Cada vez son menos los fabricantes de automóviles que aún no han lanzado al mercado un coche eléctrico. Y es que, aunque el volumen de ventas todavía sea muy bajo, tienen la necesidad de estar ahí, pues si no lo hacen parece que quedan atrasados respecto a la competencia. Esta semana hemos estado en la presentación dinámica del Mercedes-Benz EQC, el primer coche eléctrico de Mercedes.
Como no podía ser de otra forma, el primer eléctrico de producción en serie de la marca alemana es un SUV, segmento que reina en toda Europa. Además, no falta una importante carga tecnológica, alto equipamiento en materia de seguridad, un diseño distinguido, calidad y un sistema propulsor eléctrico donde no nos sentimos justos de potencia en ningún momento. Subíos con nosotros, que os lo presento.
Tras varios años de desarrollo, cuatro concretamente según nos han comentado los responsables de Mercedes España, el Mercedes EQC ha llegado a las calles. Lanzar un nuevo modelo siempre debe ser algo especial para los altos cargos de una marca, pero llevar a las calles tu primer modelo eléctrico, tiene que ser una mezcla de ganas, emociones, nervios y, por qué no decirlo, también miedos.
Actualmente se mira todo con lupa. Además, estamos en un proceso de cambio, donde parece que todo en el futuro está relacionado directamente con la electrificación, bien sea total o parcial. La competencia es fuerte, muy fuerte. Todo esto significa que una marca como Mercedes-Benz, que debe estar ahí, puede perder más de lo puede ganar. Si lo hace bien no destacará especialmente, pero si lo hace mal… Así que, sí, los altos cargos de la compañía deben estar esperando resultados. ¿Qué tal lo habrán hecho?
Un exterior diferenciado, pero que nos permite saber que es un Mercedes
Lo primero a destacar es que el Mercedes-Benz EQC es un coche totalmente nuevo. Utiliza la plataforma del Mercedes GLC y se fabrica en Bremen junto a él, pero esto no significa que sea un GLC al que se le haya instalado unas baterías y un sistema propulsor eléctrico. Comparten el chasis y no mucho más.
Con esto, las dimensiones exteriores de este primer coche eléctrico de la marca de la estrella son 4.761 mm de longitud, 1.884 de anchura y 1.623 de altura; además de una batalla de 2.873 mm. Esto significa que es un coche que encajaría en el segmento D-SUV, siendo varios centímetros más corto y estrecho que el Audi e-tron -el SUV eléctrico de Audi- que probamos hace unos meses, que a su vez es uno de sus rivales directos. El peso total del coche es de prácticamente 2,5 toneladas.
A nivel de diseño exterior, la compañía alemana ha querido que su primer coche eléctrico sea diferente al resto de modelos de la marca pero sin llamar excesivamente la atención y, por supuesto, que sea claramente reconocible como un modelo de Mercedes-Benz. ¿Cómo lo han hecho?
Si nos fijamos en el frontal, la parrilla es de nuevo diseño. Es grande, acabado en negro brillante, de formas diferenciadas y con el logo de la estrella ocupando buena parte de ella. Al tratarse de un coche eléctrico, las necesidades de refrigeración son inferiores, lo que les permite jugar más con el diseño frontal. Los faros de LED también son específicos, así como la moldura plástica que los comunica y custodia a la citada parrilla antes mencionada.
En la vista lateral nos encontramos con una típica silueta de SUV, incorporando protecciones inferiores en color negro, unas gigantescas llantas bicolor de 20 pulgadas calzadas con neumáticos 235/50 Pirelli Scorpion Verde delante y 255/45 detrás, las cuales alojan unos prominentes discos de freno perforados.
La altura libre nos es demasiado grande, no siendo un vehículo enfocado para su uso fuera del asfalto pese a contar con tracción a las cuatro ruedas. Los contornos cromados de las ventanillas y las carcasas de los retrovisores en negro juegan con los contrastes visuales. Por su parte, la toma para recargar la batería de este coche eléctrico se ubica en la aleta trasera derecha.
Mientras tanto, la retaguardia de este Mercedes-Benz EQC 400 ha recurrido a una firma luminosa propia de diseño horizontal, comunicándose con una fina banda que atraviesa todo el portón. No falta la estrella de la marca, que se utiliza como tirador para abrir el portón eléctrico, las inscripciones EQC 400 y 4Matic. La parte inferior es bastante marcada por las protecciones plásticas en negro. En el lado opuesto, en la parte más alta, un ligero spoiler aporta un ligero toque dinámico a la zaga.
