Tras estudiar detenidamente el coche y disfrutar de sus sensaciones llega la hora de sentar la cabeza, hacer números y ver si se trata de una opción viable.
Como ya comenté en la primera toma de contacto con este coche, la mayor novedad se encuentra en el sistema de admisión cuyas levas tienen en teoría infinitas posibilidades de regulación cualquiera que sea la carga (es decir lo que pisemos el acelerador) en cualquier régimen de giro. Sobre el papel esto se traduce (según Fiat) en menor consumo y mayores prestaciones. Dando datos es un 10% de potencia, un 15% de par, una bajada de consumo de hasta el 15% y una reducción de partículas hasta el 40% y NOx de hasta el 60%.
El anterior motor 1.4 Turbo de 120 CV homologaba un consumo medio de 6,1 litros/100 km mientras que ahora ofrece 135 CV yhomologa 5,6 litros/100km (gracias en parte al sistema Start&Stop que equipa de serie).
En la práctica he medido unos consumos tirando a bajos pero más altos de lo que me esperaba. Esto es debido principalmente a que en la posición «Dynamic» del DNA los consumos se resienten bastante, sobre todo en ciudad.
Dentro de la urbe conduciendo «totalmente a mi aire» y con el modo Dynamic he medido un consumo de 9,1 litros/100 km, lo cual me parece mucho. Por el contrario conduciendo eficientemente y con el DNA en posición «Normal» el consumo ha bajado hasta 7,0 litros/100km (el coche homologa 7,4 litros).