En el sistema de freno de un coche nos podemos encontrar principalmente con dos tipos de frenos. Por un lado, tenemos los frenos de disco con sus pastillas de freno y por el otro los frenos de tambor, que usan las zapatas de las que vamos a hablar en este artículo.
Una de las ventajas de las zapatas y los frenos de tambor es que suelen ser más duraderos, pero como vas a ver en este artículo también hay averías y problemas con las zapatas. Te enseñamos cómo detectarlos y cómo saber cuál es el problema.
Las zapatas son unas piezas curvas de metal recubiertas de una superficie de fricción hecha de ferodo, que presionan contra el tambor de los frenos para detener el vehículo. Generalmente el metal usado es una aleación de aluminio, por su bajo peso y su baja inercia térmica. Es decir, lo rápido que se calientan y por lo tanto que también se enfrían.
Hay que diferenciar entre la zapata de freno primaria, que es la que va colocada del lado del sentido de marcha, y la secundaría que va en el lado contrario. La primaria se aprieta más contra el tambor por el efecto de giro de la rueda y la secundaria menos.