Diseño interior reconocible, pero con toques personales
Si en el exterior sabemos que estamos ante un Mercedes, pero encontramos rasgos distintivos; en el habitáculo se copia la receta. El nuevo Mercedes EQC, a diferencia del GLC, sí ha tomado la doble pantalla (de 10,25 pulgadas cada una) corrida del salpicadero vista en otros productos de la compañía como el Clase A, el Clase E o el GLE. Por supuesto, el sistema multimedia inteligente Mercedes MBUX es de serie.
El diseño del salpicadero se ha orientado ligeramente hacia el conductor, con una estética nueva aunque no demasiado arriesgada. Las calidades son superiores a las de la gama compacta, pero aun así seguimos encontrando una consola central donde reina el famoso piano black. En cualquier caso, no lleva mucho tiempo de adaptación acostumbrarse a sus mandos principales; no ocurriendo lo mismo con el sistema de infoentretenimiento y sus controles, especialmente cuando tratamos de manejarlo desde los mandos del volante. Para mí, creo que hubiera sido mejor simplificar esto último un poquito más.
La sensación de calidad general es buena (tanto al tacto como de forma visual), especialmente en los tapizados mullidos de las puertas y la parte superior del salpicadero. Eso sí, tratándose de una marca como Mercedes, no hubiera estado de más prescindir de varios elementos en plásticos duros, como la citada consola central. En ese sentido, los coches de Audi y BMW están mejor resueltos bajo mi punto de vista.
Generosa amplitud y confort
El espacio no es un problema en este Mercedes-Benz EQC. Ni que decir tiene que dos ocupantes adultos viajarán de forma cómoda en las plazas delanteras, prácticamente sea cual sea su estatura. Los asientos cuentan amplias regulaciones eléctricas, al igual que el volante, por lo que adoptar una posición de conducción adecuada es bastante sencillo. Citar también que hay un buen número de huecos para vaciar nuestros bolsillos y colocar alguna que otra botella de agua o lata de refresco.
Pasando ya a la segunda fila de asientos, el acceso es bueno, aunque las estriberas exteriores pueden dejarnos alguna que otra mancha indeseable en el pantalón al subir o bajar si no recordamos que están ahí. Lo reconozco, a mí me pasó… Para subir o bajar es mejor apoyarnos en dicha estribera con un pie si queremos evitar una postura forzada y la citada marca en el pantalón. En cualquier caso, creo que es prescindible, pues no es un coche demasiado alto.
Una vez dentro, tenemos espacio suficiente para piernas y cabeza, tanto es así que cuatro adultos que ronden el 1,80 de altura viajarán sin problema y sin tener la sensación de viajar agobiados. Por citar un detalle, tenemos más espacio de sobra en las rodillas que en la cabeza. Respecto a la posibilidad de viajar cinco ocupantes, la plaza central es más justa e incómoda, especialmente por el prominente túnel de transmisión. Es un eléctrico y no hace falta este túnel, pero lo tiene por estar desarrollado sobre la plataforma del GLC. Una lástima.
¿Qué hay del maletero?
Volvemos a salir del coche y nos vamos a su parte trasera. Utilizando la estrella de Mercedes se activa la apertura automática del portón, el cual deja lugar a un maletero de 500 litros de capacidad. El volumen es bueno, pero no es menos cierto que el espacio bajo el doble fondo no es del todo aprovechable, ya que ese lugar queda “reservado” para guardar los cables de carga. La altura entre el piso y la bandeja enrollable me ha parecido algo pequeña, aunque no he utilizado metro para medirlo exactamente y comparar con otros rivales.
Una única versión mecánica disponible, por el momento…
Por el momento, el Mercedes-Benz EQC solo está disponible con una versión mecánica, el EQC 400, aunque no se descarta que aparezcan más variantes con diferentes rendimientos del motor o baterías de mayor o menor capacidad.
En cualquier caso, este EQC 400 que probamos tiene una batería de iones de litio 80 kWh. Está compuesta de 6 módulos independientes, pesa 652 kilos y que va instalada bajo el piso del coche; con las convenientes protecciones para su seguridad en caso de accidente. En un Wallbox o estación de carga pública tarda alrededor de 11 horas en recargarse, mientras que en una estación de carga rápida puede obtener el 80 % de su carga en unos 40 minutos.
