El sector del automóvil está lleno de sorpresas cada vez más extravagantes y el Mansory Pugnator Tricolore lo demuestra al convertirse en una de las personalizaciones más singulares sobre la base del Ferrari Purosangue. Esta preparación no ha dejado indiferente a nadie por su imponente presencia, llamativos colores y una reinterpretación radical del SUV de Maranello.
No hay muchos vehículos capaces de generar tanta conversación en el universo del automovilismo de lujo como este Mansory. La propuesta parte del exclusivo Ferrari Purosangue, pero la casa Mansory ha llevado su apariencia y rendimiento a un nuevo escenario, apostando por una fórmula reservada a unos pocos privilegiados y no exenta de polémica.
Detalles de diseño y equipamiento exterior…
El kit de carrocería es uno de los más extremos vistos en un SUV: grandes entradas de aire, splitters en carbono y llantas de 22 pulgadas delante y 23 detrás forman parte de su carta de presentación. Los detalles tricolores no se limitan a la pintura sino que también se aplican a las zonas de carbono tintado, haciendo a cada unidad fácilmente identificable y más llamativa si cabe.
Cada componente del exterior busca diferenciarse tanto en el plano visual como en la mejora de la aerodinámica, desde los cannards delanteros hasta los soportes del alerón situados directamente entre las ópticas traseras.
Interior personalizado: lujo y patriotismo…
El habitáculo del Mansory Pugnator Tricolore prosigue con la temática italiana, apostando por cuero blanco como base. Los detalles en rojo y verde están presentes en costuras, cinturones de seguridad, ribetes, inserciones de los asientos y la consola central.
La personalización llega hasta las placas identificativas retroiluminadas y los mandos, donde cada unidad incorpora su número de serie, detalles en los mandos de la consola central y logos especiales de Mansory en las puertas y asientos. Los colores también se distribuyen de forma asimétrica en puertas y salidas de aire, con predominio del rojo para el conductor y verde para el pasajero.
Mejoras mecánicas y prestaciones…
Bajo el capó se esconde el conocido motor V12 atmosférico de 6,5 litros, ahora con una gestión electrónica revisada y sistema de escape deportivo, que impulsan la potencia hasta los 755 CV y el par motor a 730 Nm (frente a los 725 CV y 716 Nm originales). El nuevo escape incluye control de flaps y componentes deportivos que optimizan tanto el sonido como la entrega de potencia, aunque no se han desvelado datos concretos sobre mejoras en aceleración o velocidad máxima. Dada la reducción de peso gracias al uso extensivo de fibra de carbono, es de esperar que se alcancen cifras aún más destacadas que las del modelo de serie, capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 3,3 segundos y superar los 310 km/h.
Edición limitada y homenaje a Italia…
El nuevo Mansory Pugnator Tricolore se distingue especialmente por su extremada exclusividad: solo existen tres ejemplares que rinden tributo a la bandera italiana. Su carrocería exhibe un degradado de verde en el frontal, blanco en la sección central y rojo en la parte posterior, utilizando el color de forma poco habitual incluso para los estándares del tuning más audaz.
Esta edición lleva al límite las posibilidades de personalización con elementos en carbono forjado repartidos por toda la carrocería, incluyendo paragolpes, faldones, pasos de rueda, alerones y difusor trasero, que realzan aún más un estilo agresivo e inconfundible. El doble alerón posterior de gran tamaño domina la vista trasera y, sumado al nuevo difusor central y las cuatro salidas de escape agrupadas centralmente, subraya el carácter único de este modelo.
Exclusividad, precio y relación con Ferrari…
La producción limitada a tres unidades convierte al Pugnator Tricolore en una auténtica rareza, solo al alcance de quienes ya poseen un Ferrari Purosangue y estén dispuestos a elevarlo a cotas de personalización casi inalcanzables. El precio oficial no se ha dado a conocer, pero parte del coste base del SUV (entre 400.000 y 450.000 euros), al que hay que sumar un considerable suplemento por la intervención de Mansory, que varía según el nivel de personalización encargado por cada cliente.
Este tipo de transformaciones, aunque admiradas por algunos, pueden generar tensiones con marcas como Ferrari, que tradicionalmente han sido muy estrictas con las modificaciones sobre sus modelos para proteger tanto su imagen de empresa como su exclusividad. Para los amantes del exceso y la distinción absoluta, es difícil encontrar un SUV que combine semejante rendimiento, exclusividad y atrevimiento en cada detalle, aunque no será del gusto de los más puristas del Cavallino Rampante.
Fuente – Mansory
Imágenes | Mansory
