Para 2020, el Renault Espace recibe mejoras estéticas y de equipamiento

El otro día os contábamos que el Grupo FCA estaba de celebración. El hito, no era otro más que haber vendido del Chrysler Town & Country 15 millones de unidades. El primer monovolumen de la historia nunca ha estado solo, pues cuenta con un álter ego al otro lado del Océano Atlántico, el Renault Espace. La actual generación, que lleva en el mercado desde el año 2015, ha sido sometido a un ligero restyling para actualizar sus atributos.

Con él, la casa del rombo busca acercar su imagen a los últimos Mégane o Clio. Aún así, el equipo de diseño no ha realizado un trabajo radical, pues la imagen del Espace es señorial y elegante, y debe mantenerse así. No obstante, podríamos estar ante el último refresco de un modelo que, si en otra época gozó de popularidad, ahora está de capa caída. Los SUV´s le han robado todo el protagonismo, aunque su público, sigua ahí, agazapado.

El Renault Espace refresca su imagen con sutiles cambios

A pesar de la actualización, la quinta generación del Renault Espace mantiene su carrocería a medio camino entre un monovolumen y un SUV. Los principales cambios, se centran en una parrilla frontal rediseñada que cuenta con nuevos cromados. Ésta, está flanqueada por unos grupos ópticos ligeramente modificados pues aparecen unas luces diurnas LED de nuevo formato. Completan los cambios, un paragolpes redefinido.

Renault Espace actualización 2017
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La vista lateral se mantiene tal cual, recibiendo únicamente nuevas llantas de aleación para ciertas terminaciones. Por último, pasamos a la zaga. En ella, se aprecia la renovada firma lumínica en los grupo ópticos LED. Ya, en la zona baja, aparece un paragolpes que modifica sus líneas ligeramente. Para terminar, la carrocería se viste con dos tonos nuevos que se incorporan a la paleta cromática.

En el interior mayor calidad de materiales

Si pasamos al interior del Renault Espace, nos adentramos en una atmósfera cómoda y lujosa. No en vano, la calidad y ajuste de sus materiales (al menos visualmente) nada tiene que ver con la de generaciones anteriores. El esquema básico de diseño se mantiene, aunque presenta nuevos controles para el climatizador o leves retoques en la consola central. Aún así, destaca sobre el conjunto la pantalla central táctil con orientación vertical.

Ahora, la dotación de serie, cuenta con tapicería mixta de tela y piel así como techo panorámico. Estas «chuches» se complementan con elementos como grupos ópticos con tecnología Full LED Matrix, instrumentación digital configurable o freno de mano Auto-Hold. En cuanto a seguridad, el control de velocidad inteligente, la alerta de cambio involuntario de carril o el sistema de frenada con detección de peatones siguen siendo de serie.

Oferta mecánica moderna, pero sin cambios

Donde Renault no ha incluido cambios, en la oferta Espace, es en la gama mecánica. En gasolina, está formada por el bloque turboalimentado 1.8 TCe con 225 CV de potencia. En diésel, la oferta es más amplia, y aconsejable para el peso y volumen de este modelo. Partiendo del motor 2.0 Blue dCi surgen dos versiones, una con 160 CV y otra con 200 CV de potencia. En todos, la transmisión es de corte automático de doble embrague con seis relaciones.

Fuente – Renault


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