Por otro lado, tiene un motor asíncrono en el eje delantero y otro en el trasero. El delantero es el que más se usa, ya que el trasero prácticamente solo entra en acción cuando la demanda de prestaciones es elevada o cuando se detecta alguna pérdida de tracción. Por tanto, estamos ante un coche de tracción integral. El rendimiento del conjunto propulsor es una potencia de 300 kW, que viene a ser 408 CV, así como un importante par motor máximo de 760 Nm.
Mercedes declara que este modelo eléctrico es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 5,1 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 180 km/h, la cual probablemente esté limitada para preservar la durabilidad de todo el sistema y no reducir drásticamente la autonomía. Dependiendo del equipamiento, el Mercedes-Benz EQC 400 4Matic homologa una autonomía de entre 374 y 416 kilómetros, con un consumo combinado de entre 25 y 22,4 kWh/100 km.
Al volante: Confortable y con una pata directa
Llega el momento de pasar a la acción. Pisamos el freno, botón de encendido, seleccionamos la D con la palanca ubicada a la derecha del volante, y a conducir. Antes de ello, ajustamos asiento, volante y espejos; y nos familiarizamos un poquito con los mandos y todo lo que nos rodea.
Es un coche grande, por lo que hay que tener cuidado a la hora de maniobrar en un parking, aunque he de decir que la amplia superficie acristalada en el lateral, las cámaras exteriores y los sensores de aparcamiento nos lo ponen relativamente fácil. Ni que decir tiene que el silencio en el interior es muy placentero. Mercedes dice haberse esforzado mucho en este apartado, y la verdad es que en tráfico urbano conducimos en completo silencio.
La respuesta del sistema propulsor eléctrico es suave, siendo lo más lógico conducir en el modo de conducción Comfort, que busca un equilibrio entre prestaciones y ahorro de energía. También podemos activar el Eco, que primará el aprovechamiento máximo de la electricidad pero tendremos la sensación de ir en un coche lento y pesado. En el Sport, como imaginas, ocurre justo lo contrario, brindado una respuesta contundente.
Dejando la urbe y saliendo a carretera, este Mercedes-Benz EQC 400 4Matic no parece ser tan pesado como su ficha técnica declara; entre otras cosas porque buena parte de ese peso se encuentra en la parte baja de la carrocería y, por ende, reduce el centro de gravedad. Podemos practicar una conducción ágil, alegre, porque la respuesta al pisar el acelerador es inmediata. Si aceleramos a fondo, los 408 CV y 760 Nm parecerán una patada en el trasero que nos deja soldados al respaldo del asiento.
Pese a tratarse de un coche eléctrico, tenemos levas tras el volante. Su función no es otra que la de permitir al conducir regular la retención al dejar de acelerar, encontrando cinco niveles. A mayor retención (utilizando la leva izquierda), más regeneración de energía. De hecho, utilizando la mayor retención frena mucho, tanto que enciende las luces de freno. Los modos de retención son: D Auto, D + (sin retención ninguna), D (baja retención), D – (recuperación mediana), D – – (mucha retención).
Por otro lado, tenemos el asistente ECO. Mediante lectura del tráfico con la cámara frontal, los datos de navegación y el reconocimiento de señales, automáticamente adapta la gestión energética para, por ejemplo, incrementar la retención cuando nos aproximamos a una curva o cuando baja el límite de velocidad establecido en la vía. Muy inteligente, sin duda.
Durante esta presentación pudimos conducir algunas decenas de kilómetros por carreteras viradas y un tanto estrechas. Aquí no se siente tan cómodo, pues si realizamos una conducción deportiva notamos que le cuesta un poco entrar a la curva y, por otro lado, el carril se queda estrecho para un coche de estas dimensiones. En cualquier caso, el EQC no está pensado ni mucho menos para conducir rápido por carreteras muy ratoneras.
Siguiendo la ruta, en carreteras más convencionales, este primer coche eléctrico de Mercedes se muestra muy solvente. A ritmos normales, siguiendo el máximo permitido por la ley, el consumo de combustible se contiene, la calidad de rodadura es muy alta y el aislamiento permite un alto silencio y confort en el interior. Además, con tal reserva de energía bajo el pedal derecho, adelantar es un juego de niños. De hecho, hay que tener cierto cuidado para no llegar a velocidades políticamente incorrectas en pocos segundos con el acelerador a fondo.
