Prueba del Mitsubishi Colt 1.3 (parte II)

Viene de Prueba del Mitsubishi Colt 1.3 (parte I)

Una vez terminado el análisis estático del coche, pasamos a lo más divertido, la dinámica del coche

Dinámica.

Aparentemente, el motor de esta unidad es el más recomendable a priori para las características del coche. Pequeño, ligero, barato y sin un consumo exagerado. El tricilíndrico de 1,1 litros se me antoja pequeño salvo que el uso que vayamos a dar sea exclusivamente urbano, en cuyo caso sería la alternativa económica. Si vas a hacer un uso intensivo del coche el motor Diésel puede ser tu opción, ahí cada uno con sus números, mientras que el 1,5 litros sobrealimentado de 150 CV se queda en la minorista franja de los amantes de la gasolina y las sensaciones que quieran permitirse el lujo de pagar su consumo.

Motor Mitsubishi Colt

El pequeño y voluntarioso motor de 1,3 litros y 95 CV me ha sorprendido gratamente, pese a no estar rodado como ya hemos dicho. Su sonido me gustó tanto que incluso me bajé del coche sin acordarme de encender la radio, siquiera por probar. No es un motor que tenga bajos, ya que aunque funciona de forma suave y sin tirones el empuje que proporciona no es grande. Eso sí, una vez superadas las 2.500 RPM la cosa empieza a cambiar, para dar lo mejor de sí entre las 3.500 y las 5.000 RPM. A partir de 5.000 todavía le queda una buena estirada en altas, pero creo que el mencionado margen es el mejor para una conducción viva fuera de la ciudad. Si decides exprimirlo a fondo, comprobarás que supera las 6.000 RPM sin flaquear, pero el sonido deja de ser tan agradable y el funcionamiento global no es tan fino.

Agárrate que vienen curvas.

El recorrido que hice con el coche fue casi en su totalidad por una retorcida carretera con cambios en la calidad del firme. Si el motor me pareció apto para una conducción viva, el chasis resulta serlo mucho más. Tanto, que la sensación global que arroja el coche es que el chasis está muy por encima del motor. La suspensión puede pecar de ser un poco seca, transmitiendo en exceso las irregularidades al interior, pero a la hora de rodar rápido es efectiva. Algo que no digiere nada bien son los típicos badenes o resaltes de las zonas residenciales, pero es perdonable viendo lo que es capaz de sujetar el coche.

Mitsubishi Colt 11

Estas ruedas acabaron cogiendo algo de temperatura…

La dirección, tanto de lo mismo, con un tacto “pastoso” a bajas velocidades, aún sin mucha asistencia. Luego a ritmo rápido resulta ser mejor de lo que parecía.

Del tacto de los frenos poco puedo decir, puesto que la unidad no estaba rodada. Sólo comentar que no parecieron ceder en el trayecto y eso que hubo repetidas frenadas al límite de adherencia de los neumáticos (también sin rodar).

La caja de cambios de tacto metálico no destaca por sus recorridos, pero convence, sobre todo viendo como admite cambios de marcha fulgurantes.

La estabilidad del coche es destacable, mejor sobre asfalto en buen estado que en firme bacheado, donde rebota un poco aunque sin perder la trayectoria. El no calzar un neumático exagerado ayuda a ello.

Interior Mitsubishi Colt

Durante el recorrido probé a frenar a destiempo en algunas curvas cerradas y la trasera insinuó con salirse de la trayectoria y cruzar el coche, pero sólo insinuó, con lo cual mi sensación de que el bastidor está bastante por encima de las velocidades que puede imprimir el motor quedó confirmada. Sin embargo, no equipa ESP ni siquiera control de tracción, unos extras que deberían de montarse en un coche nuevo, aunque éste sea de enfoque económico. No encontré un lugar adecuado (léase explanada o amplia avenida de algún polígono desierto) para probar la frenada asimétrica o poder balancear el coche para ver que tal asume estas situaciones de inestabilidad, para ver si el bastidor terminaba la prueba por todo lo alto.

No obstante, el vendedor del concesionario Bi-Ondo se encargó de demostrarme que el coche es capaz de asimilar una conducción totalmente deportiva. Para mi asombro condujo el coche durante un breve trayecto atacando las curvas con una agresividad y serenidad que sólo puede adquirirse en el mundo de la competición. Una agradable sorpresa, encontrarse con un vendedor que se ha dedicado a la competición y que mantiene una gran afición por el mundo del motor. Desde luego conoce el producto que vende.

En resumen.

Un coche apto para el día a día y diseñado para ambientes eminentemente urbanos. Además posee características que permiten utilizarlo de manera alegre y disfrutar de él en zonas de curvas, lugares donde otros coches de corte similar se mostrarían mucho más torpes. Para este fin, el motor 1,3 litros de 95 CV es el mejor aliado, con unos consumos aceptables para la economía diaria.

No obstante, esta capacidad de rodar rápido tiene su contrapartida en una suspensión tirando a seca y un tacto de dirección algo extraño a bajas velocidades. También su diseño afecta a la habitabilidad trasera (sólo en el tres puertas) y le faltan algunos detalles de practicidad en su interior.

El tema de la estética ya es cuestión de gustos, pero este coche no está tan visto como otros de su competencia y no pasa precisamente desapercibido, menos aún en un color como la unidad de pruebas.

Si estás interesado, puedes acercarte al concesionario Bi-Ondo a ver el Mitsubishi Colt o pedir atención comercial en el teléfono 945 12 86 01/ 686 257 109

También puedes acceder a la campaña Mitsubishi donde nadie te lleva y solicitar una prueba.


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