Cuando hablamos de Opel inevitablemente se nos viene a la cabeza un modelo en concreto: el Opel Corsa. La razón es muy sencilla, cuatro generaciones y 32 años a sus espaldas son números suficientes como para destacar dentro de la marca del rayo, ¿no crees? Si no es así, podemos seguir dando números para convencerte. En total se han vendido 12,4 millones de unidades, de las cuales casi 10 millones se han fabricado en España y 1,2 millones se han comercializado en nuestro país.
En la actualidad el Opel Corsa es el producto de mayor volumen para el fabricante alemán, ya que un cuarto de las ventas totales de la firma está “firmado” por este utilitario, un utilitario que, por cierto, goza con el beneplácito del público. Los números le avalan, con más de 20.000 unidades vendidas en lo que va de año, un 15,5% más que el mismo periodo del año anterior, y se sitúa como el segundo coche de su segmento en España y el cuarto en Europa Occidental. Opel España espera cerrar el año con 23.000 Opel Corsa vendidos y una cuota de 11,96%.
Pero evidentemente los alemanes quieren darle continuidad al éxito y para ello han presentado recientemente la quinta generación del alemán, una quinta generación que ha generado alguna que otra polémica. Muchos de ustedes pensasteis tras ver al nuevo Opel Corsa 2015 que se trataba de un lavado de cara, pero lo cierto es que tras la nueva imagen del modelo fabricado en España se esconde mucho más, algo que nos quedó muy claro tras acudir a la presentación internacional del modelo en Frankfurt.
Sin embargo antes de descubrir qué hay de nuevo en la quinta generación, podemos adelantaros cuáles son las previsiones de ventas del nuevo modelo. La marca espera un volumen de ventas muy parecido al del año anterior, llevándose la carrocería de 5 puertas el 94% de las ventas. El precio base es de 13.450 euros para la versión más básica de 3 puertas, mientras que para acceder a la carrocería de 5 puertas tendremos que pagar un leve sobrecoste de 525 euros. Los pedidos se podrán realizar a mediados de octubre, aunque los modelos no llegarán a manos de los clientes hasta principios de 2015.
Desarrollado sobre la misma plataforma, pero con numerosos cambios
Dejemos el diseño a un lado y centrémonos en las mejoras que realmente hacen posible que estemos ante una quinta generación y no ante un mero facelift, algo de lo que se habló profundamente durante la presentación entre los compañeros. Para empezar os contaremos cuáles han sido los objetivos de los ingenieros durante el desarrollo del modelo. Básicamente se han centrado en tres objetivos: un mayor confort, una mayor precisión dinámica y una mayor eficiencia. ¿Y cómo han conseguido cumplir estas metas sin partir desde una hoja en blanco? Vamos a verlo.
Para empezar ahora el centro de gravedad del nuevo Corsa está más abajo, concretamente 5 milímetros. Pero además se ha cambiado toda la tornillería que pueda condicionar la experiencia de conducción y se ha introducido nuevos refuerzos en el subchasis que incrementan la rigidez torsonial. El McPherson delantero cuenta con nuevas geometrías y manguetas, así como con un nuevo tarado de muelles, mientras que en el eje posterior la barra de torsión ha sufrido un rediseño con la introducción de una estabilizadora de mayor tamaño.
Las mejoras no terminan aquí. La dirección también se ha modificado, consiguiendo así un mejor tacto y precisión. Los cambios llevados a cabo afectan a los puntos de anclaje, con un nuevo soporte más liviano que ahorra espacio y que ha permitido colocar material absorbente para reducir el ruido en el habitáculo del modelo alemán, y al software que introduce ahora un modo denominado City que aumenta la asistencia de la dirección eléctrica para facilitar las maniobras a baja velocidad.
Por último, los clientes del nuevo Opel Corsa podrán elegir entre dos tipos de chasis diferentes, uno con una orientación hacia el confort denominado confort y otro con aptitudes más dinámicas denominado Sport. Este último es de serie en los Opel Corsa equipados con llantas de 17 pulgadas y cuenta con muelles y amortiguadores más duros, así como con una calibración específica de la dirección.