Apenas he podido conducirlo por autovía, pero las sensaciones recibidas nos han dejado claro que es un coche muy cómodo y aplomado. Un vehículo con el que podríamos realizar largos viajes sin problemas de fatiga, aunque en este caso la autonomía se reduce, teniendo que “tomar un descanso obligado”.
Y es que, sin duda alguna, lo peor de este coche es su consumo de energía y, por ende, la limitada autonomía. Durante nuestra prueba hemos estado obteniendo consumos de entre 25 y 27 kWh cada 100 kilómetros recorridos, por lo que la autonomía real supera por poco los 300 kilómetros. Además, en este tipo de coches, por los pocos puntos de suministro, entramos en “pánico” con la autonomía enseguida; por no hablar de los tiempos de recarga.
¿Tiene sentido comprar un coche eléctrico tan grande y amplio si tenemos tan complicado viajar con él?
Y todo eso teniendo en cuenta que estos días hemos tenido unas condiciones meteorológicas favorecedoras. En pleno invierno (utilizando la calefacción) y realizando una conducción suave dudo que alcancemos los 350 kilómetros por autopista con una sola recarga. Al final, ¿tiene sentido comprar un coche eléctrico tan grande y amplio si tenemos tan complicado viajar con él?
Es cierto que el sistema de navegación te permite configurar tu ruta adaptándola a la autonomía y llevándote a los puntos de recarga, pero estos brillan por su ausencia en España, más aún si buscamos que sean relativamente rápidos. Mercedes trabaja con la red europea de Ionity, pero también es muy difícil cubrir largas distancias sin desviarse demasiado y sin realizar paradas largas, por desgracia.
Conclusiones
A modo de resumen, podemos decir que el Mercedes-Benz EQC 400 4Matic es un coche de gran calidad, muy confortable y con mucha potencia; pero lo cierto es que su uso queda limitado por la autonomía y las posibilidades de recarga. Dicho esto, cuesta encontrarle el sentido para un uso urbano (por su tamaño), y también para viajes (por autonomía).
Su precio de partida es de 77.425 euros. Para la versión especial Mercedes-Benz EQC 1886 hay que desembolsar 12.075 euros más, que puede parecer demasiado pero lo cierto es que trae bastante equipamiento extra, como alfombrillas específicas, asientos eléctricos con memoria, iluminación ambiental, tapizado y elementos decorativos específicos, cámara 360 grados, equipo de audio Burmester, calandra exterior negra brillante, estribos laterales, llantas de 20 pulgadas, un plan específico de mantenimiento y ampliación de garantía entre otros.
Equipamiento de serie en el Mercedes-Benz EQC 400 4Matic
- Asistente ECO
- Asientos traseros abatibles en 40:20:40
- Botiquín
- Varios cables de recarga
- Climatizador bizona
- Consola central en negro brillante
- Dynamic Select
- Acceso y arranque sin llaves
- Molduras en aluminio
- Costuras a contrasete
- Tapizado de símil cuero Arttico/tela Sunnyvale
- Cuadro de instrumentos digital, doble pantalla corrida y sistema MBUX
- Volante deportivo multifunción
- Tomas USB y 12 voltios
- Servicios de conexión Mercedes me connect
- Navegador
- Ordenador de viaje
- Asientos delanteros con ajustes eléctrico
- Frenada de emergencia autónoma
- Control de crucero y limitador
- Asistente para señales de tráfico
- Asistente de viento lateral
- Control de ángulo muerto
- Cristales traseros oscurecidos
- Detector activo de cambio de carril
- Faros Multibeam LED
- Frenos de disco perforados en el tren delantero
- Freno de estacionamiento eléctrico
- Luz ambiental interior
- Llantas de 19 pulgadas
- Luces largas automáticas
- Cámara de marcha atrás y Parktronic
- Portón trasero automático
- Sensor de lluvia
- Sistema de llamada de emergencia de Mercedes-Benz
A todo lo anterior hay que añadir que este modelo dispone de un alto número de elementos y equipamientos opcionales, así como varios paquetes.
Precio Mercedes EQC 400 4Matic
Acabado | Precio |
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Acabado | Precio |
Base | 77.425 € |
Edition 1886 | 89.500 € |