La condición humana hace que los seres humanos busquemos apoyo en otros semejantes para conseguir ciertas cosas. El sector del automóvil, por estar formado por personas, también tiene esas inclinaciones aunque los fines que se persigan sean más económicos que morales. Las alianzas son igual de antiguas que la presencia del hombre en la tierra y lo mismo ocurre con las que ejecutan las marcas de coches.
Como ejemplos tenemos los acuerdos de colaboración entre marcas o si ya el tema es de mayor enjundia podemos hablar de fusiones. En el primer caso, uno de los acuerdos de colaboración que más impactó cuando se hizo público fue el de Daimler AG (matriz de Mercedes-Benz) y la Alianza Renault-Nissan. En un primer momento parecían no encajar, pero viendo el buen trabajo que ha hecho el nuevo Mercedes Clase A con los motores diésel de Renault e Infiniti con la base del Clase A para su Q30 el acuerdo parece más que acertado.
Como parte de este acuerdo de colaboración se incluía la construcción de una nueva planta productora en Aguascalientes (México). Según se estableció entre las partes, en esta nueva fábrica se ensamblarían los modelos de Infiniti así como varios de Mercedes-Benz. Sin embargo, como buen acuerdo, las partes lo están revisando y parece que habrá ajustes en las operaciones de ambas marcas de cara a la fabricación de sus modelos.
Esta revisión del acuerdo viene después de que Nissan dijera que no usará la plataforma MFA2 de Mercedes-Benz para el próximo modelo pequeño de Infiniti. Tras ello en Daimler AG se molestaron puesto que la idea era la de crear una base común para una serie de modelos. Aunque después Carlos Ghosn saltó a la palestra para decir que en Nissan aún están estudiando si finalmente emplear la misma base que está creando la firma de la estrella.