Nuevos propulsores gasolina y modificaciones en los bloques diésel
La quinta generación del Opel Corsa estrena nuevos motores alimentados por gasolina y acoge propulsores diésel de la cuarta generación con una serie de mejoras que le permiten ser más refinados y eficientes, pudiendo cumplir de este modo con la normativa Euro 6 de emisiones. Además, también estrena una nueva caja de cambios manual de seis velocidades, una automática de seis relaciones y convertidor de par y por último la nueva generación de la manual robotizada EasyTronic 3.0 que se asociará únicamente con el propulsor 1.4 gasolina de 90 caballos.
En el bando de la gasolina destaca el propulsor 1.0 EcoTec Turbo de tres cilindros con dos niveles de potencia, 90 y 115 CV. En nuestro mercado únicamente estará disponible la versión más potente. Este propulsor de nuevo desarrollo se conjuga con una nueva caja de cambios de seis velocidades diseñada para reducir las fricciones. Además es muy compacta, marcando en la báscula 40 kilogramos. Ofrece 170 Nm de par a 1.850 rpm y el consumo es de 4,3 litros a los 100 kilómetros con unas emisiones de 115 gramos de Co2.
Con 1.4 litros de cilindrada nos encontramos con 3 propulsores, siendo novedad el 1.4 Turbo de 100 CV y 200 Nm de par asociado a la nueva caja de cambios manual de 6 velocidades y el 1.4 atmosférico de 75 CV y 130 Nm de par a 4.000 revoluciones que se convertirá en el primer escalón de acceso a la gama del nuevo Opel Corsa. También estará disponible un motor 1.4 con 90 CV que puede ir asociado a cualquiera de las tres cajas de cambios disponibles, es decir, manual de 6 velocidades, automática de convertidor de par y manual robotizada EasyTronic 3.0.
Si pasamos a los motores alimentados por gasoil, nos encontramos con los ya conocidos 1.3 CDTI que movían a la pasada generación del Opel Corsa. Reciben mejoras como ya hemos comentado para no solo superar las normativas anticontaminación, sino también para ofrecer un tacto más refinado. Este bloque se ofrecerá en dos sabores, 75 y 95 CV. La variante más potente se combina con una serie de medidas, como la recuperación de energía en las frenadas, para reducir el consumo, aunque de momento no se ofertará en nuestro mercado.
Diseño exterior e interior y conectividad
Aunque conserva prácticamente las mismas proporciones y dimensiones que la cuarta generación (aproximadamente 4,02 metros de longitud, 1,74 metros de anchura y 1,48 metros de altura) no comparte ni un solo panel de la carrocería con el modelo anterior, ya sea la carrocería de 3 puertas como la de 5 puertas. Nos encontramos con un diseño más preciso en sus acabados, con una nueva imagen que hereda rasgos del Opel Adam para el frontal y un cierto aire Astra en la zaga del modelo.
En el frontal destacan los nuevos faros en forma de alas con posibilidad montar faros Bi xenón con luz de curva y luz diurna con tecnología LED, la parrilla de forma trapezoidal en una posición más baja con una barra cromada que sujeta el logo de la firma y los faros antinieblas situado en los extremos del paragolpes. Se ha trabajo con líneas horizontales para conseguir un mayor efecto de anchura, líneas como, por ejemplo, las que recorren el capó. En el lateral nos encontramos con líneas de tensión más acentuada, mientras que la zaga se remata con ópticos de estilo alargado. También hay un paquete OPC Line.
Quizás el salto más cualitativo llega cuando abrimos una de las puertas. El diseño interior apuesta, al igual que el exterior, por la horizontalidad, creando así una mayor sensación de amplitud. A ello también ayuda la ausencia de botones, quedando la mayoría de las funciones integradas en el sistema Opel IntelliLink con pantalla de 7 pulgadas con aplicaciones como BrinGo (Navegador) que permite la integración de las funcionalidades de los smarthphone en el coche. Este sistema es compatible con Android y con el sistema IOS de Apple.
