un pequeño y entrañable Fiat 126 con motor V8 de origen BMW, que regresaba más ligero y fuerte que nunca. Su mecánica crecía desde los 3 hasta los 4.4 litros de cilindrada, mientras que su carrocería perdía peso al hacerse de fibra.
Si tras leer esta crónica os ha picado el gusanillo por vivir esta experiencia, os preocupéis, en septiembre hay una nueva cita en la pista de Matilla.
No podemos despedirnos sin dar la enhorabuena a la organización por el gran esfuerzo y trabajo que han realizado una vez más para que todo saliera perfecto. Además, aprovechamos la ocasión para agradecerles la atención que nos han prestado.
quisiera saber cuando es en valladolid o cerca para ir mandame un imeil con ello gracias