A la vista resaltan materiales de una calidad superior a los utilizados hasta ahora por este modelo. Buen ejemplo de ello es el plástico blando que cubre el salpicadero o elementos como el volante, de tacto muy agradable. Los listones decorativos en negro piano también resaltan esa sensación de calidad así como la decoración de los asientos, aunque evidentemente hay zonas que no quedan tan bien paradas como los mandos situados en la columna de dirección. Por último, en cuanto al interior, el Opel Corsa goza de un maletero con doble fondo que puede ver ampliada su capacidad de carga hasta los 1.120 litros.
Prueba Opel Corsa 1.0 EcoTec 115 CV
Y tras todo el repaso a las novedades del nuevo Opel Corsa, toca ponerse a sus mandos y ver si muchas de las cosas dichas por los chicos de Opel son ciertas. Para tal menester, decidimos probar el utilitario alemán con el motor 1.0 EcoTec de 115 CV, un motor que va como anillo al dedo a este tipo de vehículos. Para un servidor era a priori el motor más interesante y tras probarlo no he cambiado de opinón. El único sentido que tiene en la gama el 1.4 Turbo será, a mi juicio, el precio, que deberá ser algo inferior. No veo otra justificación para comprar el 1.4 Turbo.
Pero volvamos a este pequeño bloque de 3 cilindros desarrollado desde cero, aunque hay que decir que Opel no es «manca» en esto puesto que ya coqueteo con estos motores hace muchos años, exactmente en el año 1997. También debemos decir que nada tiene que ver un bloque con otro puesto que este se ha diseñado desde cero con unas prioridades muy claras: reducir al máximo el ruido y las vibraciones propias de esta tipo de motores. Para ello se emplean hasta 40 nuevas piezas entre las que destaca un árbol contrarrotante de equilibrado.
El resultado es un bloque bastante refinado y silencioso. No creo que nadie se decida por el 1.4 Turbo en este sentido. Además mueve con soltura al envoltorio, ya sea en ciudad, en tramos revirados o en autovías y autopistas. Se puede circular a bajas vueltas sin problemas, recuerda que entrega el par máximo a solo 1.850 rpm, y estirar casi hasta el corte si buscas diversión. La nueva caja de cambios acompaña, con un tacto preciso y unos recorridos cortos. El escalonamiento es bueno, pues siempre deja al motor en una buena zona de utilización aunque quizás en sexta podría ser algo más larga.
En ciudad es un coche muy ágil, tanto por su tamaño como por la forma de entregar el par. La dirección cuenta con un modo City para maniobrar a bajas velocidades, aunque realmente no es necesario puesto que la dirección no resulta pesada. Con el sistema Stop/Start se consigue ahorrar combustible y su funcionamiento es agradable, pero me dió la sensación de que funciona levemente mejor en el modelo equipado con el motor 1.4 Turbo. Tampoco hay que recalcar mucho este asunto debido a que apenas pude circular con este motor.
Si salimos a carretera o a tramos más revirados si que notaremos los cambios realizados en el chasis y en la dirección. Para más inrri todas las unidades equipaban el chasis Sport, por lo que las sensaciones son muy buenas. El coche viaja aplomado, hay un buen compromiso entre comodidad y «dinamismo» con una suspensión que sujetan los movimientos de la carrocería. Si quieres más, espérate al OPC. Por último la dirección ofrece ese punto de confianza que te ayuda para afrontar ciertas zonas de curvas con más alegrías de lo habitual. Es precisa, pero para mi gusto un poquito más de peso no le vendría mal, aunque cumple con notable en la tarea de colocar el coche.
El coche en sí esta guapísimo. Solamente lo he conducido en ciudad y no puedo hablar de carretera pero las sensaciones hasta ahora son correctas. Opel se ha sacado un diseño fenomenal con esquinas redondeadas no te clavas ninguna arista.